Editado esporádicamente en nuestro país hace más de una década, no sería hasta 2014 cuando Junji Ito comenzaría a consagrarse en nuestro mercado como lo que es: un auténtico maestro del terror. Fue en aquella época cuando ECC Ediciones abría su línea editorial manga y atisbaba en la figura autoral de Ito un pilar lo suficientemente atractivo y con el potencial necesario como para cimentar las bases de su futuro catálogo. Con más de una decena de títulos publicados, algunos de ellos editados en diversos formatos, podría decirse que el sello manga de ECC no se entendería de la misma manera sin la presencia de un autor como Ito. Un mangaka con un talento especial a la hora de dominar los mecanismos del terror, combinándolo con elementos sobrenaturales y fantásticos para idear perturbadoras historias que conforman un universo propio inmediatamente reconocible. 

Claramente influenciado por autores como Kazuo Umezz, Daijiro Morohoshi o Hideshi Hino, Junji Ito iza en la actualidad la bandera del cómic de terror nipón. Reconocido a nivel internacional por una prolífica carrera que se ha visto beneficiada por las diversas adaptaciones a la pequeña y a la gran pantalla de muchos de sus trabajos, lo cierto es que en los últimos años Ito también ha demostrado gran versatilidad y calidad a la hora de adaptar bajo su intrínseco estilo obras de terceros como Indigno de ser humano, Frankenstein o Rasputín, el patriota. Con motivo del reciente lanzamiento de Junji Ito: Estudio desde el abismo del terror no solo hemos querido hablar del monográfico dedicado a los 30 años de carrera del autor, sino también de una de sus obras más recientes y atípicas: Sensor; además de otros títulos emblemáticos como Gyo y Frankenstein, reeditados bajo el nuevo formato flexibook propuesto por la editorial.

Desde Gyo hasta Frankenstein: Las dos caras de un autor

Yuxtaponiendo dos estilos completamente diferentes, Junji Ito conjuga a través de Gyo (2001) y Frankenstein (2002) dos de sus trabajos más relevantes que nos permitirán conocer el alma de uno de los mangakas de terror más relevantes de nuestra generación. Un artista capaz de crear una obra de corte totalmente original, como es el caso de Gyo, pero a su vez un autor que también se atreve a adaptar una de las novelas más importantes del siglo XIX otorgándole su propia visión y perspectiva a la obra de Mary Shelley. Es cierto que estamos ante dos títulos que prácticamente llevan dos décadas en el mercado, pero ha sido en los últimos años cuando ECC Ediciones le ha dado una vuelta a las ediciones que ya tenía para dejarnos con dos totalmente renovadas y adaptadas a la nueva línea editorial bajo la que publican los últimos títulos de Junji Ito. Así, ECC deja de lado el formato tradicional para apostar por el flexibook, uno que a pesar de su atractivo posee una pega bastante significativa: el brusco aumento de precio abarcando el mismo contenido.

Dejando de lado un aspecto que a día de hoy es irremediable, pues es bastante complicado encontrar las ediciones originales de estas dos obras, toca adentrarse en profundidad en dos títulos que, desde la redacción, consideramos imprescindibles bajo el sello de Junji Ito. Dos obras con las que poder entrar a conocer al mangaka y ver cuál es su propuesta frente al medio; lejos de una historia de acción, aventuras o humor que puede encajar más en un público mayor, leer a Junji Ito implica que te guste el género en cuestión. Pues el autor no temerá en ser extravagante, conmovedor o monstruoso. Actuará bajo su propia condición, y es esta misma la que lo ha definido tal y como es actualmente: uno de los maestros del terror nipón. 

Por un lado, en Gyo —título inspirado en la película Tiburón de Steven Spielberg según el propio Junji Ito—, el autor nos contará una historia original protagonizada por las vacaciones de verano de Kaori y Tadashi. Unas vacaciones que serán de todo menos eso pues, tras un extraño incidente en la playa con tiburones, la isla a la que viajan Kaori y Tadashi se copará de un sinfín de extrañas criaturas que parecen ser peces con patas y que, sin saber muy bien su origen, harán que la isla se convierta en un auténtico infierno. No solo por las terribles cosas que empiezan a ocurrir, sino por el nefasto olor que sella todas y cada una de las páginas de Gyo. Un olor que incluso podemos llegar a percibir y que convertirá a la obra en una con dos historias por todo lo que deriva del mismo. Es cierto que Gyo no posee el mejor guion del mangaka, pero es su juego bizarro y la contraposición de conceptos lo que la convertirán en un título imprescindible que se debe sentir de forma totalmente personal. Un título que nos trasladará frente a una historia de una insólita invasión marina, pero también una historia de lo más humana que nos hará pensar y reflexionar sobre qué significa vivir con esa persona que tanto amamos pero que, sea como fuere, posee infinitas heridas sin sanar. Arañazos que rozarán la locura, pero también el lado más humano y sensible de un autor que antepone el horror al amor.

Pero siguiendo con esta última temática, un año después de publicar Gyo, Junji Ito se animó a trasladar la obra de Mary Shelley bajo su propia firma y visión. Una recreación única pocas veces vista y leída que hará que el auténtico terror que albergaba el título original se sienta a través de un tomo único capaz de estremecer y sacudir nuestros sentimientos. Una obra que, además de portar uno de los grafismos más increíbles que ha logrado el autor nipón, posee una fuerza narrativa capaz de condensar una obra añeja que, quizá, resulte inaccesible para algunos lectores por su tono o impronta. Pero gracias a la labor de Junji Ito no solo podremos disfrutar de la historia del doctor Victor Frankenstein bajo un ritmo narrativo totalmente abordable, sino que a lo largo de sus páginas podremos disfrutar de un manejo de lápices increíble capaz de convertir una obra temible en un título sellado por un terror romántico que insinúa más que demuestra la auténtica hazaña de Junji Ito por crear en Frankenstein su propio cuaderno de sombras, desmembramientos y malformaciones sin alterar, en ningún instante, la esencia más intrínseca que creó Mary Shelley en 1818.

Sensor: Sectarismo, metafísica y horror cósmico

Entre el amplio abanico de novedades publicadas de Junji Ito, Sensor destaca por ser uno de los últimos trabajos del mangaka y uno de los más dispares de su trayectoria a nivel temático. Publicado originalmente en 2018, Sensor se aleja del terror más visceral y psicológico intrínseco al sello autoral de Ito para transitar por unos derroteros narrativos más grandilocuentes que apuntan a una serie de cuestiones propias de la metafísica y el ocultismo. Su historia sigue los pasos de Kyôko Byakuya, una joven que, por motivos desconocidos, termina en las inmediaciones del monte Sengoku y en el propiamente onírico pueblo de Kiyokami. El monte Sengoku es un volcán que cuando entra en erupción expulsa unos finos hilos de magma con forma de cabello de color dorado. Para los habitantes de la aldea de Kiyokami —cubierta completamente por pelos radiantes— este insólito material recibe el nombre de cabello celestial por toda la leyenda que le da sentido. Hablamos de predicadores cristianos que fueron mártires y trascendieron al espacio dejando como obsequio unos misteriosos filamentos de cabello que permiten a quien entre en contacto con ellos sentir el universo y su magnitud. 

Un giro inesperado de los acontecimientos propiciará que la condición mundana de Kyôko Byakuya se vuelva una de tintes sobrenaturales ampliamente codiciada por un grupo sectario dispuesto a adquirir las reservas totales de conocimiento que aguardan en algún lugar del vasto espacio. Junji Ito se sirve de la figura del mediocre periodista Wataru Tsuchiyado como contrapeso protagonista de un relato de premisa interesante pero algo errático en ejecución. El periodista seguirá los pasos de la misteriosa Kyôko mientras interactúa con una serie de personalidades relacionadas con el misterio pero que, en realidad, terminan por no tener demasiado peso o importancia. Ito estructura Sensor a través de capítulos contenidos, con un inicio y un cierre muy marcados que, en conjunto, dotan de cohesión a una narración que quizá peca de apuntar más alto de donde es capaz de llegar. Sus temáticas son interesantes: esoterismo, sectarismo, trazas de horror cósmico, la reflexión sobre el sentido de la vida y la existencia del universo, o la propia mitología creada alrededor del pueblo de Kiyokami, sin embargo, la obra adolece de falta de regularidad y solvencia a la hora de retratar y explicar muchos de los acontecimientos que ocurren.

En cuestión de grafismo, es innegable que Sensor exhala el espíritu del maestro del terror. Más comedido que en otras ocasiones, también por las necesidades del propio relato, Junji Ito conserva su característico diseño de personajes, recordando inevitablemente a los que pueblan la gran mayoría de sus obras. La creación de congoja y tensión a través de la narrativa atmosférica es uno de los puntos fuertes que el reputado autor ha implantado en gran parte de su bibliografía. Pese a que en Sensor esta faceta no se explota como en otros trabajos, la construcción de imágenes inquietantes y turbias sigue siendo un activo más en la obra de marras: enormes masas de materia gris cayendo desde el cielo, rostros humanos que se manifiestan en los órganos pisoteados de unos extraños insectos, la representación del proceso de trascender con una explosión neuronal como culmen, o la morfología de la ancestral y cósmica oscuridad del vacío. Sensor es un título con un acabado artístico sobresaliente que pone sobre la mesa una serie de ideas tan sugerentes como poco usuales en la trayectoria de Ito. Pero, tal y como comentaba anteriormente, se antoja como un trabajo errático en la parte de guion que no termina de saber cómo cuajar todo lo que propone. Sensor es, pues, una lectura atípica dentro del catálogo de Junji Ito que, probablemente, tenga una mayor acogida entre el público habitual que ya le conoce y que puede ser más permisivo. 

Estudio desde el abismo del terror: 30 años de profesión

Para concluir este artículo especial acerca de la trayectoria de Junji Ito no podíamos hacerlo sin recurrir a uno de los últimos trabajos que ha publicado recientemente ECC Ediciones y que sin duda es el complemento perfecto a todo su cometido: Estudio desde el abismo del terror. Un libro publicado en 2017 en Japón que conmemora el 30º aniversario de la primera obra de Junji Ito, Tomie. Un ejemplar muy especial que nos permitirá viajar a lo largo de todo el trabajo de Junji Ito a través de 248 páginas entre las que encontraremos multitud de ellas a color. Un trabajo totalmente imprescindible tanto para aquellos que sigan al autor desde sus inicios como para todo ese público que quiera empezar a conocer a uno de los maestros del terror nipón por antonomasia. 

Estudio desde el abismo del terror se confecciona pensando en todo tipo de lectores, pero desde luego, es un regalo perfecto para aquel que ha seguido todo el trabajo del mangaka. Pues es al leerlo, disfrutarlo y entenderlo cuando comprendes ciertos matices que, quizá, no hayas sabido ver hasta ahora. O quizá sí, pero estamos completamente seguros que algún secreto del maestro aguarda en este libro tan especial y tan completo. Pues lejos de esas guías de lectura o trabajos más insustanciales, Estudio desde el abismo del terror sabe explorar cómo son las obras de Junji Ito y por qué las plantea, pero también sabe hablarnos del autor desde una perspectiva pocas veces explorada. Una que, además, suma multitud de colaboraciones entre las que destacamos las realizadas por la excelente Rumiko Takahashi, el increíble Hideo Kojima o el mejicano Guillermo del Toro; entre muchas otras. Como veis, un trabajo que ha tenido en cuenta no solo al propio Junji Ito, sino la visión de otros autores de lo más destacados que, además, viran de género e incluso de medio. Un complemento exquisito si, además, conoces a todos aquellos que también participan en este trabajo.

Pero no todo son colaboraciones o estudios sobre la obra de Junji Ito, sino que será aquí donde también podamos disfrutar de una extensa entrevista de más de 20 páginas con el mangaka. Un material realmente interesante para conocer mucho más al autor y que nos demuestra, ante todo, su amplia visión sobre el medio y cuál es su percepción para con el género del terror. Uno que destaca sobremanera en Japón y que a su vez se sobreexplota no siempre llegando a cumplir con los objetivos establecidos. Un requisito que, sin duda, Junji Ito, sea como sea, intenta suplir en todas sus obras sirviéndose de multitud de recursos que, poco a poco, va detallando a lo largo de la entrevista. Una que también nos permitirá conocer muchos secretos de ese artista capaz de sonreír pero, al mismo tiempo, hacer estremecer al público hasta el punto de querer cerrar el cómic. 

Por otro lado, además de la excelente entrevista y las colaboraciones de diversas personas que han tenido un papel importante en la vida profesional del mangaka, este trabajo también nos permitirá viajar a su tierra natal. Una experiencia única que va más allá de lo que hayamos podido percibir a lo largo de su trayectoria y que será aquí donde podamos descubrir algún que otro secreto que, en cierto modo, ha llegado a esculpir al genio que tenemos frente a nosotros. Pero la guinda del pastel de Estudio desde el abismo del terror son las cuatro obras no publicadas hasta ahora en tomos recopilatorios. Hablamos de  Las capas del terror, El regreso de los globos de la horca, Gritos demoníacos y La casa encantada de Yon y Mû. Relatos de los que no vamos a contar nada para asegurar la sorpresa de todos aquellos que deseen adentrarse en ellos pero de los que podemos manifestar nuestra eterna satisfacción para con ellos. Historias que nos presentarán diferentes Ito’s y, de nuevo, nos demostrarán la versatilidad de un mangaka único capaz de desenvolverse, incluso, de múltiples formas en un género tan complejo como es el del terror. Un universo que parece controlar en su totalidad y desde la perspectiva que él decida en cada momento: locura, psicología, obsesión, demencia, trastorno, paranoia, excentricidad; la que sea. En definitiva, gracias a Estudio desde el abismo del terror ECC Ediciones no solo pone a nuestra disposición una auténtica joya del maestro nipón, sino que nos ofrece un trabajo imprescindible que recoge a la perfección 30 años de la brillante trayectoria de uno de los autores más idiosincráticos del medio: Junji Ito.

Edu Allepuz y Marisol Navarro