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ROCKETMAN

LOS ANTECEDENTES

El exceso de biopics de personalidades de todos los ámbitos en general hace que cada vez sea más complicado tener interés por alguno de ellos. Músicos, actores, políticos, jueces… En el mundo de las biografías en pantalla grande todo tiene cabida y la película de Rocketman parte del punto de haber conseguido algo muy complicado: Despertarnos, de nuevo, esas ganas por conocer detalles de la vida de una persona pública en formato cinematográfico. Ese es el primer mérito que debemos reconocerle.

Dicho mérito es todavía más digno de mención si tenemos en cuenta el último biopic que a todos se nos viene a la cabeza, no por ser el más reciente pero sí el más notorio (y quizá polémico a posteriori), cuyo argumento giraba también alrededor de un cantante: Es inevitable enfrentarse a Rocketman sin recordar Bohemian Rhapsody, como inevitable es también pensar en la música de los años 70 sin que Queen o Elton John nos vengan a la cabeza. Recalcamos: Recordar, que no comparar. Porque estamos ante una cinta que tiene una identidad propia, muy diferente de la que tenía el filme de Bryan Singer. Lo único que las une es la pasión por contar un pasaje concreto de la vida de algunos de los iconos más importantes de la historia de la música. Bueno, eso… y Dexter Fletcher.

LA PELÍCULA 

Más allá de lo apasionados que seamos por la figura de Elton John (spoiler: si no lo somos, lo empezaremos a ser inmediatamente después de salir del cine), lo verdaderamente atractivo de Rocketman es su carácter musical. No es una biografía del británico al uso, sino que también funciona perfectamente como musical. Musical del de verdad, del que utiliza canciones para narrar momentos en donde las palabras parecen hilar en perfecta armonía con las imágenes. ¿Suena placentero? Lo es.

El placer aumenta cuando nos damos cuenta de que Fletcher hace gala de una maestría bastante asombrosa a la hora de idear la puesta en escena de los números musicales, unos más excesivos que otros, pero todos finamente ejecutados. Y algunos, como el que da nombre a la cinta, realmente sorprendentes. Un biopic como es el de Elton John necesitaba glam, efectismo, purpurina y un poquito de mamarrachismo. Y Rocketman tiene de todo ello en su justa medida, concienzudamente calculado. Puede que incluso demasiado, no olvidemos que el propio Elton es uno de sus productores ejecutivos.

taron egerton jamie bell rocketman

ELLOS Y ELLAS 

¿Alguien sabe si Taron Egerton tiene en mente realizar una gira mundial interpretando los temas que interpreta en la película? Porque si es así, ya sabemos en qué invertir nuestra paga de verano, incluso sin tenerla. El único problema que podemos verle a esto es que el otrora jovencito aparentemente inexperto pero con mucha labia de Kingsman: Servicio secreto decidiera subirse a los escenarios y dejar a un lado la interpretación, algo de lo que después de Rocketman tenemos claro que no queremos ser privados por nada del mundo: Egerton hace suyas todas las canciones del cantante británico, pero todavía se adueña más de sus preocupaciones, de sus anhelos, de sus excentricidades y de cada uno de sus excesos. Excesos que son mostrados de forma bastante explícita en diferentes momentos de la cinta sin demasiado tabú, sí con bastante atino.

Si bien el actor llama nuestra atención durante cada segundo que pasa en pantalla (y con todas las de la ley), no podemos tener ninguna queja del reparto que le acompaña: Jamie Bell, Richard Madden y Bryce Dallas-Howard no podrían ejercer de mejores acompañantes.

LA SORPRESA

Taron Egerton. Sus fans, entre los que no descartamos que se incluya quien suscribe, ya intuían que el chico apuntaba maneras. Pero Rocketman nos lo deja tan claro que no nos extrañaría, en absoluto, que Egerton estuviera presente en las primeras quinielas hacia la ansiada carrera de premios.

taron egerton elton john rocketman

LA SECUENCIA / EL MOMENTO

Cualquiera de los números musicales que aparecen (ninguno baladí) son bastante dignos de mención, porque Fletcher impregna a todos ellos de algo que los hace especiales. Sin embargo, los de Rocketman y I’m still standing sobresalen más si cabe, por diversos motivos relacionados con la trama.

LO MEJOR

  • El reparto, con esa joya que ha resultado ser Taron Egerton a la cabeza.
  • Decidir hacer de Rocketman un musical puro y duro donde todas las canciones tienen algo que aportar a la trama.
  • Su ambientación, logradísima y muy fiel a la realidad, como podemos comprobar al final de la cinta.

LO PEOR

  • Puede parecer demasiado excesiva en algunos momentos, y eso no gusta a todos.
  • A pesar de mostrar de forma medianamente explícita algunos aspectos de la vida del músico, deja de ser un biopic «políticamente correcto», como si quizá Elton John pretendiera redimirse del todo con la película. Pero Elton, ¡todos te hemos perdonado cualquier cosa que se te ocurra hace años!

Silvia Martínez

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Ally McBeal fue la primera serie que vi y el personaje de Robert Downey Jr. del primero que me enamoré. A partir de ahí, periodista, cinéfila, seriéfila y una mezcla entre Bridget Jones y la niña de El exorcista en mis ratos libres. Actualmente, en busca de un pacto con el diablo que me otorgue más años de vida para ver todo lo que me queda... ¡Y poniendo orden a este sarao como buenamente puedo!