Al margen de lo evidente, 2020 y 2021 están llamados a ser recordados por ser años de enhorabuena para los millenials. Física o Química: El reencuentro, el anuncio del regreso de Los hombres de Paco, y por descontado lo que hoy nos ocupa: el reboot de El Internado. Todas aquellas producciones con las que dimos nuestros primeros pasos como seriéfilos y se han convertido en joyas de culto nacional por el cariño con el que las recordamos, parecen haberse puesto de acuerdo para regresar una a una y darnos un baño de nostalgia. La próxima en ciernes es El Internado: Las Cumbres, original de Amazon Prime Video, que más allá de un regalo para fans como ha sido el reencuentro de FoQ, tiene el difícil reto de atrapar a las nuevas generaciones como El Internado hizo en su momento con la nuestra. ¿Lo conseguirá? Nosotros, que ya hemos podido disfrutar de la primera temporada al completo, nos atrevemos a decir que sí, hay esperanza.

UN INTERNADO, MUCHAS JULIAS

La clave fundamental para adentrarnos en El Internado: Las Cumbres es conocer a nuestros compañeros de viaje, unos alumnos que se desmarcan desde el primer instante de aquellos matriculados en la Laguna Negra. O casi. ¿Recordáis los inicios de Julia (Blanca Suárez) en El Internado? Llegó pisando fuerte en la segunda temporada: era contestataria, descarada, quería largarse nada más llegar, y acarreaba una relación sentimental con su padrastro. En ese sentido, haceos una idea de que Las Cumbres está lleno de Julias.

El punto de partida de este nuevo internado queda claro desde las primeras sinopsis y tráilers; está dirigido a estudiantes de la ESO y Bachillerato que son lo que comúnmente llamaríamos “lo mejor de cada casa”. La finalidad última es que se gradúen, pero al mismo tiempo existe en el centro una filosofía punitiva y de disciplina que raya en lo conductista. Esta corriente que persigue “reinsertar” a esos chavales problemáticos no es compartida por todos los miembros del claustro docente, así que las tensiones están servidas.

Pero hablemos de los chicos. El grupito protagonista encabezado por Amaia (Asia Ortega rebosa carisma y funciona estupendamente como líder), parte con un par de hermanos y una pareja en plantilla, algo que inequívocamente nos recordara a El Internado. Pero ahí terminan las similitudes. El Internado: Las Cumbres se toma muy enserio su cualidad de reboot y no repite patrones de personajes, una decisión de lo más inteligente, y que dota a la ficción de una frescura que es de agradecer. Preferimos que descubráis al resto de protagonistas por vosotros mismos, pero no podemos dejar pasar la oportunidad de señalar a Inés (Claudia Riera, en un papel que no podría ser más opuesto al interpretado en Vis a Vis: El Oasis), quién apunta maneras de tener por delante una de las tramas más intrigantes e interesantes de la serie; y Adèle (Daniela Rubio), la más joven del grupo, y quién poco tiene que ver con la pequeña Paula Novoa Pazos. Quizás sea ella la sorpresa más inesperada de este internado en el que no hay niños, detalle que, como comentaremos más adelante, es determinante para diferenciarse en tono de su predecesora. Esta nueva versión de la popular serie de Antena 3 ha reunido a un reparto joven y emergente con potencial para convertirse en una buena cantera como ya ocurriera con la original hace más de diez años.

EL INTERNADO: LAS CUMBRES, LA NOVEDAD DISFRAZADA DE FAMILIARIDAD

Las comparaciones son odiosas, pero dado que gran parte de los espectadores que se acercarán a ver la serie fueron fans acérrimos de El Internado en su día, parece de ley ponerlos en antecedentes para saber qué pueden esperar de su reboot.

Ocurre algo muy curioso con El Internado: Las Cumbres, y es que por un lado tiene todo lo que tenía la original, pero al mismo tiempo pareciera que estamos viendo algo totalmente distinto. Los básicos se cumplen a rajatabla: un internado aislado, extrañas presencias en el bosque que lo rodea, desapariciones, un pasado truculento, alumnos uniformados de azul y gris fuera de sus habitaciones a deshoras dispuestos a investigar qué es lo que está ocurriendo en ese lugar; incluso la propia edificación, que ocupa en este caso un antiguo monasterio, comparte con la Laguna Negra el aspecto de algunos pasillos, los baños, la chimenea, los subterráneos. Pero en El Internado también había tiempo para la amistad y el amor. Entre alumnos, entre profesores, entre profesores y alumnos. Las Cumbres no iba a ser menos, y de hecho es más. Solo en la primera temporada hay salseo a raudales, tanto que hay algún momento (y escena) en que se nos han venido Élite (y no solo porque Mina El Hammani se haya pasado a profesora) o Física o Química a la cabeza.

Es de lo más interesante ver cómo ha evolucionado el qué y el cómo se cuentan las cosas en la pequeña pantalla desde 2007. Si echamos la vista atrás con El Internado: Las Cumbres como referencia, El Internado Laguna Negra se nos antoja de lo más naif. Ya anticipábamos más arriba que en este reinicio son inexistentes todos aquellos pasajes protagonizados por los más pequeños, que servían de alivio a la trama principal. El resultado es, desde todos los puntos, un producto mucho más adulto, y que coquetea mucho más con el terror que con el misterio. Ayuda la inclusión de algunos elementos novedosos y malrolleros en la ambientación, como por ejemplo que en el monasterio sigan quedando frailes, y por consiguiente la capilla tome protagonismo en más de una secuencia. Y al igual que el alumnado es carne de cañón, los sucesos que tendrán lugar también lo son. La cota de muertes, gore, y cliffhangers puja alto desde el primer episodio, en el que por cierto hay un par de sorpresas (alguna de ellas desaprovechada a nuestro juicio) que darán bastante que hablar.

Pero lo que más nos gusta de El Internado: Las Cumbres es que se nota que detrás hay una trama y un camino trazado desde el principio. La serie sabe, o al menos da la impresión de saber hacia dónde va, y precisamente ese era el mayor hándicap de El Internado, que se alargó y alargó, enrevesándose hasta límites insospechados durante las últimas temporadas, que olían demasiado a improvisación sobre la marcha. Con todo, no le podemos restar el mérito que tuvo manteniéndonos pegados a la televisión semana a semana como pocas, y en eso de enganchar también os podemos asegurar que su sucesora cumple con su cometido.

En resumidas cuentas, El Internado: Las Cumbres ha de ser entendida como lo que es, un reboot y no un remake, que conserva el espíritu de su serie madre y sus vigas maestras para construir algo considerablemente más oscuro y menos “para todos los públicos”. Con la segunda temporada ya confirmada por Amazon Prime Video, solo queda esperar al día 19. Y ya nos contaréis si se os pega el tema de la intro (la banda sonora es otra maravilla de Víctor Reyes). Nosotros estamos sin poder sacarlo de la cabeza.

¿Dónde y cuándo?

• Fecha de estreno: 19 de febrero de 2021
• Plataforma de emisión: Amazon Prime Video
• Número de episodios: 8
• Duración aproximada: 45-55 minutos
• Te gustará si te gustan: El Internado o las series adolescentes de terror/misterio.

Aitziber Polo