HASTA QUE LA BODA NOS SEPARE
LOS ANTECEDENTES
Dani de la Orden estrenó en septiembre de 2019 uno de los títulos más destacados del pasado año, Litus, un drama sobre un grupo de amigos que se enfrentan al suicidio de uno de ellos. El director catalán ya había debutado en el cine con la estimable Barcelona, noche de verano (2013) dónde demostró que manejaba muy bien el género dramático pero también se ha manejado, años después, con la comedia, El pregón (2016) y El mejor verano de mi vida (2018). Con Hasta que la boda nos separe, la película que estrena este viernes 14 de febrero, vuelve a la comedia y lo hace con algunos actores que ya han trabajado con él como Alex García, Belén Cuesta o Adrián Lastra junto a Silvia Alonso o Gracia Olayo, entre otros.
LA PELÍCULA
En Hasta que la boda nos separe nos encontramos ante una comedia de enredos de corte clásica. Marina (Belén Cuesta) es una wedding planner que cuenta con la ayuda de su madre (Gracia Olayo) y una amiga (Mariam Hernández). En una de las bodas que organizan conoce a Carlos (Alex Garcia), que tiene novia (Silvia Alonso), y ahí se inicia lo fundamental de este tipo de comedias: el triángulo amoroso.
Basada en una película francesa, La wedding planner (Reem Kherici, 2017), el filme de Dani de la Orden acierta en dos de los aspectos más importantes que necesita una comedia para que funcione. En primer lugar, el guion: si los diálogos no tienen ingenio la película pierde en todos los sentidos y aquí no ocurre ya que también cuentan con otro aspecto indispensable, los actores secundarios. De siempre es sabido que unos buenos actores secundarios son capaces de levantar cualquier película y aquí se confirma la regla: el filme está lleno de abundantes cameos como si nos encontráramos en una comedia de los 60 y 70 española donde eso era lo normal, en la actualidad no ocurre tanto.
Dani de la Orden se mueve bien dentro de la comedia aunque se evidencia cierta tendencia a provocar situaciones disparatadas que no consiguen cuajar; eso se une a ciertos diálogos (y secuencias) llenos de un humor bastante básico, sin nada de inteligencia, que perjudica a una película que tiene cosas bastante positivas, como el reparto antes comentado o que no tiende a los típicos clichés de siempre.
Aún con sus fallos, Hasta que la boda nos separe es una película bastante entretenida donde el espectador se puede reír constantemente y que juega muy bien a no ser una típica película romántica donde todo sale bien; aquí también hay final feliz pero todo es absolutamente disparatado, como las buenas comedias.
ELLOS Y ELLAS
Dani de la Orden ha escogido muy bien a todos los actores, tanto a los que tienen más protagonismo como a aquellos que tan solo tienen un par de secuencias. Alex García, que ya había trabajado con el director en Litus, sale bien parado en una especie de galán torpe, Silvia Alonso y Belén Cuesta aciertan también en sus respectivos roles y los tres (junto a García) crean situaciones bastante divertidas.
Una mención aparte se merece Gracia Olayo, la actriz secundaria siempre está bien, en el papel que le den, y eso solo le ocurre a las grandes intérpretes como ella. Lo mismo le pasa a Malena Alterio, a Jordi Sánchez y a Antonio Resines, salen poco pero cuando salen todas las miradas van hacia ellos, lo demás no interesa.
Adrián Lastra, por su parte, repite un poco el rol que interpretó en Litus pero aquí se puede desenvolver mucho mejor en la comedia. Lo mismo le ocurre a Mariam Hernández o a Antonio Dechent, la comedia les quiere.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
Sin hacer spoilers solo podemos decir que la escena de la boda final es una de las secuencias más divertidas; gracias, de nuevo, a los actores.
LA SORPRESA
Que Dani de la Orden, junto a los guionistas Olatz Arroyo, Eric Navarro y Marta Sánchez, haya cogido la idea de una película francesa para crear algo con frescura, gracia y encanto. Y eso no siempre pasa en las comedias que son remake: 2019 tiene algunos ejemplos fallidos, por ejemplo.
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LO MEJOR
- El reparto, desde los protagonistas hasta los secundarios
- La escena inicial con Ernesto Sevilla
LO PEOR
- Que se pretenda hacer humor visual con situaciones que no lo requieren
Javier Valera