ANTECEDENTES

En 2002 Paco Plaza presentó en Sitges El segundo nombre y, desde entonces, el idilio entre la capital del fantástico y el director sólo ha ido in crescendo a la par que su carrera se ha ido ensanchando, abriendo nuevos universos como el de la saga REC (Paco Plaza, Jaume Balagueró, 2007), participando en series como El ministerio del tiempo (2015-2020) o Historias para no dormir (2021-2022) o creando historias originales como Quien a hierro mata (2019) o La abuela (2021). Decir Paco Plaza es nombrar uno de los grandes del cine español de terror y este año 2023 regresa a Sitges con su nueva película, Hermana Muerte.

LA PELÍCULA

La historia de Hermana Muerte funciona como un apéndice de Verónica (2017) y se convierte en una precuela de su éxito de 2017. En la dura España de posguerra, la hermana Narcisa (Aria Bedmar), una novicia con un pasado impoluto de misticismo, llega a un convento para poder tomar sus votos. Sin embargo, pronto se da cuenta de que algo más allá de las risas de las niñas y los pasos de las monjas se esconde tras sus paredes y poco a poco irá entrando en el secreto que oculta el convento, pese a que ello ponga en peligro su propia vida.

Hermana Muerte es una película de terror religioso que en ocasiones nos recuerda a El orfanato (Juan Antonio Bayona, 2007) por la presencia de lugares embrujados y los niños que en ellos viven, mientras que, en otras, la presencia de un ente diabólico que sobrevive tras las paredes de un edificio de una España devastada nos remitía a El espinazo del diablo (Guillermo del Toro, 2001). Pese a que la película es un ejercicio maestro de perfección que Paco Plaza ha ido puliendo con el paso de los años película tras película, la sensación agridulce que se nos queda tras su visionado es que quizás esta historia ya nos la habían contado en algún otro momento.

Es una lástima, pues el genio de Paco Plaza lo llena todo: una fotografía inmejorable que combina la luz que ciega y la oscuridad de la noche con unos planos fijos en rostros acongojados, una banda sonora que encaja a la perfección en las imágenes que se suceden en la pantalla, unos sustos bien medidos a cuentagotas para hacer el efecto oportuno y una Aria Bedmar joven y pura en la cual recae todo el peso de la cinta junto a una Maru Valdivielso que ya es musa y acompañante habitual de casi todos los trabajos del director. Nos falla, sin embargo, una historia que, aunque bien trenzada, no consigue quitarnos esa sensación de familiaridad ante un producto ya visto.

Aún y así, no hemos de ignorar la película, pues el trabajo que Plaza imprime a sus trabajos es de una calidad excepcional y la historia, pese a otras veces vista, se consume sola hasta que llegamos a los créditos finales y nos damos cuenta de que el show ha terminado. Puede que no sea una de las sorpresas de Sitges, pero siempre mola regresar a Paco Plaza.

ELLOS Y ELLAS

Aunque, más bien, diríamos que ellas. El peso principal de la película recae en los hombros de la actriz que encarna a la Hermana Narcisa, Aria Bedmar. La acompañan Almudena Amor como Hermana Socorro y Maru Valdivielso, frecuente del director en sus trabajos, como la Hermana Julia.

LA SORPRESA

El trabajo de Aria Bedmar, que camina frágilmente entre lo estridente y lo comedido y sin duda supera su prueba con creces.

LA SECUENCIA/EL MOMENTO

Varios son los momentos en que la película abre los ojos desmesuradamente a sus espectadores, pero nos atreveríamos a decir que, quizás por sobreentendido y nunca visto, el momento más inquietante de toda la película es cuando la niña la dice a la Hermana Narcisa que algo hay tras ella… Pero ella nada ve.

TE GUSTARÁ SI…

• Aprecias el terror religioso y eres de los que piensan que las monjas dan miedo.
• Te gustan las películas de Paco Plaza.

LO PEOR

• Que quizás esta historia ya nos la habían contado otras veces.

Javier Alpáñez