THE QUINTAESSENTIAL QUINTUPLETS: ROMPIENDO CON LOS ESTEREOTIPOS
El anime aún se considera un medio joven. Muchas de las veces incluso con una leve trayectoria evolutiva. Se dice, entre las malas lenguas, que sus mecánicas siempre pasan por los mismos puntos. Clichés, convencionalismos, recursividades…
Si bien es cierto que no todo puede pasarse por el mismo filtro y cada vez encontramos más obras fuera de las corrientes más usuales. The Promised Neverland o Dororo, ambos estrenos actuales, se citan dentro de otros listados. Pero el anime también sabe jugar en terreno conocido cambiando las normas y The Quintessential Quintuplets es un perfecto ejemplo de ello.
Rompiendo los esquemas
La obra de Negi Haruba no va más allá de su aparente simplicidad. Insisto, pasa por cada uno de esos puntos convencionales que arrastra el medio para plantear una historia con apenas pretensiones que, contra todo pronóstico, resulta especialmente divertida.
Su argumento, especialmente particular, nos pone en la piel de Futaro Uesugi, un estudiante de sobresalientes que parece incapaz de fallar en un solo examen pero que carga con grandes problemas familiares. Sin madre y al cargo de un padre incompetente (y de su hermana menor), la familia del protagonista se encuentra al borde de la ruina y frente a una enorme montaña de facturas y deudas. Sin embargo, surge una oportunidad de poner fin a su situación, convertirse en tutor privado de unas quintillizas especialmente ineptas en los estudios.
Un punto que se abre con el factor romántico por bandera —con un time skip que nos muestra al chico casándose con una de las cinco hermanas— situando el núcleo de su dinámica desde un primer momento. La idea del romance, por lo tanto, está siempre presente en el desarrollo de la obra. Pero tanto su casting como el propio avance de la misma están siempre un paso por delante de las tensiones románticas y su combinación consigue escenificar una química que va mucho más allá de las pretensiones originales.
Otra forma de ver el harem
Y es que el punto principal de The Quintessential Quintuplets es el como juega con sus actores y actrices. Uesugi es prácticamente la imagen del avatar; un personaje con el que resulta fácil sentirse identificado. Sin embargo, cada una de las hermanas tiene un enorme potencial con el que jugar y desarrollar nuevas escenas que, por supuesto, se convierten en toda una explosión de personalidad cuando todas las cartas se juegan a la vez.
Su protagonista sirve así prácticamente de catalizador para sacar lo mejor de cada chica. El objetivo de hacerlas aprobar es el que mueve los engranajes de la obra —y la resistencia con la que se oponen ellas, por supuesto, es ahora la fuerza que la presiona para avanzar— pero su verdadera gracia reside en cómo cada una de ellas muestra poco a poco su personalidad y cómo evoluciona en conjunción con los acontecimientos que se dan en la serie.
Así The Quintessential Quintuplets propone otra forma de ver el harem. Las bases son las mismas, seguro. Pero su ejecución difiere de las normas clásicas que se imponen sobre el género. No es solo que cada chica tenga su propia personalidad, completamente remarcada y diferenciada del resto —potenciando así la idea de que sean iguales físicamente, pero completamente diferentes en lo personal— sino que Uesugi no es, desde el principio, el objetivo romántico de ninguna de ellas. Es la propia naturalidad, el llegarse a conocer, lo que enciende la chispa en todo momento.
Es el tira y afloja que se escribe entre él y ellas el que da verdadero sentido a cómo evoluciona la serie y cada uno de sus personajes. La misión del chico por ganarse su confianza es el primer paso para crear el escenario necesario para interpretar una obra romántica que sabe cómo jugar sus cartas más allá de los convencionalismos y entiende como apoyarse en la comedia sin perder de vista la calidad y cariño que la hacen tan especial como es.
Óscar Martínez
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Por favor sean más íntegros e igualitarios, y dejen el favoritismo a un lado. No se pongan a enfocar solo a Miku Nakano como si fuese el único personaje importante aquí.
Tengan esto en cuenta, ahí muchos otros que también quiere a las otras quintillizas también. Piensen en ellos.
Prueba a buscar en Google la idea de subjetividad. Si tu favoritismo es que aparezca en una imagen más que el resto, bien por ti, pero la crítica habla sobre la obra, de forma general, no sobre Miku en específico, y eso es lo importante. Las imágenes solo son un acompañamiento y en todo caso es el autor/a quien decide cuáles usar. E incluso así el enfoque también es algo libre, no tienes ni derechos ni necesidad de venir a plantear cual debe ser la estructura del texto. Antes de comentar cosas como está piensa a que no te refieres a un organismo público o un empleado, gracias.