ANTECEDENTES

Manuel Martín Cuenca fue nominado a los Goya en el 2017 en las categorías de mejor director y mejor guion adaptado por El Autor. Ya han pasado 4 años desde aquel momento, en el que Cuenca presentaba un thriller protagonizado por un desatado Javier Gutiérrez. Ahora, Martín Cuenca vuelve con otro thriller en el que Javier Gutiérrez repite como intérprete principal, pero acompañado en esta ocasión por Patricia López Arnaiz y por la debutante Irene Virgüez. 

En su momento, El Autor dejó boquiabiertos a los espectadores y fue alabada por su capacidad de sorprender y enamorar a partes iguales. En ese sentido, La Hija no se queda corta, ya que viene cargada de grandes dosis de misterio y emotividad. Con su nueva película, Martín Cuenca confía en hacer las delicias de los espectadores y demostrar que el thriller español es uno de los mejores del mundo.

LA PELÍCULA

La Hija es una de esas películas que no deseas que llegue a su fin. Ojalá poder estar una o dos horas más disfrutando de una historia en la que nada es lo que parece y que se agiganta a cada paso que da. Todo resulta ingenioso, inteligente. Su punto de partida es sencillo, pero su desarrollo la convierte en una obra compleja y profunda que deriva en un final excelente.

En La Hija, Irene tiene quince años y vive en un centro para menores infractores. Se acaba de quedar embarazada y está decidida a cambiar de vida gracias a Javier, uno de los educadores del centro. Javier le ofrece vivir con él y su mujer Adela en la casa que tienen en un paraje aislado y agreste de la sierra para que pueda llevar a buen término su embarazo. La única condición a cambio es que acepte entregarles al bebé que lleva en sus entrañas. Este débil pacto puede verse comprometido cuando Irene empiece a sentir como suya esa vida que lleva en su interior.

Lo cierto es que la sinopsis redactada en el anterior párrafo contiene prácticamente todo lo que se trata en la película, pero Martín Cuenca sabe cómo ingeniárselas para sorprendernos y dejarnos sin palabras. En el fondo, el objetivo principal de un thriller es encontrar y plasmar los elementos necesarios para crear una película entretenida y sugerente, y esto es lo que sucede en La Hija. Resulta complicado desconectar de la trama en alguno de sus 122 minutos de  duración, lo cual habla muy bien de ella.

Dejando a un lado la efectividad de La Hija como thriller, cabe destacar que la problemática a la que se enfrenta el personaje de Irene Virgüez en la película es tratada desde una perspectiva dramática y objetiva que nos permite entender el sufrimiento de Irene y empatizar con ella. Asimismo, el drama se extiende también a la situación que viven Adela y Javier, creando así un clima que favorece la comprensión y nos sumerge de lleno en la película.

ELLOS Y ELLAS

En El Autor, la anterior película de Manuel Martín Cuenca, Javier Gutiérrez era el encargado de sostener la película de principio a fin. En esta ocasión, a un Javier Gutiérrez que continúa en estado de gracia se le suman una actriz experimentada como Patricia López Arnáiz y una joven apuesta, Irene Virgüez.

El dúo interpretativo formado por Gutiérrez y Arnaiz funciona a la perfección, dando la sensación de que estamos disfrutando de dos de los mejores actores del panorama nacional juntos. En cambio, Virgüez genera más dudas, resultando forzada en algunas ocasiones y quedando eclipsada por los dos grandes actores que la acompañan.

LA SORPRESA

En un buen thriller, el final siempre es sorprendente. Así sucede en La Hija, cuyo final es excelente y dejará boquiabierto a más de uno. La mejor forma posible de cerrar esta película.

LA SECUENCIA/ EL MOMENTO

Las mejores secuencias de la película quizás sean los momentos en los que Gutiérrez y Arnaiz se encuentran juntos en pantalla. Las escenas dramáticas de ambos que denotan el enorme dolor que soportan son inolvidables.

TE GUSTARÁ SI…

Si te gustan esas películas que saben lo que quieren contar y poseen estilo para hacerlo. ¿A quién no le gusta un thriller español cuidadosamente elaborado y cargado de sorpresas?

LO MEJOR

• Las interpretaciones de Javier Gutiérrez y Patricia López Arnaiz.
• El cuidado desarrollo de la trama.
• Su sorprendente final.
• La capacidad de poner al espectador al borde del abismo.
• La empatía que transmiten sus personajes.

LO PEOR

• La interpretación de Virgüez, parece no estar a la altura.

Jorge Gutiérrez Leguina