LOS ANTECEDENTES
El cine de terror dirigido a público adolescente sigue empeñado en repetir una estructura que funciona: reunir a un grupo de personas que pueden conocerse o no, sacarlas de su espacio de confort y enfrentarlas a situaciones extremas provocadas por un psicópata, un desastre natural o fuerzas parapsicológicas. El resultado depende necesariamente del presupuesto del que se disponga para efectos especiales, maquillaje y posproducción informática (en este caso, nueve millones de dólares).
En un segundo plano queda la calidad de la interpretación. Los personajes están perfectamente distribuidos respondiendo a típicos tópicos: el empollón, la pija buenorra, el guaperas, el fracasado de buen corazón, el torpe y el listillo. Y el argumento es siempre el mismo: ir muriendo uno tras otro de la forma más creativa, cruel y sangrienta posible. Y eso es en esencia Escape Room, que se estrena en España el próximo 15 de marzo y que ha sido dirigida por Adam Robitel.
Es fácil buscar similitudes con películas como The Cube (El Cubo) o La cabaña en el bosque, Sin embargo, y con una mirada más amplia, debemos recordar que el argumento de encerrar a personas en un espacio determinado para ir acabando con ellos uno a uno es el exitoso argumento que utilizó en algunas de sus obras literarias a principios del siglo XX una de las maestras del terror de todos los tiempos: Agatha Christie. Asesinato en el Orient Express o Muerte en el Nilo, que fueron llevadas al cine y marcaron a toda una generación, son algunos ejemplos.
LA PELÍCULA
Las scape rooms se han puesto de moda en los últimos años. Estos centros de entretenimiento interactivos y, por cierto, nada peligrosos, proliferan por las ciudades. Y es que está de moda todo aquello que produce un chute de adrenalina. Tener que conseguir un objetivo luchando a contra reloj y siguiendo pistas más o menos complejas, es una de ellas. Salvo para los protagonistas de The Big Bang Theory, este tipo de retos suele tener su dificultad y, además, ser muy divertido. Después del estreno de Escape Room seguro que irá en aumento.
La novedad de Escape Room es precisamente utilizar uno de estos centros de entretenimiento como escenario. Seis personas, que en apariencia no tienen nada en común, reciben una misteriosa y original invitación para asistir a una sesión de uno de estos centros. Lo que empieza como un juego, se convierte en una lucha real por sobrevivir en la que no hay ninguna regla.
Más allá de la falta de verosimilitud de ciertas situaciones, lo cierto es que la película tiene ingredientes para generar tensión: explosiones, cronómetros y situaciones de peligro extremo. Se pierde en esa grandilocuencia visual el interés que podría tener la búsqueda de las pistas para ir deshaciendo los enigmas a los que se enfrentan los protagonistas y su descifrado. No corremos el riesgo de hacer un spoiler si decimos que habrá muertes. Muchas muertes.
ELLOS Y ELLAS
El reparto de Escape Room es muy coral. En realidad, lo único que determina un orden de protagonismo es el tiempo que sobreviven los personajes. Los seis actores repiten experiencia en películas de terror. Taylor Russell, que interpreta a Zoey Davis (la inteligente del grupo) fue una de las protagonistas el pasado año de Blackwood, dirigida por Rodrigo Cortés.
El más veterano del grupo, Mike Nolan, está interpretado por Tyler Labine a quién vimos pero no podremos identificar fácilmente en El origen del planeta de los simios. Logan Miller, Deborah Ann Woll, Jay Ellis y Nik Dodani completan el reparto.
LA SORPRESA
La falta de ensañamiento brutal en las muertes. Estamos acostumbrados a ver tanta casquería en este tipo de producciones que resulta sorprendente que se puedan rodar muertes crueles sin exceso de vísceras.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO
Al principio de la película, en la secuencia en la que los personajes van explicando quiénes son y por qué han aceptado la invitación, Mike Nolan explica que es camionero y hace un sorprendente análisis de cómo la robótica marcará el futuro del sector del transporte.
TE GUSTARÁ SI…
Te gusta el cine de entretenimiento sin más objetivo que pasar el rato.
LO MEJOR
- Los efectos especiales.
LO PEOR
- Un final sin final. Habrá segunda parte.
Marisa Cruzado
