ALFAZ DEL PI SE VISTE DE LARGO PARA INAUGURAR LA 31 EDICIÓN DE SU FESTIVAL DE CINE
La semana que le espera a la localidad alicantina de Alfaz del Pi rebosa cine y actividades por sus cuatro costados. Y ya van más de tres décadas como una de las banderas de nuestro cine en la Costa de la luz, aquella meca del cine español que durante unos breves años quiso convertirse en uno de los platós referencia en Europa. Un sueño corrompido por la crisis y los desmanes de nuestros políticos que no dejaba (ni dejará) de ser un resultado natural del romance que de manera tradicional ha vivido siempre la tierra de Alicante con nuestro cine.
Si hace algo menos de dos meses Alicante celebraba la 16 edición de su festival de cine, en estos días es la localidad de Alfaz del Pi la que toma el testigo y se vuelca con el cine. Dos formatos reinan: el cortometraje (más de 7.000€ en juego en premios) y el largometraje, que a pesar de jugar un papel complementario sí disfruta de una cuidada selección de títulos nacionales e internacionales que actualizan algunas de las películas más destacadas que han llegado a las salas en los últimos meses. Un abanico de opciones (podeis consultar aquí las claves del programa de esta edición) que no se olvida ni de los vecinos con más solera de la localidad, ni de la comunidad de expatriados noruega más importante de Europa (se proyectará Utoya, la película que recrea en tiempo real la fatídica masacre que en 2011 acabó con la vida de 77 personas, la mayoría adolescentes, en el capítulos más negro de la historia reciente de Noruega).
Y para dar el pistoletazo de salida, este pasado sábado se celebraba en la localidad alicantina la gala de inauguración, en la que se rapartieron los Faros de Plata de esta edición, y en la que habitaron por derecho propio algunos rostros muy populares del cine y la televisión invitados a participar y celebrar el compromiso de la organización con el cine. Junto a ellos también personalidades de la industria que tampoco quisieron perderse la cita.
Ana Arias, Andrea del Río, Marta y Loreto Valverde, Miriam Larragay, Leticia Dolera o Miriam Díaz Aroca, los actores Jacobo Dicenta, Daniel Pérez Prada, Luis Miguel Seguí, Fernando Esteso, Óscar Lara o Roberto Álamo, el director Miguel Ángel Tobías, la directora de producción, y fundadora de la Academia de Cine, Marisol Carnicero, la productora Carmen Bernabeu, la directora Judith Colell, la representante de actores Olga Antúnez, el director del Festival de Cine de Tarazona Raúl García Medrano o los periodistas y comunicadores Carlos Gurpegui y Henar Álvarez desfilaron por la alfombra roja previa a la ceremonia.
Álex O´Dogherty y la relatividad del tiempo
Es menester postular desde ya una defensa incondicional a los festivales pequeños y el esfuerzo que se hace en estas localidad (tanto económico como humano) por mantener al cine entre las estrellas de sus agendas anuales en materia de cultura. Alfaz del Pi es una localidad ejemplar en este terreno, y la gala de inauguración que se celebró el pasado sábado 6 de julio bien puede funcionar como una suma de factores modélicos que bien podría figurar como prototipo para este tipo de actos.
Con una apertura liderada por diversos montajes de vídeo en los que los requisitos institucionales convivieron con las piezas promocionales del propio festival (olé por ese montador y su elección del tema «Someone in the crowd» de La ciudad de las estrellas para acompañar las imágenes más destacadas de pasadas ediciones), la gala de inauguración tuvo un protagonista indiscutible: Álex O´Dogherty. El popular actor y humorista condujo la celebración con tanto ritmo que los cerca de 90 minutos que necesitó se hicieron muy cortos para las más de 400 personas que se congregaron en el Auditorio de la Casa de la Cultura de la localidad.
Cimentada sobre cuatro pilares, los momentos estelares de la noche, Álex O´Dogherty supo imprimir un ritmazo a una celebración que contó con la complicidad de un público entregado a la diversión y el entretenimiento que el gaditano y su banda «La bizarrería» cocinaron con los números musicales como hilo conductor. Y así, los discursos inevitables del director de la gala, fantástico como siempre Luis Larrodera, y el alcalde de Alfaz del Pi Vicente Arques Cortes, dieron paso a la entrega de los Faros de Plata a los homenajeados de la edición 2019: Leticia Dolera, Roberto Álamo y el tristemente recién fallecido Chicho Ibáñez Serrador (su Faro lo recibía en representación Miriam Díaz aroca). Todo con una incursión en el escenario, de regalo, de Fernando Esteso, que interpretó su tema estrella «Soy un vividor», himno popular con el que participó en 1982 en el Festival de la Canción de Benidorm.
Y si hay que destacar algo por encima de todo, es el acierto en el modelo de gala, tremendamente interactivo y enemigo de dejar al público en garras del aburrimiento. Un ejercicio de color que fue disfrutado y saboreado por los asistentes, y sentido de manera muy especial por los allegados y sus círculos de amistades. Todo muy humano, todo muy sincero, todo muy terrenal y al alcance de todos.
Momentos para recordar
La gala nos dejó un buen abanico de momentos que nos llevamos en la memoria, y que son ya parte de nuestros recuerdos cada vez que revivamos en nuestra memoria esta experiencia:
- La actuación de Álex O´Dogherty: dinámica y plural, no se olvidó de nada. Ni de los homenajeados, ni de los invitados, ni de hacer guiños a la política o encontrar en Tony «el del bar» un aliado espontáneo entre el público, diana de sus bromas.
- La emoción: un momento que corrió a cargo de un conmovido Luis Larrodera, que daba paso al video homenaje (bastante emotivo también) de Chicho Ibañez Serrador sin poder ocultar las lágrimas o evitar quebrar su discurso al recordar una figura tan importante para nuestro audiovisual como esencial en la vida del actor y presentador.
- La amistad sincera y empapada de respeto que se procesan Leticia Dolera y Henar Álvarez, la periodista que por sorpresa fue la encargada de entregar el Faro de Plata a la actriz con un discurso que puso en valor la humanidad y el trabajo de Leticia Dolera, con una mirada cómplice llena de satisfacción.
- La energía de Fernando Esteso, al que le bastaron literalmente segundos para hacerse con el escenario y demostrar que uno es grande por méritos propios, y que hay una generación de artistas de raza que es directamente incombustible.
- El compañerismo que puso encima de la mesa Jacobo Dicente, orgulloso de Roberto Álamo (fantástico su símil armado con las características del árbol que da nombre a su apellido), como actor y como amigo dotado de una sensibilidad exquisita por descubrir.
- El humor del que hizo gala Roberto Álamo rememorando su odisea particular para llegar a la gala, pérdidas y olvidos de traje y complementos incluidas.
- El estado generalizado de animación y buen rollo del público, invitados incluidos, que fueron decisivos para gozar la gala y vivirla desterrando en muchos momentos la rigidez del protocolo y la ceremonia propia de galas más grandes.
Con todo, una maravilla de bautismo para esta edición, que contará con nuestra presencia también en el fin de semana de clausura, y cuyos detalles y momentos estelares podéis seguir a través de nuestras redes.
Porque esto, no ha hecho más que empezar.
Alfonso Caro