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Tiempo después cartel - El Palomitron
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TIEMPO DESPUÉS

LOS ANTECEDENTES

El director José Luis Cuerda (El bosque animado, La lengua de las mariposas) estrenó en 1989 una película que rompió todos los moldes del cine español. Sobre todo, porque era una comedia diferente a cualquier otra; venía cargada de una feroz crítica social, de inteligencia a raudales y de un surrealismo que rozaba a la vez la genialidad y el absurdo. Al principio pasó más o menos desapercibida, pero Amanece, que no es poco se ganó su merecido lugar en la historia de nuestro cine (y en los recopilatorios de frases memorables del séptimo arte).

A punto de cumplir los 30, Amanece, que no es poco ya tiene algo así como una “secuela espiritual”. Que, además, viene a completar lo que el mismo director define como su trilogía del “surruralismo”, compuesta también por el mediometraje para televisión Total (1985) y por el largometraje Así en el cielo como en la tierra (1995). Tiempo después es la adaptación de un guion escrito por el propio Cuerda en 1997, publicado en una novela homónima en 2015. Eso sí, la narrativa de la película no puede sonar más actual…

LA PELÍCULA

Reírse genuinamente con en el cine es uno de los mejores bálsamos para mentes inquietas. Pero qué difícil es dar con una película que provoque la carcajada continua, ¿no? Pasaba con Amanece, que no es poco, y también ocurre con Tiempo después. Así que sí, adelantamos desde ya que el nuevo filme de Cuerda nos ha parecido una dignísima heredera.

En esta ocasión el panorama se presenta bastante diferente. Si en el filme del 89 la acción transcurría en un pueblo castellano durante los años 50, Tiempo después se desarrolla en la España de 9177. «Mil años arriba, mil años abajo, que tampoco hay que pillarse los dedoscon esas minucias”, como explica la voz en off del propio cineasta durante los primeros minutos del metraje.

El mundo entero se ha visto reducido a un Edificio Representativo donde se concentran las élites, y a unas afueras cochambrosas habitadas por todos los parados y hambrientos del cosmos. Entre todos esos desgraciados, José María (Roberto Álamo), decide que, salvando todas las dificultades habidas y por haber mediante la venta de limonada en el edificio, otro mundo es posible. Aunque claro, no contaba con que para los privilegiados esto supone un peligro gigante para su sistema y no lo van a permitir.

Pasado, presente o futuro, da lo mismo. El caso es que en Tiempo después, el mundo sigue siendo un indiscutible desastre. Y que esa sociedad a priori distópica nos suena tristemente como el pan de cada día.

Es más, por el propio argumento del filme, la narrativa es todavía más política que en su antecesora. E incluso subyace entre líneas una percepción de la realidad más derrotista. Un auténtico cuadro de sociedad, vamos. Aunque al menos no ha perdido ni una chispa de surrealismo, ni de absurdo, ni de perspicacia.

Además, sigue gozando de una capacidad natural para transformar un relato de lucha de clases en puro y genuino cachondeo. Y es que cada diálogo, es una sentencia. En definitiva, aunque parezca que el guion lo haya escrito alguien en una noche tonta de borrachera, estamos verdaderamente ante una lúcida joya filosófica envuelta en un humor tronchante.

Tiempo después - El Palomitrón

ELLOS Y ELLAS

Tiempo después es una película coral con alrededor de 40 personajes, si bien hay algunos que tiene algo más de protagonismo. Todos interpretados bastante solventemente. Especialmente destacables son los papeles de Miguel Rellán (el guardia civil), Daniel Pérez Prada (el otro picoleto), Roberto Álamo (el parado revolucionario), César Sarachu (el parado culto y sensible) Blanca Suárez (la jefa de gabinete), Antonio de la Torre (el cura fascista), Manolo Solo (el alcalde), Gabino Diego (el Rey) o Carlos Areces (el conserje).

LA SORPRESA

Teniendo el recuerdo de Amanece, que no es poco en nuestra memoria cinéfila lo normal es que las expectativas tampoco estén, en general, por las nubes. Mejor, porque Tiempo despuéses toda ella una gratísima sorpresa si uno lleva la mente abierta. Y un sonoro zasca a los que se emperran en sostener que las segundas partes nunca fueron buenas.

Tiempo después poblado - El Palomitrón

LA SECUENCIA / EL MOMENTO

¡A las barricadas! El punto álgido, surrealismo extremo.

TE GUSTARÁ SI…

Si eres del tipo de persona que se ríe con el “surruralismo” de Cuerda. También advertimos: o te fascina, o ni fu ni fa. No suele haber término medio en filmes con tanta personalidad.

LO MEJOR

  • 30 años después, el mundo sigue siendo un desastre, pero esa sociedad ¿ficticia? imaginada por Cuerda no ha perdido ni un mínimo de su chispa ni su perspicacia.
  • Cada conversación es un maravilloso (y divertidísimo) palazo a la reflexión.
  • Un vodevil de personajes absurdos en general maravillosamente interpretados.

LO PEOR

  • Cuando ciertos personajes se ponen románticos dan un poco de pereza.

María Robert

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