CRÍTICA DE JUNJI ITO COLLECTION 08
El disco de segunda mano y La ciudad sin calles protagonizaron el episodio de la semana pasada, unas historias que no decayeron por completo pero que no conservaban el espíritu terrorífico conseguido semanas atrás. Al menos gracias a estas historias se dio pie a nuevos tipos de miedo, nuevas apariencias en pantalla. No fueron los mejores episodios de la temporada, pero tampoco los peores. Esta semana el maestro Ito vuelve con algo todavía mejor entre sus manos. Adéntrate con nosotros en Honorables antepasados y Llegó el circo.
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Honorables antepasados
La primera historia de esta semana nos traslada a la dimensión de los recuerdos, una dimensión que realmente todos conocemos pero no hasta el punto que la expone el maestro Ito. Nos encontramos ante una pareja donde la chica ha olvidado todo lo que había en su mente, no sabe lo que ha pasado tiempo atrás y no llega a reconocer a nadie de su alrededor, ni siquiera a su supuesto novio. Un día éste le invita a su casa para ver si poco a poco va recordando, aunque le advierte que en su casa también está su padre enfermo. Al principio puede parecer una situación normal e incluso idílica para la chica ya que parece que su novio quiere hacer todo lo posible para hacerle recobrar la memoria, pero no es así.
Tras aparecer su padre moribundo en pantalla y dejarle claro a su hijo su verdadero objetivo la chica descubre la verdad, y es más, empieza a recordar. No sólo vuelve a sentir el miedo que vivió tiempo atrás con unas extrañas pesadillas sino que lo revive en esta casa junto a su pareja y su suegro. Y no es para menos, Ito hace que los recuerdos se conviertan en piezas de un puzzle. Un puzzle formado por los cráneos de los antepasados de la familia y que se encuentran anexados al cerebro del hombre moribundo. De nuevo nos presenta un nuevo tipo de terror y consigue escenificar y plasmar algo que todos consideramos «transparente»: los recuerdos. ¿Quién diría que podemos conectar nuestros pensamientos junto a los de otra persona? Ito tiene la respuesta y nos lo muestra a la perfección junto a esta extraña pero a la vez espantosa historia.
Llegó el circo
Si la primera parte del episodio nos ha gustado, esta nos ha encantado. Entendemos que adaptar esta historia de manera audiovisual no es tarea fácil, y menos si hay que respetar edades y restricciones. Sí, podría haber sido un festival de sangre en pantalla pero nos lo imaginamos, y listo. Seguramente a muchos de vosotros os den miedo los payasos, o eso es lo que se espera del público en general. Pues bien, el circo Papyrus no sólo juega con los payasos, sino que juega con cada uno de los componentes de la pista. Desde los trapecistas hasta los lanzadores de cuchillos. Y os preguntaréis ¿qué puede tener un circo para llegar a ser terrorífico? Fácil. La muerte.
En esta ocasión el jefe de pista del circo Papyrus se encarga de que su espectáculo se convierta en el mejor, el más grande e incluso en el más impactante, aunque para ello deba morir cada uno de sus integrantes. Muchos dicen que es el mismísimo diablo y que juega con sus empleados para que mueran y después llevarse sus almas. No lo llegamos a averiguar en todo el episodio, pero lo que sí que es cierto es que poco a poco, minuto a minuto, van muriendo cada uno de los miembros del circo. Cada uno en relación a su actuación, ya sea cayéndose de una pelota, clavándose un cuchillo o muriendo desde las alturas. Desesperado el jefe de pista pide al público que se unan nuevos integrantes, además como aliciente deja caer que quien quiera unirse a su espectáculo podrá quedarse con su equilibrista estrella. ¿Estarías dispuesto a ver esta función? El telón parece que nunca se cerrará y el circo Papyrus siempre seguirá «vivo».
Marisol Navarro