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EL CREYENTE

LOS ANTECEDENTES

Cédric Kahn regresa a la pantalla grande con El Creyente, tras varios años de inactividad desde su última película, Vida Salvaje, ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián. Pero hoy toca centrarnos en nuestra crítica de El Creyente, un film en el que el tema de la religión y de la drogadicción se cruzan, de forma más o menos satisfactoria, como ahora explicaremos.

LA PELÍCULA

El Creyente nos presenta la historia de Thomas, un joven con graves problemas con las drogas que termina en un centro religioso de desintoxicación, para tratar de superar su adicción. Durante su estancia allí, el personaje va atravesando por difíciles momentos tanto consigo mismo, como con el resto de residentes, especialmente con el director del centro. Su camino se cruza con Sybille, una chica de la que comienza a enamorarse. Ese amor será determinante para el crecimiento de Thomas y el desenlace de la película.

Si bien El Creyente trata de ofrecer algo nuevo y dar un tratamiento diferente de la drogodependencia y la religión en el cine, es cierto que parece quedarse más en el intento que realmente en la memoria del espectador. No se puede decir de la película de Cédric Kahn que no sepa lo que quiere contar, porque no hace otra cosa que repetirlo en los 105 minutos de duración. Ese puede que sea uno de sus grandes “peros”.

Si juntamos las recientes Beautiful Boy, Identidad Borrada y Lean on Pete, obtenemos algo parecido a lo que termina siendo El Creyente, pero sin la profundidad en la adicción a las drogas o la crítica religiosa de las dos primeras ni la destreza del guion del film de Andrew Haigh.

Quizá lo que más rabia da y que queremos reflejar en nuestra crítica de El Creyente es la torpeza narrativa con la que se cuenta la relación amorosa entre el Thomas, el personaje interpretado por Anthony Bajon, y Sybille, interpretada por Louise Grinberg, cuya primera secuencia en la película la convierte en la auténtica joya interpretativa del film. Desde el comienzo podemos observar cómo Thomas cae rendido ante Sybille, pero simplemente el desarrollo de su historia de amor es inexistente. No comparten escenas, no se ve en ningún momento el punto de vista de ella… y llegado un determinado punto de la película, uno se pregunta cómo ha sido posible que ese amor… ocurra, básicamente. El principal motor de la cinta de Kahn termina convirtiéndose en una mera anécdota mal contada.

Anthony Bajon Crítica de El Creyente - El Palomitrón

ELLOS Y ELLAS

A pesar de que la película no consiga arrancar o satisfacer expectativas, lo que no se le puede negar son las impresionantes interpretaciones de todo su reparto. Desde su protagonista absoluto Anthony Bajon, quien se coronó en el Festival de Berlín con el premio de Mejor Actor, hasta la ya mencionada Louise Grinberg o Damien Chapelle, el actor que interpreta a Pierre, su compañero y “sombra” en el centro espiritual.

Mención especial también para el actor que interpreta al responsable del centro, Àlex Brendemühl. Una cara muy conocida en España gracias a papeles en películas como 7 años, Petra, Truman y a quien veremos en la próxima película de Rodrigo Sorogoyen, la adaptación de su cortometraje Madre.

LA SORPRESA

Los actores y actrices. Como ya hemos mencionado, tanto Anthony Bajon como Damien Chapelle o Louise Grinberg son el alma del film y la verdadera razón para disfrutar de esta película.

Damien Chapelle Crítica de El Creyente - El Palomitrón

LA SECUENCIA / EL MOMENTO

La sincera confesión, disfrazada de simple conversación, de Pierre a Thomas en su habitación, en esa secuencia de la primera mitad de la película.

TE GUSTARÁ SI…

Si tienes paciencia, quizá.

LO MEJOR

  • La amistad entre Thomas y Pierre es, de lejos, lo más emocionante y real de la película.
  • La secuencia de presentación del personaje de Louise Grinberg, a pesar de que finalmente poco tenga que hacer en el resto de metraje.

LO PEOR

  • Que remarque constante e innecesariamente lo que quiere contar. Consigue que el espectador desconecte a causa de la repetición.
  • Personajes desaprovechados.
  • Falta de una evolución real y visible de ciertas tramas.

Víctor Vargas

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