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27FCM: UN INSTANTE

LOS ANTECEDENTES 

«Este es un cortometraje sobre el tiempo». Así comenzaba el director la presentación en el pase del Festival de Cine de Madrid. Un jovencísimo muchacho en el escenario suelta un pequeño discurso parco en palabras porque, según él (y de forma muy inteligente), no se debería hablar sobre las obras antes de su visionado porque ello condiciona al espectador. Se apagan las luces, baja del escenario y se proyecta Un instante, cortometraje producido por la ESCAC, alma mater del director.

LA PELÍCULA

Olvidada en el palmarés del festival, el cortometraje de Adrià Guxens podría haberse llevado sin ningún problema alguno de los premios, pero a la vez es comprensible que no haya sucedido. Recibida con aplausos al terminar la proyección, Un instante recoge una historia tierna, sencilla y alejada de artificios.

Dos jóvenes aparentemente opuestos se encuentran (o deciden encontrarse). Ese pequeño instante detonará una relación llena de pequeños gestos donde las miradas dicen más que las palabras y lo que no se dice es lo único que se dice. Un auténtico drama de personajes con una buena defensa técnica y formal que le otorga una importancia inusitada pero agradecida al rostro humano y al entorno sobre el que este se mueve.

No cabe duda de que detrás de la cámara hay algo brillante que necesita pulirse. Y ese es el problema. Que aún está en bruto. El talento del director a una edad tan joven es algo que ya nos gustaría tener a muchos de nosotros que escribimos o nos dedicamos al cine, y sin duda vemos una auténtica sensibilidad a la hora de elegir los encuadres y los silencios (porque esta es una obra de silencios).

Pero, de la misma forma que ese lado de la balanza vence, también vence el otro lado: el de las interpretaciones mediocres, el del guion vago con unos diálogos demasiado evidentes, el de la música extremadamente melosa, o el de la voz en off subrayando algo que ya vemos de sobra en la pantalla. Lo cortés no quita lo valiente, y no vamos a negar que el joven barcelonés ha firmado aquí un cortometraje notable que pide que le sigamos más de cerca.

LA SORPRESA

La forma en la que se desarrolla la secuencia final, tanto por montaje como por dirección e incluso por guion, resulta muy interesante y, probablemente, y teniéndola en cuenta con el conjunto de la obra, supone el desencadenante de los aplausos al final de la proyección.

LA SECUENCIA/EL MOMENTO

Nuestros protagonistas, cuando ya llevan una relación más o menos asentada, tienen la costumbre de salir a la calle a hacer fotos. Una tarde se les cae encima una lluvia intensa y se refugian en casa de uno, donde se cambiarán la ropa mojada…

TE GUSTARÁ SI…

Obviamente, el target de este corto está dirigido al público LGTB por su carácter, su género y su trama, pero se puede disfrutar sin esa dimensión. Es difícil entender la relación entre los protagonistas y extrapolarlo a una relación heterosexual (como muchas historias LGTB hacen) y normalizarla desde ahí, pero el elemento contemplativo y la pesada carga melancólica de la obra hacen que sea disfrutable por aquellos que quieran ver una historia romántica más humana.

LO MEJOR

  • Su puesta en escena.
  • Los valores de producción.
  • La fotografía.
  • Su defensa por lo humano y lo simple.

LO PEOR

  • Muchos elementos de guion.
  • La elección dudosa de un actor.
  • Una música que saca de la acción.

 

Álvaro Salas

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Soy ese tío que va solo al cine y aplaude cuando la peli termina. Cuando estoy triste me veo una peli de Bergman y, o se me pasa, o me pongo peor. Defiendo las precuelas de Star Wars (a excepción de El Ataque de los Clones) y El Consejero como la mejor película de Ridley Scott desde Thelma y Louise. Las pelis de Béla Tarr se me pasan volando. Si crees que ser guapo y tener un talento inconmensurable no van de la mano, piensa en Paul Thomas Anderson.