HISTORIAS CORTAS DE NAGABE: AMORES INSÓLITOS
Fue en 2017 cuando llegó a nuestro país una magia que hasta entonces no conocíamos. Un tipo de brujería que, en cierto modo, podíamos relacionar con la obra de Kore Yamazaki pero que se alejaba de todos los tropos construidos hasta el momento en presencia y trasfondo. Hablamos de La pequeña forastera, la obra más significativa de Nagabe que nos presenta una fábula única y etérea capaz de encandilar a todo tipo de lectores. Y así, desde La pequeña forastera, ECC Ediciones —editorial portadora del talento de Nagabe en nuestro país— ha ido recopilando más trabajos del autor nipón como El jefe es una onee, Nivawa y Saito o Las bestias de Wizdoms. Obras más cortas ya cerradas cuyos componentes se alejaban bastante a lo presentado en La pequeña forastera. Trabajos más añejos y joviales pero que a su vez nos ayudan a comprender el talento del joven autor y las ideas que le han ido surgiendo con el paso de los años.
Es cierto que actualmente el mangaka sigue trabajando en La pequeña forastera, pero ECC Ediciones no ha querido dejar de seguir buscando en el fondo de armario de Nagabe y este mismo año nos ha dejado con otro de sus tomos únicos publicado en Japón el pasado 2019. Hablamos de Historias cortas de Nagabe, una colección de seis historias autoconclusivas en las que el autor nipón nos dejará con diferentes relatos entre niños y criaturas no humanas. Una recopilación de breves gemas en las que se construyen relaciones profundas y diversas.
A diferencia del último título publicado de Nagabe en nuestro país, Las bestias de Wizdoms, es en esta antología donde el mangaka decide no conectar sus historias a través de un escenario común, sino que lo hace empleando un elemento que se repite en cada uno de sus relatos: el amor entre niños y criaturas no humanos. Un tema que quizá no sea del agrado de todo el público pero que encaja perfectamente en el trabajo del autor. Uno en el que, de una forma u otra, el amor siempre ha estado presente y es aquí donde apostará por una nueva forma de narrarlo que, además, nos dejará conocer la vertiente más tierna y, en cierto modo inicial, del joven mangaka.
No solo nos hablará del amor en su forma más pura, sino que conseguirá a través de algunas de sus historias postularse ante cómo los humanos somos capaces de crear lazos incluso son seres de otras especies, y viceversa. Un aspecto dotado de cierto componente fantástico pero que, eliminando dicha quimera, retrata a la perfección esa búsqueda personal de conectar con otro ser, de conectar tu corazón con otro sin importar cómo sea su envoltorio. Peludo, furioso o con alas.
A lo largo de la antología nos encontraremos con seis historias totalmente diferentes. Relatos que abrazarán a algunos y cuentos que harán estremecer a otros. Pero escojas el que escojas, en esta ocasión no encontraremos nada desagradable o fuera de lugar como sí ocurría en Las bestias de Wizdoms. El viaje comenzará con Hasta mañana, Daisy; una historia en el que un pájaro gigante visitará a una niña enferma cada día para darle una serie de regalos que parecen curarla poco a poco. Un cuento que ya presenta el tono de esta antología y, a pesar de su breve extensión, nos demuestra de nuevo cómo Nagabe es capaz de contar mucho con muy pocas palabras pero con un más que satisfactorio dibujo. Una técnica que aplicará también en El hombre lobo y la lobezna humana, un fragmento que jugará con los roles más tradicionales para demostrarnos la fuerza que posee el corazón independientemente de cuál sea la piel que lo envuelve, pues al igual que un humano puede actuar como un animal, éste también llega a ser capaz de hacerlo. Es cierto que, por ejemplo, Paru Itagaki afronta con mejor perspectiva y holgura este campo, pero es Nagabe quien en menos de 30 páginas es capaz de reflejar un aspecto tan importante como necesario que nos expone ante la tesitura de qué sienten realmente los animales con los humanos.
Prosiguiendo a estos dos relatos más introductorios, pasamos a la parte más «áspera» de la antología. Pues serán Ración de emergencia y festín y El vals de medianoche, los relatos que más crítica puedan llevar detrás. Todo dependerá de la visión del lector para con ellos, pero sí que es cierto que es aquí donde el mangaka apuesta por la vertiente más caústica y excéntrica para crear unas relaciones que, quizá, levanten alguna que otra mirada adusta. Reflejos que pueden incomodar, pero que a su vez también dejan ver hasta qué extremos somos capaces de llegar por mantener algo a nuestro lado, ya seamos animales o humanos.
Por último, para cerrar este trabajo, Nagabe hace un uso magnífico de su prosa para contar los que, en lo personal, serían los relatos más destacables de la antología: El rey blanco y Aquellos a los que no veo. Dos cuentos que, además de saber unir humanos y criaturas de una forma más que exquisita, consiguen dejar una pequeña reflexión en el lector tras pasar por ellos. Por un lado, El rey blanco nos habla de relaciones, pero también de razas y de fábulas. Un cuento que contiene una parte crítica en pos de aquellos que no suelen ser aceptados por la sociedad principalmente por su condición física e incluso por su color de piel, pero también un cuento capaz de narrar una historia de amistad ferviente entre un niño y un león. Un cuento que quizá nos haga palpitar ya que a todo lo citado anteriormente añade un aspecto primordial en nuestras vidas: el sentimiento de no querer estar solo o, mejor dicho, sentirse abandonado. Y es aquí donde Nagabe emplea la fuerza de un león y la inocencia de un niño para dejar constancia de ello de una forma cautivadora.
Por otro lado, será en Aquellos a los que no veo donde el artista nipón, quizá, se acerque más a su trabajo más dilatado (La pequeña forastera) para narrar una historia entre una niña ciega y un monstruo al que teme todo el mundo. Es cierto que se aleja de los trazos principales de Shiva y el Doctor, pero será en estos personajes donde encontraremos más referencias a ese título que catapultó a Nagabe como uno de los mangakas más destacables de la actualidad. A lo largo del relato viviremos como una breve fábula de lo que podemos sentir en La pequeña forastera, pero en esta ocasión desde dos perspectivas totalmente diferentes y muy exaltadas: la ceguera y el miedo. Pero son justamente estas pautas las que convierten a Aquellos a los que no veo en uno de los relatos mejor narrados del mangaka. Un cuento en el que saca todo su potencial y nos demuestra sobremanera ese rasgo que tanto le define: saber narrar sin escribir apenas palabras. Condición que incluso aquí se eleva al hacerlo a través de unos ojos opacos y un corazón incapaz de hablar con palabras, solo con sonidos. Una fábula magnífica que dice y aporta mucho más de lo que puede parecer a primera vista, y será en su resolución e incluso en las preguntas que se van lanzando donde nos veremos, poco a poco, más y más representados. Porque todos nacemos ciegos y todos nacemos sin saber hablar, pero es el tiempo y el calor de otras personas las que nos hacen abrir los ojos y comenzar a expresar aquello que sentimos a través de sonidos convertidos en palabras.
En definitiva, Historias cortas de Nagabe se convierte en un título imprescindible del autor por múltiples razones. Por un lado conserva e incluso mejora el arte que impregna todas y cada una de sus obras. Un arte preciosista capaz de reflejar los sentimientos de los seres vivos —sean o no humanos— además de dejarnos viajar entre mundos a través de su trazo y soltura con la tinta. Por otro, nos presenta su estilo sin ataduras pero también sin sobresaltos, pues es aquí donde logra un equilibrio perfecto para darse a conocer y, tras ello, poco a poco, continuar con otros de sus títulos que, quizá, suban y excedan más según qué tonos. Por eso mismo considero que esta antología se convierte en un producto necesario para todo tipo de público.
Por un lado, si ya conoces a Nagabe, podrás disfrutar de una antología de lo más exquisita capaz de calentar corazones y de levantar miradas frente a las actitudes del ser humano. Un título que suma y no resta a su trayectoria y nos permite conocer, incluso de forma más intimista, a ese autor capaz de crear una fábula entre una niña y un «monstruo» maldito. Pero por otro, si no conoces al autor y no sabes por dónde empezar, esta antología es una puerta de entrada perfecta. Te dejará conocer cuáles son las ideologías principales del mangaka, cuál es el tono que emplea con sus personajes, te cautivará posiblemente con su arte y, sobre todo, te mostrará una forma muy única de ver el amor entre diferentes especies. Un amor que no siempre tiene que llevarse al extremo más sexual o carnal, sino un amor capaz de derribar muros y convertirse en un elemento que marca, de una forma u otra, la trayectoria de un joven artista capaz de virar entre múltiples obras pero siempre atendiendo a esos aspectos que tanto le definen.
«¿Sabes? No me había dado cuenta, pero… hueles a sol.» Nagabe.
Cómo es la edición de Historias cortas de Nagabe
Hace unos meses la editorial catalana ECC Ediciones anunció dos nuevas licencias a través de sus RRSS. Entre ellas encontramos Historias cortas de Nagabe, una de las últimas obras del joven mangaka; aclamado autor que firma la increíble historia de La pequeña forastera. De esta forma, no solo volvemos a contemplar un nuevo trabajo del autor, sino que tenemos el placer de hacerlo a través de su editorial madre en nuestro país. Historias cortas de Nagabe está compuesto por un total de 208 páginas en blanco y negro; siguiendo con la edición de sus otros títulos, en esta ocasión también contamos con un tomo en formato B6, rústica con sobrecubierta y una dimensión de 13 x 18 cms.
Siguiendo con el análisis de la edición, mencionar que la calidad de los materiales que conforman este tomo es indiscutible —en la línea de este tipo de obras de la editorial—. La portada logra un gran impacto visual por su diseño, composición y tonalidades empleadas. En esta ocasión, al igual que ocurre en la totalidad de su catálogo, la editorial ha apostado por una edición realmente exquisita que guarda total consonancia con todo lo publicado hasta el momento. Como ocurre en muchas de sus obras, el diseño de la portada respeta al máximo el japonés. Un acierto total que nos transportará directamente a un estilo totalmente diferente del autor que dista de lo ya presentado con La pequeña forastera, El jefe es una onee o Nivawa y Saito.
Historias cortas de Nagabe salió a la venta el pasado mes de noviembre a un precio de 9,95 €. Este tomo consta de un total de seis capítulos autoconclusivos sin ningún extra en esta ocasión. Un conjunto más que aceptable para adentrarnos a conocer qué esconde esta nueva antología y cuáles son las historias de sus habitantes. En cuanto a errores de impresión o diseño no hemos encontrado ninguno en nuestro ejemplar. Tanto el entintado como el sangrado y el conjunto de todas las viñetas gozan de una perfecta armonía. Por último, la obra está perfectamente traducida a nuestro idioma cortesía de Gabriel Álvarez Martínez.
Marisol Navarro