CRÍTICA DE JUNJI ITO COLLECTION 07
La ventana de al lado y Despedida amable protagonizaron el episodio de la semana pasada, unas historias que volvieron a subir el tono de la serie y en la cuales el maestro Ito expone su terror a cada minuto que pasa. Un terror ya no solo presencial sino que se transfiere a otros mundos habitados por espíritus. Pero para no romper la sintonía de la serie, esta semana, y por cuarta vez consecutiva Junji Ito Collection vuelve a no desprender esa aura oscura conseguida en algunos capítulos. En esta ocasión puede que no los dos relatos sean del todo «simplones» pero se quedan bastante atrás de lo conseguido en ciertas semanas como con La chica babosa, El frío o La casa de los títeres. Adéntrate con nosotros en El disco de segunda mano y La ciudad sin calles.
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El disco de segunda mano
Dicen que la música amansa a las bestias, y en esta ocasión llega hasta los humanos. Un sospechoso disco de vinilo es el protagonista principal de esta historia, un protagonista un tanto maquiavélico y del que no llegamos a saber realmente nada, tan sólo que vuelve locas a las personas con el sonido que emite haciendo que se obsesionen con su música y lleguen incluso a morir por él. A lo largo de este relato vemos cómo diferentes personas van en busca de este disco, desde su «primer propietario» hasta el último hombre que lo sostiene en sus manos. Todos y cada uno de los que hayan escuchado lo más mínimo dicho disco quedan embelesados por él, hasta tal punto que se llegan a volver locos. Un claro ejemplo de cómo Ito nos demuestra que no sólo sabe jugar con el miedo psicológico sino que llega también al lado más real de las cosas y hace que incluso la música se convierta en tu peor pesadilla. Algo que sufren todos los personajes de esta historia y que tan sólo uno, o al menos eso parece, sobrevive a tal melodía. Unas notas que aparentemente son clásicas y fueron grabadas tras la muerte de su cantante, una muerte que no sabemos realmente donde se llevó el alma de esa persona y hasta qué punto del camino entre el más allá y el presente se quedó. Un relato bastante entretenido y que desde luego mantiene la esencia del autor, jugando incluso con nuevas dimensiones que hasta ahora no habíamos visto en pantalla.
La ciudad sin calles
Pero es en esta parte del episodio donde la monotonía vuelve. Algo que ya comentábamos reviews atrás ocurre de nuevo. Otra historia que —personalmente— me ha parecido un tanto «insustancial» si no mirás más allá (al menos en pantalla) y que no nos deja las cosas del todo claras. Hablamos de la ciudad sin calles. Tras una petición de matrimonio la protagonista de nuestra historia se introduce en una dimensión un tanto ¿paralela? donde la privacidad ha desaparecido. Lo curioso es que para ello habla con uno de los asesinos más conocidos de todos los tiempos, Jack el destripador. Despierta en un mundo donde las calles cambian y no sólo ellas, las personas también. Todo el mundo lleva puesta una máscara, como si fuera carnaval constantemente. El comportamiento cambia y todo en general es distinto. No sabe qué hacer y acaba en casa de su tía, que siendo otro ser humano más, acaba también siendo otra persona, aunque en este caso omite la privacidad de su vida e incluso se postula ante ella reivindicando su desnudo.
Una historia un tanto difusa en general donde no se acaban de captar todas las ideas que el maestro Itu infundo en su día en el relato original y que acaba de una forma bastante extraña, con unos seres con mil y un ojos y una protagonista aterrada ante una realidad bastante alejada de lo que nadie podría imaginar. Realmente me gusta el trasfondo (el mundo padece de falta de privacidad y con un mejor desarrollo este tema hubiera dado mucho de qué hablar), pero tal y como he dicho si no te paras a pensar ese trasfondo, desaparece, y más si lo ves en pantalla en menos de diez minutos. Quizá hay historias que es mejor no contar, y puede que ésta no tenga el pase de oro para ser convertida en proyecto audiovisual, y menos de esta forma tan apresurada.
Marisol Navarro