ESPECIAL LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS: ¿QUIÉN INSPIRÓ A DAMIEN CHAZELLE?
Al salir del cine de ver La ciudad de las estrellas todos piensan en cantar, bailar y, sobre todo, en comenzar a perseguir aquellos sueños que andan en algún cajón cogiendo polvo. Esta película protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling, que dan vida a Mia y a Sebastian, está causando furor y maravillando al planeta entero. ¿Qué tiene La ciudad de las estrellas que tanto nos gusta? Uno de los factores clave son las tantas influencias de otros musicales que percibimos en la nueva obra de Damien Chazelle, logrando que el espectador sienta nostalgia.
Sin embargo, no solo existen referencias e inspiraciones en el género musical, sino también (y sorprendentemente a primera vista) en otras cintas que poco o nada tienen que ver con el género. Por lo tanto, hagamos un recorrido por La ciudad de las estrellas en busca del origen de esa nostalgia que nos brinda Chazelle en su nueva obra maestra. Para ello hemos seleccionado números musicales y momentos inspirados en otras películas que marcaron un hito en la historia del cine.
El mismo director afirma que, aun no queriendo, las películas que ha visto a lo largo de su vida acaban acompañándole en sus proyectos, informando de lo que está haciendo. Además, hace hincapié en la forma de utilizar los colores en las películas de los 40 y 50, lo que inevitablemente es una inspiración para él. La ambientación, la música, los bailes y los colores son los auténticos protagonistas en su última película. Veamos qué le inspiró.
1. ANOTHER DAY OF SUN
En esta primera escena, Chazelle abre el apetito de musical de manera magistral situando al espectador en un atasco en la carretera. Somos testigos de un espectacular plano secuencia con los bailarines mientras suena una melodía pegadiza y elegante. Pero ¿se inspiró en alguna película el joven director? Quizás incluso en varias…
8 1/2 (Fellini)
Exactamente, lo estáis pensando y estáis en lo cierto: esta película no es un musical. Sin embargo, su comienzo, basado en un sueño surrealista del personaje Guido Anselmi, inspiró a Chazelle en la puesta en escena de su también apertura en La ciudad de las estrellas. De hecho, Roger Ebert, el primer crítico en ganar un premio Pulitzer de la crítica, llegó a afirmar que las películas de Fellini eran tan musicales desde un punto de vista espiritual que las podía ver en la radio, aunque no fueran musicales.
Weekend, the traffic jam (Jean-Luc Godard)
El maestro Godard también se atrevió con un plano secuencia de 7:25 minutos (se dice rápido) del que evidentemente ha bebido Chazelle para tomar la decisión de su apertura de telón.
https://vimeo.com/11136204
Las señoritas de Rochefort
Otro momento musical que inspiró a Damien Chazelle para su primera escena: vehículos y bailarines, una mezcla un tanto extraña pero muy eficaz, utilizada no solo en la película francesa, sino también en la apertura al mundo de los sueños de Mia y Sebastian.
2. SOMEONE IN THE CROWD
En este segundo número musical el colorido está presente en su máximo esplendor y una voz interior nos va repitiendo que estas escenas ya las hemos visto en alguna parte. En efecto, en este acto la influencia de los clásicos es más que evidente y un acierto en toda regla.
Es necesario diferenciar entre dos partes en Someone in the crowd:
West Side Story y Noches en la ciudad (Sweet Charity)
Mia baila y canta junto a sus amigas en el piso que comparten, hablando de ese chico que podría conocer esa misma noche si se animara a salir con ellas. Un momento musical que recuerda a María (Natalie Wood) de West Side Story y las chicas a su alrededor en el momento en que aquella les explica cantando (por supuesto) lo feliz que está. ¿Nuestra Emma Stone como la nueva María? Esta referencia solo nos puede encantar. Los nombres Mia y María se parecen además, ¿no?
De lo que no podemos apartar nuestra mirada es de esos vestidos de colores vivos que nos transportan a Noches en la ciudad, así como también a partes de su coreografía.
En esta primera parte, Chazelle nos muestra la habitación de Mia, donde su personaje fantasea con ser actriz. Se ha creado una versión tecnicolor de Los Ángeles en este pequeño rincón con colores vivos y referencias a viejas glorias de Hollywood y al artista David Hockney. Y qué decir de ese póster gigantesco de Ingrid Bergman, la actriz favorita del personaje de Emma Stone. De hecho, la obra que escribe en la película trata sobre la mismísima actriz, aunque ello en ningún momento se mencione durante el musical, según ha revelado el diseñador de producción David Wasco.
En una segunda parte del mismo acto musical, la coreografía recuerda en muchos momentos a la película Noches en la ciudad. Juzgad vosotros mismos.
3. POOL PARTY
No todo iban a ser referencias a momentos musicales de las películas. Algo de Cantando bajo la lluvia se encuentra en la escena en la que Emma Stone ve tocar en un grupo a Ryan Gosling (justo después tienen un corto encuentro). Este se defiende diciendo: «I’m a real musician» («Soy un músico de verdad»), a lo que Emma Stone replica: «I’m a real firefighter» («Soy una verdadera apagafuegos«). En Cantando bajo la lluvia, Debbie Reynolds le dice algo similar a Gene Kelly: «I’m a real actress» («Soy una actriz de verdad»). Y, por supuesto, tanto en uno como en otro caso terminan enamorándose perdidamente.
David Wasco, el diseñador de producción de La ciudad de las estrellas, afirma que las llamadas pool parties (fiestas en la piscina) son sinónimo de Los Ángeles. Y precisamente Damien Chazelle se inspira en las pinturas de pop de los años 60 de las piscinas de L. A. como A Bigger Splash, de David Hockney.
Para la ambientación de la película (y aunque resulte incongruente), Chazelle se inspiró tanto en Boogie Nights como en Sunset Boulevard (el fin era recrear concretamente esas fiestas tan características de Los Ángeles).
4. LOVELY NIGHT DANCE
Probablemente la escena musical más mágica de La ciudad de las estrellas y que permanecerá en la retina del espectador por mucho tiempo. Y, obviamente, sus inspiraciones solo podían ser los mejores maestros: Isn’t that a lovely day y Cheek to cheek, ambas del musical Sombrero de copa.
5. CONFESIONES ENTRE ESTRELLAS
Sebastian sorprende a Mia en su lugar de trabajo, que no podía ser otro que la cafetería de los estudios de cine de Los Ángeles. Aquí es donde Mia le enseña la ventana desde la que Humphrey Bogart e Ingrid Bergman se asoman en Casablanca.
Mia y Sebastian se confiesan sus sueños y resultan ser los mismos que los de los personajes del musical Un americano en París. Una referencia tras otra a clásicos, y ello sin pecar de no ser original.
6. REBELDE SIN CAUSA EN EL RIALTO Y EN EL PLANETARIUM
La pareja protagonista de La ciudad de las estrellas acude como primera cita oficial al cine Rialto en el sur de Pasadena para ver Rebelde sin causa. Desde 2007 este cine se mantiene cerrado debido a no poder mantenerse como un cine de una sola sala (la crisis…) y solamente abre para fiestas privadas. Según Robert Foulkes, supervisor de localización, Chazelle ama las butacas rojas que todavía se encuentran allí.
La proyección, como bien recordáis, se para por un fallo técnico, pero la cita tiene una continuación mucho más original y, sobre todo, cinematográfica: Mia y Sebastian se dirigen al mismo Planetario del Observatorio Griffith donde transcurre una parte de Rebelde sin causa.
Una vez allí, presenciamos una de las escenas más surrealistas y visualmente hermosas de la película y que recuerdan a varias películas, de entre las cuales hay una en la que muy pocos espectadores han pensado: ¿WALL·E? Sí, en efecto, WALL·E.
Es curioso que esta película de Pixar y Disney formara parte de la inspiración de La ciudad de las estrellas. La encargada de las coreografías en este musical fue Mandy Moore (no confundir con la actriz), que se inspiró, entre otras, en la escena en la que Wall·E se propulsa/impulsa en el espacio con un extintor, dando lugar a que la coreógrafa les exigiera a Emma y a Ryan que se movieran en el aire de forma similar.
Y seguimos con la factoría Disney. Bella y bestia son… En este clásico de Disney la escena del baile se enfoca desde las alturas sin dejar de mostrar el baile de ambos protagonistas, con la cámara acercándose cada vez más a ellos. Sin duda, una de las escenas más recordadas de una época de oro de Disney. Es justo este ángulo el que Damien Chazelle quería lograr para el vals flotante de Mia y Sebastian en el planetario. En este caso, sin embargo, no podemos encontrar el paralelismo de la bestia en ninguna parte…
No solo La bella y la bestia nos deleitaron con un elegante vals, sino también el clásico La bella durmiente, que culmina en un final sobre las nubes bailando un vals al son de la canción Once upon a time. Probablemente, Chazelle (aunque en este último caso no se ha confirmado oficialmente) sacó su lado más infantil. Porque los dibujos animados también son arte y muy inspiradores.
Es inevitable pensar en otro musical en el que sus protagonistas saltan literalmente de la ventana para cantar y enamorarse. Moulin Rouge, de Baz Luhrmann, que supuso una revolución en 2001, también destacó por su potente historia de amor, su colorido y originalidad. La puesta en escena de Your song es similar en algunos aspectos al vals flotante de Mia y Sebastian.
6. EMMA Y RYAN EN EL CLUB DE JAZZ
La canción When I wake, de Justin Hurwitz, suena mientras los dos protagonistas van conociéndose cada vez más, y en este caso, mientras Sebastian enseña a Mia la pasión por el jazz. Esta música de fondo nos suena de algo. Damien Chazelle ya contó con ella en su segunda película, Whiplash, mientras Andrew (Miles Teller) tenía su primera cita con Nicole (Melissa Benoist).
Con respecto a Whiplash, aunque parezcan dos películas totalmente distintas, es fácilmente perceptible que ambas comparten la temática de la música y la necesidad de perseguir los sueños. Además, J. K. Simmons, el profesor exigente amante del jazz, se convierte en La ciudad de las estrellas en el propietario de un elegante local que detesta el jazz y prohíbe a Sebastian tocar este tipo de música. Un guiño simpático y lleno de ironía en toda regla a su anterior película.
7. EPILOGUE (última escena)
La última escena ha dado que hablar tanto por sus diferentes interpretaciones como también por abrir el debate de si realmente era el final que merecía La ciudad de las estrellas (surgieron comentarios incluso sobre su coherencia narrativa).
Wasco trabajó mano con mano con el director artístico Carl Sprague, con el que ya colaboró en Los Tenenbaums. Una familia de genios, para dar a la escena final de La ciudad de las estrellas una estética particular. Según ellos, todo se hizo manualmente, incluso los arbustos que aparecen en un momento dado se recortaron y pintaron, dejando a un lado la tecnología punta, justamente como se procedía en los musicales de los años 30 y 50.
Damien Chazelle era muy consciente de lo que hacía a la hora de decantarse por este epílogo bello y surrealista que se inspira en el final de la película El séptimo cielo. No se trata de un musical, sino de una película muda de 1923 que narra la historia de un hombre, Charles Farrell, que muere en la guerra dejando atrás a su amada, que al conocer la noticia lo niega y tiene la esperanza de que sigue vivo. Al final vuelve a aparecer el campo de batalla y él no muere, sino que regresa a casa y besa a su querida, que le estaba esperando. Para Chazelle el final de El séptimo cielo tiene varias lecturas, entre las cuales él se decanta por el hecho de que él ha muerto y, a la vez, está vivo. El director de La ciudad de las estrellas opina que la razón por la que estos dos hechos contradictorios pueden coexistir se debe al amor tan profundo que ella profesa hacia él, un amor que logra que todas las reglas físicas, del tiempo y de la realidad, dejen de existir. Y este pensamiento de Chazelle es lo que le llevó a rodar el final de su tercera película. Estos comentarios del director pueden dar lugar a la lectura del final de La ciudad de las estrellas: Mia y Sebastian acaban juntos viviendo una historia de amor mágica y teniendo vidas separadas. En la ciudad de las estrellas y de los sueños ambas realidades pueden coexistir.
Y por supuesto en este apoteósico final aparecen referencias a otras películas míticas. Apuntemos unas cuantas:
El globo rojo
La ciudad de las estrellas hace un pequeño guiño (pasa muy desapercibido) a El globo rojo, un recorrido por las calles de París de la mano de un niño y su globo de rojo. Un detalle del que muchos no habrán dado cuenta.
Una cara con ángel
Hacer referencia a una de las más grandes de Hollywood como fue Audrey Hepburn ha sido un must para el joven cineasta. Una estilosa Audrey sujeta en Una cara con ángel globos de colores durante una sesión de fotos con el Arco del Triunfo de París de fondo.
La nueva melodía de Broadway
En el epílogo también aparecen Mia y Sebastian bailando en un espacio lleno de luces que inevitablemente nos transportan al número musical Begin the beguine protagonizado por Fred Astaire y Eleanor Powell.
8. MAYORES INFLUENCIAS
Los paraguas de Cherburgo
Damien Chazelle admite que una de sus mayores influencias, no solo en La ciudad de las estrellas, sino en toda su trayectoria, es y será Jacques Demy. Su película Los paraguas de Cherburgo es la que más le ha enseñado, y ha confesado incluso que se trata de su amor más profundo. ¿Qué ha tomado concretamente la película protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling de la obra de Demy? Sus colores vivos, así como también una simpática referencia no explícita: cuando Mia muestra a Seb la ventana de Casablanca, justo debajo observamos el rótulo Parapluies (paraguas).
Cantando bajo la lluvia
Este musical ha sido la mayor influencia de La ciudad de las estrellas, y Chazelle no dudó en insistir tanto a Emma y a Ryan como al equipo para que no pararan de verla e inspirarse en ella. No solo encontramos una referencia a ella en la escena de la piscina que se mencionaba antes, sino en otras.
En A lovely night dance hay un claro guiño a Cantando bajo la lluvia: un apuesto Ryan Gosling agarrándose con un leve balanceo a lo Gene Kelly.
Mia y Sebastian siguen conociéndose mientras pasean por los exteriores de los sets de Hollywood, escena que recuerda a Cantando bajo la lluvia, en la que sus dos personajes hacen exactamente lo mismo.
En el famoso epílogo de La ciudad de las estrellas hay varios elementos muy similares al musical protagonizado por Gene Kelly, muy en especial el ballet de Broadway Melody o la escena del director del casting de Mia.
9. LA NOSTALGIA
Al inicio revelábamos que la nostalgia era una de las claves del éxito de La ciudad de las estrellas. Es cierto que dicha nostalgia se siente en diferentes momentos del musical, aunque su culminación se manifiesta en la audición de Mia en la que interpreta una canción en la que recuerda a su tía (una también aspirante a actriz que no logró su objetivo). Chazelle nos regala un acto musical optimista y hermoso por su sencillez y, ante todo, por su verdad; una balada que trata sobre perseguir los sueños y no tirar la toalla.
“Cuando estás haciendo una película que de alguna manera trata sobre películas, es casi una excusa para escribir una carta de amor explícita a tus objetos más preciados» .(Chazelle)
Gabriela Rubio