- ¿QUIÉN? Manuel Martín Cuenca
- ¿DÓNDE? Hotel AC Málaga.
- ¿CUÁNDO? Jueves 25 de Abril de 2013
- ¿POR QUÉ? Manuel Martín Cuenca recibe el premio honorífico ELOY DE LA IGLESIA por su constante búsqueda de un lenguaje visual muy personal y reconocible.
Debutó a lo grande. Su primer largo de no ficción se llevó el premio en 2001 en el Festival de Málaga. Director muy comprometido con la temática política en muchos de sus trabajos como EL JUEGO DE CUBA (2001) o ÚLTIMOS TESTIGOS: CARRILLO, (2009), con LA FLAQUEZA DEL BOLCHEVIQUE (2003), filme que le dio a MARÍA VALVERDE el Goya a Mejor Actriz Revelación, inicia de la misma manera un estudio interno de los personajes que pueblan sus películas. Así llegarían la estupenda MALAS TEMPORADAS (2005) y la dura y arriesgada LA MITAD DE ÓSCAR (2010).
Manuel, recibiste un premio por EL JUEGO DE CUBA en la categoría de mejor documental (2001). Además el premio fue aquí en Málaga. ¿Qué recuerdos guardas de esa experiencia?
M.M.C.: Efectivamente, era mi primer largo. Recién acabado el primer montaje el comité de selección vio la película y lo seleccionó. Nosotros la verdad es que vinimos sin pensar en nada y fue una sorpresa increíble que ganara…era la primera vez que lo veía la gente, mi primera vez como director de un largo. La verdad es que le tengo mucho cariño a Málaga porque me ha tratado muy bien siempre. Cuando se presentó CARRILLO fuera de concurso el recibimiento también fue muy bueno.
Muy cálido…
M.M.C.: Sí, es como si me diese suerte (sonríe)
¿ En qué ha cambiado el festival de Málaga desde ese 2001? ¿Qué te encuentras ahora?
M.M.C.: Málaga fue un festival que creció muy fuerte y muy rápido. Ya desde los comienzos fue siempre un festival bastante asentado. La cobertura de los medios ha sido siempre muy fuerte. Quizás el mayor cambio que noto como cineasta es el nivel de público. Los recuerdos que tengo de esos años, salvo las galas, son salas bastante vacías, sin embargo, y como es lógico, ahora ya las salas están llenas, algunas abarrotadas. Ahora la gente va a ver documentales, cosa que cuando estrenamos aquí EL JUEGO DE CUBA pues no pasaba, como mucho había 20 personas. Eso es labor (y logro) del festival.
De alguna manera el festival ayuda a educar a la gente y despertar su interés por ver cine…
M.M.C.: El festival es fundamental. Es una herramienta clave para crear y generar un público que muchas veces está ya cansado de las típicas producciones americanas. Un festival de este calibre hace que el público adopte una postura más abierta a géneros que el público no tiene oportunidad de ver en otros lados, a explorar, a degustar, casi como si de un gourmet se tratase, platos más elaborados.
Manuel, si echamos un vistazo a tu trayectoria vemos que aprendiste como ayudante de dirección.
M.M.C.: La verdad es que empecé como meritorio.
¿Qué es meritorio?
M.M.C.: Meritorio es puro aprendiz. Es un “vete corriendo y corta esta calle”, es un tipo que corre, un runner…a veces en producción, otras en dirección. Hice un poco la carrera artesanal. Empecé desde abajo y luego, poco a poco, empecé a subir hasta llegar a ser primer ayudante, script, director de casting..
Todo eso que nos cuentas, Manuel, debe de ser muy gratificante a nivel personal. Empezar como meritorio y ver cómo vas subiendo poco a poco tiene que ser algo muy bonito, y no sólo a nivel profesional, sino también a nivel personal.
M.M.C.: Cuando comencé nunca pensé en dirigir. Mi sueño era estar dentro el cine. Cuando lo conseguí te puedo jurar que fui feliz. Poco a poco te planteas nuevos retos, así que cuando ya has hecho varias películas como auxiliar, pues te planteas ser segundo ayudante, y así poco a poco hasta llegar finalmente a dirigir. Lo que te puedo asegurar es que he aprendido algo en cada uno de los oficios que he desempeñado en esto del cine. He sido muy feliz.
Eso Manuel es una ventaja, saber sacar lo positivo de cada cosa que haces es una suerte.
M.M.C.: Es una maravilla porque trabajas en lo que te gusta. Para mí cortar calles cuando era meritorio suponía ser parte de una película, yo me sentía como un eslabón de la cadena, a mayor o menor nivel, según el trabajo que uno desempeña, al final se trata de un trabajo en equipo. Según escalas dentro de la jerarquía tu responsabilidad es mayor, y muchas veces ésta responsabilidad es muy dura, por eso yo hasta que no me sentía preparado no daba el salto. Después de muchas películas como ayudante de dirección con grandes maestros como BORAU, MARIANO BARROSO, ICIAR BOLLAÍN…empiezas a pensar en dar el salto y dirigir.
Manuel, ¿por qué tu cine está tan ligado a Cuba?
M.M.C.: Yo siempre digo que entré en el cine en su mejor época. Con FELIPE VEGA e IGNACIO GUTIÉRREZ SOLANO me hice técnico de cine y aprendí a amar el cine, pero me hice director en Cuba. MARIANO BARROSO, que ya sabía que yo estaba valorando el salto a la dirección, me propuso ir como coordinador de la Cátedra de dirección de la Escuela de Cine de Cuba. Yo nunca había dado clase hasta ese momento y para mí supuso un antes y un después porque aprendí mucho dando clase, hablando y compartiendo experiencias con los alumnos de la Escuela de Cine de Cuba. Era una generación de directores muy potente, así que ellos aprendieron conmigo, pero yo también me enriquecí mucho con gente como JAIME ROSALES. Aparte Cuba me impresionó muchísimo porque yo venía con una idea de Cuba muy europea, que si la patria de la revolución y me encontré con una realidad que nada tenía que ver…de ahí el juego de Cuba. Para mí Cuba siempre ha sido una especie de segunda patria. La educación cinematográfica me cambió mucho y aún hoy en día sigo acercándome a dar clases, creo que es algo fundamental para mí. Le tengo mucho que agradecer a MARIANO BARROSO haberme descubierto esa experiencia, y como no, a Cuba también le debo mi encuentro con ALEJANDRO FERNÁNDEZ.
Manuel tu próxima película, CANÍBAL, narra la historia de un sastre interpretado por ANTONIO DE LA TORRE que no come cualquier cosa ¡se alimenta de mujeres! Nos da la sensación de que será una película que dará que hablar, así que cuéntanos en qué fase estáis, ¿cuándo llegará la película a las carteleras?
M.M.C.: Terminamos el rodaje a mediados de abril y, en estos momentos, estamos en pleno montaje. Con todos los procesos, la película estará lista para este otoño, a más tardar finales de año. Aún no tenemos fecha de lanzamiento porque dependerá de cuándo acabemos la posproducción. Llevamos más de dos años trabajando en este proyecto y no queremos correr ni para llegar a ningún festival ni tenemos fecha concreta. Es una película compleja y no quiero precipitarme. Espero que os guste cuando la tengamos lista, es una historia muy especial.
Manuel, mucha suerte con la película, que seguro dará que hablar, y agradecerte de nuevo el tiempo que nos has dedicado y enhorabuena por el reconocimiento.
M.M.C.: ¡¡Un caluroso saludo a todos los lectores de El Palomitrón!!