La historia se las trae. Navegar las 3.500 millas naúticas que separan sudamérica de las rías gallegas en un cacharro a medio camino entre embarcación y submarino, enfrentándose a los rigores del océano atlántico durante casi cuatro semanas, exige mucha valentía. O quizá mucha ambición. Sea como fuere, lo que desde luego siempre faltó fue un poco de sentido común. No es de extrañar por tanto que el sonado episodio acabase copando las portadas de los periódicos y haya supuesto un punto de partida muy atractivo para un libro homónimo escrito por el periodista Javier Romero (salió a la venta le pasado 13 de enero y ya va camino de su segunda edición) y para la serie de cuatro capítulos que Prime Video estrena este próximo 25 de febrero.
Y es que estamos hablando del primer narcosubmarino interceptado en Europa, en una operación tierra-mar-aire en la que las fuerzas de seguridad española y portuguesa trabajaron conjuntamente para torpedear una operación que pretendía introducir más de 3 toneladas de cocaína en una embarcación que si bien no podía sumergirse a muchos metros de la superficie, sí lograba en todo momento mantener su casco totalmente sumergido, lo que le hacía prácticamente indetectable para los radares. Una embarcación hecha a mano por los señores de la droga colombiana de 20 metros de eslora y un peso aproximado de 40 toneladas que actualmente está expuesto en la Escuela Nacional de Policía de Ávila.
Álex González da vida en la ficción a Agustín Ávarez, el hábil piloto vigués que firmó una hazaña que sin sus habilidades estaba condenada al naufragio. Y sobre su personaje, auténtico epicentro de la trama, capos, primas (licencia de la serie), amigos fieles hasta el final, el salvaje mundo del narcotráfico sudamericano y los agentes de la autoridad. Todos en danza durante los cuatro capítulos para reconstruir esta hazaña del delito en la que el vigués se vio acompañado por dos ecuatorianos (nunca tres fueron tanta multitud…) que hace solo unas semanas cerraba capítulo en los juzgados repartiendo 11 años de prisión a los tres tripulantes del submarino y una multa de 300 millones de euros, más otra buena colección de penas a los implicados en el desembarco del alijo una vez llegado a tierras gallegas.
La serie, sus luces y sus sombras
Desde luego la elección de llevar a la pantalla este episodio en 4 capítulos se torna acertada y facilita un consumo maratoniano con un timing muy aceptable, evitando alargar en exceso las líneas narrativas o explorar elementos que pudiesen suponer un bajón de ritmo. Bien para Daniel Calparsoro en sus labores de dirección, y bien por el equipo de producción a la hora de buscar los escenarios, especialmente ese esfuerzo de grabar parte de la acción en el mar y en el interior del narcosubmarino., un espacio reducido donde nunca es fácil ni colocar, ni mover la cámara. Álex González está pletórico y arroja un interpretación muy sólida dotando a su personaje de carisma y un equilibrio necesario para otorgarle una combinación de inmadurez y arrojo bastante interesante. Porque si bien Agustín es un neófito en la feria del narcotráfico, sí termina imponiendo su experiencia y su carisma para salvar con gloria muchos pasajes que acabarían derrumbado a más de un mortal. Junto a él un nutrido reparto de secundarios de peso, con Luis Zahera, Nerea Barros o Manuel Manquiña sudando oficio en cada una de sus breves apariciones, con sus gestos y con sus miradas.
Pero no todo son aplausos, porque ciertamente la historia que se cuenta es interesante porque estamos hablando de un plan tan suicida como audaz, pero pierde de manera notable el interés, o al menos la capacidad de sorpresa, cuando la acción se localiza en la selva amazónica, en la que se suceden varias situaciones muy trilladas, algunas de ellas sin aportar la tensión que se necesita en una serie de este calado. Quizá la serie hubiese subido puntos si en vez de centrar tanto el foco en aspectos del relato rutinarios, hubiese optado por dar mayor cancha a la operación policial, apostando por el thriller policiaco de una manera más contundente, pues material hay de sobra para explorar este camino. Una opción que evidentemente no nos atañe y es cosa del equipo de producción del proyecto, pero que no queremos dejar de señalar por lo que podía haber sido y nunca fue.
En cualquier caso, una miniserie de 4 capítulos muy recomendable que puede salvar con mucha soltura un fin de semana sin planes, y que recupera una de las decomisos más sorprendentes de nuestra historia reciente para engrosar las listas de ficciones que orbitan en torno al narcotráfico.
Y la tenéis en Prime Video desde este viernes 25 de febrero.
Alfonso Caro