Tras su emisión en la plataforma de ATRESplayer Premium, dentro de poco se va a poner ver en el prime time de Antena 3 la nueva producción de ATRESMEDIA TV en colaboración con Boomerang TV. Se trata de Alba, la adaptación española de la conocida novela turca Fatmagül y que traslada a las costas valencianas la historia de Alba, una joven que ve truncada su vida tras ser víctima de una violación múltiple. Tenéis nuestras primeras impresiones en el siguiente enlace.

Como vemos, es un tema bastante delicado y que, desgraciadamente todavía sigue ocupando las noticias de todo el mundo más de lo que nos gustaría. Por esa razón, Montse García, directora de ficción de Atresmedia TV pretende que una historia como la de Alba llegue a muchísima gente. “Nosotros tenemos una responsabilidad, y nos tenemos que ocupar y preocupar de dar esa visibilidad”, asegura en la presentación de la serie. Y Elena Rivera, la protagonista, se suma a este mensaje, porque “no es una historia más, es una historia que yo creo que a las mujeres les remueve”. Y puede dar fe de ello, pues muchas mujeres que se han visto reflejadas le han transmitido su agradecimiento porque gracias a la serie han sido capaces de contar su experiencia y así coger las riendas de su vida.

Por su parte, Luis Santamaría, director ejecutivo de Boomerang TV Ficción y productor ejecutivo de Alba, apunta que, al tratarse de un tema “tristemente universal”, les ha llevado a tratarlo “con el mayor rigor que un tema como este requiere”. También, a la hora de condensar los 80 capítulos de Fatmagül en los apenas 13 capítulos de Alba, Luis destaca la “total libertad para poder narrar las cosas desde nuestra realidad social”. De esa forma, el punto de partida es el mismo y los personajes tienen ciertas similitudes, pero Alba cuenta con “un sello propio” y está “actualizada a nuestra época y a nuestro país”.

MUJERES EN UN MUNDO DE HOMBRES

Pero sobre todo Alba, como remarca Montse “es una serie de mujeres. Mujeres fuertes, poderosas y que se mueven en un mundo de hombres donde intentan seguir adelante”. En este sentido nos encontramos a la protagonista, Alba, interpretada por Elena Rivera, una joven que “lucha por hacer justicia, por superar esa violación, por llevar a esos chicos a la cárcel, por recuperar su vida”. En este sentido no solo va a tener que sufrir los daños psicológicos que suponen un acto como ese, sino también los prejuicios y las acusaciones por parte del resto de la sociedad y de incluso las instituciones públicas. “Se siente culpable, siente vergüenza, no lo quiere contar, siente que no puede tener ayuda de nadie…».

Por su parte, Anna Wagener, interpreta a la abogada Marta Pozas. Según ella, “es una mujer luchadora, fuerte, con carácter y cree mucho en lo que defiende, porque también ha estado en la otra cara de la moneda”. De esa forma y, aunque en un principio se niegue a llevar el caso de Elena, decide luchar contra esa injusticia. Tarea que no será nada fácil, pues ya estará el personaje de Adriana Ozores para impedírselo. Interpreta a Mercedes, la madre de uno de los violadores y que será capaz de sobrepasar los límites de lo legal “para proteger a ultranza a su hijo”. Sin embargo y, como apunta Adriana, a lo largo de la serie logrará, como mujer, empatizar con el personaje de Elena.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Y en esa otra cara de la monera es donde se encuentran los tres chicos protagonistas. Álvaro Rico, Pol Hermoso y Jason Fernández se meten en la piel de tres jóvenes pertenecientes a la clase alta que lo tienen todo en la vida y que parece que se creen dueños de la vida de los demás, pues se la arrebatan a Alba cuando tras una noche de fiesta deciden drogarla y violarla. Para Álvaro Rico era necesario estar ”en esa parte cruel, mala y negativa” para poder contar el mensaje de Alba y que “estas historias ojalá algún día no se vuelvan a repetir”. Y remarca que este tipo de personas no tienen por qué tener algún problema psicológico, sino que son personas normales con las que convivimos día a día. Su personaje es Jacobo, perteneciente a la familia Entrerríos, primo de Rubén, amigo de Hugo y un poco “el líder natural del grupo”.

Por su parte, Pol Hermoso destaca la importancia de humanizar a esos personajes, para que ciertas personas de la vida real puedan llegar a sentirse identificadas. Él interpreta a Rubén Entrerríos, hijo de Adriana Ozores. Muy acomodado en su clase social y sin aparentes preocupaciones, su problema es que “no se conoce a sí mismo y cuando cruza una línea que no debería cruzar nunca nadie salen todos sus demonios y hace una evolución muy profunda”.

Por último, Jason Fernández interpreta a Hugo, amigo de la familia Entrerríos pero que pertenece a un mundo muy distinto, por lo que siempre intenta encajar en él. “Tiene una coraza muy gorda a su alrededor que a medida que avanza la serie se va a ir derrumbando a raíz de la agresión sexual y se va a ir dando cuenta de todos los problemas que él lleva consigo mismo”. Y acaba diciendo que lo bonito de Alba es que no solo cuenta la historia de la víctima sino también de los agresores y cómo cada uno reacciona de distinta forma. Esto es algo que también destaca Adriana. “Yo creo que una de las cosas que con más rigor se han hecho es esa mirada con lupa a cada uno de los personajes y sus circunstancias”.

UNA ESCENA MUY DURA EMOCIONALMENTE

Todos los actores están de acuerdo en que la escena que más les costó rodar es la de la violación. Luis Santamaría cuenta que tenía que ser cruda, pero sin traspasar ciertas líneas. Esto en rodaje no se trata más que de una coreografía, pero emocionalmente es algo muy duro de representar. Elena (Alba) cuenta que tras acabar esa secuencia, se le quedó dentro “un sentimiento de angustia” al ser algo que realmente ocurre en la vida real. Algo parecido fue lo que sintió Jason (Hugo), una incomodidad y un malestar que no le dejaba despegarse de su personaje. En cambio, Pol (Rubén) sintió una sensación de vació al no sentirse representado con ese tipo de actos. Por su parte, Álvaro (Jacobo) destaca la importancia de los ensayos para sentirse todos cómodos a la hora de grabar.