El comic español goza de muy buena salud, con nuevas editoriales que cuidan y desarrollan exquisitas líneas editoriales y una gran oleada de dibujantes y guionistas notables. Hace 8 años del estreno de Arrugas, la película de Ignacio Ferreras basada en la novela gráfica de Paco Roca, quien este mismo año ha vuelto a ser adaptado en Memorias de un hombre en pijama. Manuel Cristóbal, el productor de aquella película sobre la memoria, se ha vuelto a lanzar en un ambicioso proyecto de adaptación que llega a nuestros cines el próximo viernes 26 de abril. Se llama Buñuel en el laberinto de las tortugas, y es una película preciosa sobre un período de lo más interesante de la vida de uno de los mejores directores nacionales. Y la llegada de esta película nos ha entusiasmado tanto que no podíamos evitar realizar un especial con otras 10 novelas gráficas españolas que ojalá acaben en la pantalla grande.

Las Meninas, de Santiago García y Javier Olivares (Astiberri Ediciones)

Lo qué cuenta

El Premio Nacional de Cómic de 2015 lo sitúa como una de las grandes obras maestras de los últimos tiempos. Quizá por ello narra también la historia de una obra maestra, buscando entender por qué una obra de arte se convierte en un icono cultural. Y para ello utilizaron la historia de Velázquez y su cuadro más famoso, ese que atrae a cientos de personas hasta el Museo del Prado de Madrid. ¿Qué oculta el cuadro de Las Meninas?

Quién podría rodarlo

Se nos ha venido rápidamente a la cabeza Javier Olivares. Pero no el guionista del cómic, el otro Olivares. El responsable de El Ministerio del tiempo, la serie de TVE que consiguió acercar la historia de España de una forma gloriosamente original. Se nos ocurre que, buscando una riqueza narrativa tan extraña y fascinante como la de la novela, Javier Olivares sería capaz de crear una ficción audiovisual estupenda.

Blacksad, de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (Norma Editorial)

Lo qué cuenta

Estos autores españoles revolucionaron el género negro acercándolo a Disney. Así, como suena. John Blacksad es un gato detective que vive en un mundo de animales antropomórficos inspirado en los Estados Unidos de los años 50. Como Zootrópolis, pero con sangre, tiros y sexo. Una saga de cómics editada por Norma Editorial narrada con una fuerza aplastante que ha cautivado, con razón, a toda Europa.

Quién podría rodarlo

Con Blacksad creemos que debería mantenerse la animación en su traslado al cine, pero nos apetece aventurarnos a imaginar. ¿Qué director actual aspira a convertirse en el mago del thriller español? Nosotros pensamos en Rodrigo Sorogoyen, el reciente ganador del Goya por El Reino. De políticos a gatos.

El evangelio de Judas, de Alberto Vázquez (Astiberri Ediciones)

Lo qué cuenta

La clásica estética sombría de Vázquez se mezcla una vez más con la religión en una de sus obras más destacables. Judas es una ardilla muda e inexpresiva de quien solo sabemos que le gusta dibujar y que es pobre. A través de su laberinto vital aprenderemos quién es en realidad, y por el camino conoceremos a grandes secundarios como el Lobito o Jesús Cristo el editor. Y todo ello a través de mundos como Mimolandia. Suena dulce, pero no lo es.

Quién podría rodarlo

El mismo Alberto Vázquez, por supuesto. Ha demostrado en todos sus cortos (Birdboy, Decorado…) una gran capacidad para la animación, y cuando saltó al largo con Psiconautas: Los niños olvidados (también adaptando su novela gráfica) recibió los aplausos de medio mundo. Actualmente está trabajando en su segunda película, Unicorn Wars, pero si al acabar quiere mirar atrás, El evangelio de Judas sería una muy buena posibilidad.

La Casa, de Paco Roca (Astiberri Ediciones)

Lo qué cuenta

Siguiendo la estela autobiográfica de Arrugas, Roca volvió a mostrar su sensibilidad en una de sus obras más premiadas. Un año después de la muerte de su padre, tres hermanos regresan a la casa que les vio crecer bajo la intención de venderla, pero los recuerdos que afloran en cada pequeño objeto les hace plantearse una infinidad de dudas.

Quién podría rodarlo

Carla Simón demostró en Estiu 1993 ser una de las cineastas más sutiles e inteligentes que tenemos en este país. Y eso que era su opera prima. Sabemos que quiere contar sus propias historias (también autobiográficas, en gran parte), pero si en algún momento decide empezar a trabajar bajo ideas ajenas, estamos seguros de que encajaría muy bien con la obra de Paco.

Yo, asesino, de Antonio Altarriba y Keko (Norma editorial)

Lo qué cuenta

Tiene 53 años, es profesor de Historia del Arte en el país vasco, y mata personas. Pero no mata por placer, y se niega a llamarse a sí mismo “asesino en serie”. Él lo hace porque es un artista, y busca en la muerte un nuevo tipo de arte. Esta obra con la cara de su autor como la del protagonista está cubierta de reflexiones sobre el arte y viscerales asesinatos. Una novela polémica que nos encantaría ver escandalizar en pantalla grande.

Quién podría rodarlo

Ahora que Netflix ha puesto de moda las series sobre asesinos, quizá sea el momento para que España se una al nuevo género. Nos imaginamos con gusto al Alex De La Iglesia más visceral convirtiendo la obra de Altarriba en una serie sangrienta y apasionante. Lo difícil sería encontrar a su protagonista, aunque el Antonio de la Torre de Caníbal nos parece muy buena opción.

Náufragos, de Laura Pérez y Jaime Monforte (Salamandra Graphic)

Lo qué cuenta

El Madrid de los 80 frente a la Barcelona de los 90. Alejandra y Julio se enamoran en algún punto de ese tiempo, y niegan su separación pese a ser evidente para ambos. Una historia sencilla con la nostalgia y los recuerdos como punto de partida, que llega rápidamente a tocarnos y ablandarnos el corazón como pocas obras son capaces de hacer.

 Quién podría rodarlo

Debutó hablando de relaciones románticas a través de la distancia, siguió hablando de amor y desamor cuando el reloj biológico se activa y acaba de ganar en el Festival de Málaga por su aproximación definitiva a la paternidad. Hablamos de Carlos Marques-Marcet, el jovencísimo cineasta catalán que se ha labrado un nombre a base de contarnos historias de pareja (o tríos). La historia de Pérez y Monforte sería perfecta para él.

¿Quién ama a las fresas?, de Clara-Tanit (Astiberri Ediciones)

Lo qué cuenta

Fresa tiene una cabeza de fresa, igual que su madre. La ha tenido siempre, pero ahora es una adolescente a la que marginan por ello. Vivimos su vida a través del coma que sufre, lo que la hace viajar por sus inquietudes, que incluyen el sexo, la relación con su madre, o la inevitable búsqueda de la identidad propia de su edad.

Quién podría rodarlo

Clara-Tanit es una escritora y dibujante curiosa, que maneja personajes originales (su primera novela narraba la historia de una lavadora parlante) con conflictos de lo más normales. Nos remite en ocasiones a la Leticia Dolera que dirigió Requisitos para ser una persona normal. Con una buena dosis de humor y buenrollismo, Leticia podría adaptar con soltura esta interesantísima novela gráfica.

El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim (Norma Editorial)

Lo qué cuenta

Vuelve Antonio Altarriba a nuestra lista, aunque en esta ocasión lo hace para contar la historia de su padre. Un hombre que pasó por la guerra antifranquista, vivió la Francia del exilio y la España en plena dictadura. Acabó, como empieza la novela, lanzándose por la ventana de la residencia para la tercera edad de Laredo. Pero su vuelo, como el de la novela, es mucho más lejano. Junto a El ala rota forman uno de los dípticos más importantes del cómic europeo, todo un viaje por una España doliente.

Quién podría rodarlo

Puede que una serie de televisión fuera lo más adecuado para adaptar El arte de volar (y su secuela). Si Aitor Gabilondo hace un buen trabajo en la adaptación de Patria para HBO sería el candidato ideal, pues en el pasado ha demostrado desenvolverse bien en series como Vivir sin permiso.

Los surcos del azar, de Paco Roca (Astiberri ediciones)

Lo que cuenta

La crítica lo dijo rápido: “El Maus Español”. Sencillo, impactante y bastante bien definido. Los surcos del azar es, probablemente, la obra más importante de Roca. Trata el exilio español al final de la Guerra Civil, haciendo hincapié en la historia de los republicanos que formaron La Nueve, la división española que luchó contra el fascismo en Europa y acabó liberando París de los nazis.

Quién podría rodarlo

La titánica tarea de trasladar una obra como esta al cine debería caer en manos de un cineasta reputado con unos dotes más que demostrados. Si Fernando Trueba quisiese dirigir una película más, sería un gran candidato. Pero si prefiere seguir descansando, nos atreveríamos a alejar a Isabel Coixet de su intimismo habitual.

Ardalén, de Miguelanxo Prado (Norma editorial)

Lo qué cuenta

Acabamos con una de las mayores joyas del cómic español. Es mejor que está obra, premiada en todo el mundo, se presente a ella misma: “Los recuerdos, que son muchos, van y vienen, sin que yo consiga colocarlos. Nunca estoy seguro de qué sucedió antes o después, me bailan los nombres, las caras… Es como si el libro de mi vida se hubiese deshecho y me quedara en las manos un puñado de hojas que no consigo ordenar de nuevo. A veces, incluso, es como si esos recuerdos no fuesen míos… Ni siquiera estoy seguro de diferenciar lo que he vivido y lo que he imaginado.”

Quién podría rodarlo

El imaginario visual que Prado hace emerger en la novela es clave para la narración, y se nos viene a la cabeza un director que consiguió algo similar hace poco. Hablamos de J.A. Bayona y Un monstruo viene a verme, obra que muy poco tiene que ver con Ardalén, pero que nos mostró a un Bayona sensible y contenido. Es uno de nuestros embajadores en Hollywood, y llevaría la obra de Miguelanxo al lugar que se merece.

Estos son solo algunos ejemplos de grandes novelas gráficas españolas que podrían llevarse al cine o la televisión con grandes resultados. Pero mientras estas adaptaciones soñadas se hacen realidad, te recomendamos indagar entre sus páginas.

Ignasi Muñoz