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INSTINTO MATERNAL

LOS ANTECEDENTES

Instinto maternal es lo nuevo del cineasta belga Olivier Masset-Depasse. Se trata de su tercer filme y tuvo su estreno internacional en el Festival Internacional de Cine de Toronto donde se presentó en Sección Oficial. Masset-Depasse adapta una novela negra “Derrière la Haine” de la escritora belga Bárbara Abel. Sumerge al espectador en un ambiente propio del thriller psicológico ambientado en el Bruselas de los años 60 y con el protagonismo de dos familias burguesas a las que una tragedia les cambia la vida. Encabezan el reparto las actrices belgas Veerle Baetens y Anne Coesens. La película se estrena este viernes en las salas españolas.

LA PELÍCULA

El filme se sitúa en los años 60 en Bruselas. Alice (Veerle Baetens) y Céline (Anne Coesens) son vecinas y, además, muy buenas amigas. Son inseparables y sus hijos se han criado juntos hasta el punto de parecer hermanos. Sin embargo, todo lo que parece indicar que se trata de una amistad inseparable pronto se desmorona cuando la tragedia asoma por la vida de Céline. Su hijo sufre un accidente y muere ante la mirada de su vecina y amiga Alice, que no puede hacer nada por evitarlo. Ese es el desencadenante para que se desarrolle este thriller donde se demuestra que por venganza se puede hacer cualquier cosa y que en la amistad no se perdona todo.

Instinto maternal bebe de los filmes de thriller psicológico, de corte clásico. Se presenta un ambiente lleno de tranquilidad en el que todos se llevan bien y nada hace presagiar que va a ocurrir una desgracia que perturbe la situación. Se trata de la descomposición de dos familias burguesas aparentemente ideales que no esconden nada y tienen una vida plena llena de felicidad y nula de problemas.

Cuando aparece la catástrofe en estas dos familias surge todo lo que estaba escondido. Las culpas, los rencores, la incapacidad del perdón, el cambio de actitud y, por último, la crueldad humana. El filme huye de los maniqueísmos, aquí no hay ni buenos ni malos sino una serie de personajes que intentan sobrevivir actuando de la manera que lo hacen. Todos tienen sus motivos para justificar, o no, su comportamiento aunque moralmente eso resulte espantoso. Se trata, tal y como dice el director, de mostrar “la parte oscura del instinto maternal”.

No esconde el director su interés por realizar un filme con referencias al cine de Alfred Hitchcock o incluso al de David Lynch. El hecho de querer homenajear, en cierto modo, las películas del Hitchcock de los años 60 le llevó al cineasta a adaptar la novela, que se desarrolla en un ambiente contemporáneo, a la Bruselas de los años 60 ya que aseguró que “la historia ya es lo suficientemente oscura como para ponerla en el presente, sería mucho más tenebrosa así”. Por lo que para realizar una narración clásica, que es lo que a él le interesaba, era necesario que el espectador viera la película con distancia, no desde un contexto actual.

El problema de Instinto maternal no radica en que la intriga y el relato no se resuelvan de manera coherente con el género al que pertenece el filme sino que es el desencadenante lo que chirría. No está del todo claro la verosimilitud del accidente del hijo de Céline. Se queda por tanto en un intento de thriller donde destaca, por encima de la trama, la estética de la película, los decorados tan conseguidos y las interpretaciones de las dos actrices protagonistas.

INSTINTO MATERNAL- EL PALOMITRON

ELLOS Y ELLAS

Las dos protagonistas femeninas Veerle Baetens y Anne Coesens realizan una interpretación sobresaliente. Representan a esa clase social aburguesada donde todo es perfecto (y luego no lo es). Ver cómo desarrollan ese cambio de actitud, ese paso del amor al odio silencioso, resulta muy enriquecedor ya que en cuanto a lo interpretativo la película es magistral.

Los hijos, sobre todo uno de ellos: Théo (interpretado por Jules Lefebvre), también tienen su peso importante durante el filme siendo los dos padres (interpretados por Mehdi Nebbou y Arieh Worthalter) los que menos presencia tienen y menos oportunidad para desarrollar su papel.

LA SORPRESAINSTINTO MATERNAL- EL PALOMITRON

En cuanto a estética y a escenarios puede recordar a una película de Hitchcock de su mejor etapa.

LA SECUENCIA / EL MOMENTO

A riesgo de hacer spoiler sólo podemos decir que una de las mejores escenas ocurre en el último acto de la película y tiene como a protagonista a Céline (Anne Coesens), la madre que pierde a su hijo, y al hijo de la otra familia, Théo (Jules Lefebvre). En la escena los demás están viviendo un momento llamémoslo complicado y es el personaje de Céline quien controla la situación y cumple su objetivo: quedarse a solas con el hijo de su amiga, o por lo menos vecina.

TE GUSTARÁ SI…

Te gustan los thriller psicológicos clásicos.

LO MEJOR

  • La estética
  • Las interpretaciones

LO PEOR

  • Hay momentos en los que, al faltar información o ser liosa, no llega a ser del todo comprensible la película.
  • La trama está al nivel de un telefilme

Javier Valera

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