Retratar la adolescencia partiendo del thriller que para abordar las complejidades de una nueva generación de jóvenes es el letimotiv de La edad de la ira, el gran estreno de Atresplayer Premium de febrero. Adaptación de la novela homónima de Nando López, la serie, que se estrena el 27 de este mes “a nivel mundial” sigue la historia de Marcos, un adolescente acusado de asesinar a su padre. 

“Cuando leímos el libro nos enamoramos de él. Como concepto de serie encaja perfectamente con lo que estamos haciendo en la plataforma, que es buscar historias muy especiales; que digan algo y transciendan”, remarca José Antonio Anton, director adjunto de Contenidos de Atresmedia, durante la presentación de la serie. Y “claramente” La edad de la ira, “ha llegado más allá de ser simplemente una obra literaria”. 

A la hora de plasmarla en la pequeña pantalla, explica Anton, “teníamos un reto, porque había que actualizar una historia que ocurría en la novela hace unos años, pero aunque han cambiado cosas, muchas siguen igual”. 

Bajo el punto de vista de Montse García, directora de Ficción de Atresmedia “No es una serie de jóvenes y ya está. Aquí queremos profundizar en los personajes, que transitarán en sus miedos, sus inseguridades…”. Por el camino, “vamos a descubrir también su sexualidad, a hablar de la familia y de la amistad”. Todo esto, apunta García, “en un tono luminoso, aunque habrá momentos en los que vamos a ver cosas crudas y duras”.

La edad de la ira “es un viaje muy realista hacia la adolescencia, pero sin estereotipos”, añade por su parte Javier Pons, Co Head of TV & Head of National Brands en The Mediapro Studio. Sobre todo, es una defensa de la libertad hacia la identidad de los jóvenes, de que puedan ser quienes quieran ser. “Ese es el tema clave; a partir de ahí, surgen todas las contradicciones, todos los problemas y conflictos de la trama”, señala. 

Polifonía de puntos de vista 

Compuesta de cuatro capítulos, en cada uno se narra la historia desde el punto de vista de uno de los protagonistas, un estilo narrativo adecuado para contar la historia sin perder la esencia de la novela. 

“La historia va hilada sobre el thriller y lo que ocurre con Marcos”, expone Jesús Rodrigo, showrunner y director de la serie. A través de sus dos mejores amigos y de su hermano, “vamos encajando las piezas del puzzle y llegar a la resolución de por qué alguien como Marcos ha podido llegar a cometer un crimen así”. 

Por añadidura, ese estilo permite desarrollar los diferentes perfiles de los personajes. “Nos parecía un formato perfecto para, al final de la serie, tener una fotografía global de la adolescencia de hoy en día”, manifiesta Rodrigo. 

Nando López, el autor de la novela homónima, ha estado presente en el proceso creativo y está muy satisfecho con la adaptación. Respecto a su obra, reconoce que lo sobrepasado “a todos los niveles”. “La edad de la ira se publicó por primera vez gracias a que fue finalista en el premio Nadal en febrero de 2022. Curiosamente, en febrero de 2022, se estrena la adaptación televisiva y vuelve a las librerías. Quién me iba a decir que esto iba a suceder…”

Es un libro, a su juicio, “que mucha gente ha hecho suyo, porque es una novela que está escrita desde la verdad”. Al igual que en la serie, “desde todos los frentes, el trabajo ha sido buscar la verdad y respetar a ese mundo adolescente al que se trata con condescendencia”. 

Cuenta el creador que escribió la novela en base a su experiencia real como profesor. “La violencia que aparece en la serie es muy cruda, pero es tal cual la recuerdo y tal cual vi que afectaba a alumnos y alumnas que veían limitada su orientación, su identidad de género, su forma de pensar y sentir por la violencia familiar, social, escolar, que además sigue ocurriendo a día de hoy”, revela López. 

En este sentido, resalta que la ficción se estrena en un momento en el que es aún más necesaria que cuando la escribió, dado que “esas violencias han repuntado”. “El número de víctimas por violencia machista, homófoba y tránsfoba ahora mismo es superior que cuando publiqué la novela”.

Pero también, en su opinión, hay algo bonito. “Yo escribí esta historia desde el amor a mi alumnado, y creo que esta serie apuesta por la adolescencia como la fuente de solución de sus propios conflictos”. Por eso, agrega, “el mundo adulto está visto solo desde su mirada, porque queremos tener fe en esa adolescencia, y recalcar que sus problemas y su voz importan”. 

Los jóvenes, los absolutos protagonistas 

Manu Ríos, Amaia Aberasturi, Daniel Ibáñez, Carlos Alcaide son los jóvenes protagonistas de La edad de la ira. Ríos, que se dio a conocer en Élite, interpreta a Marcos y asegura que se lleva un aprendizaje enorme. “Aunque personalmente me intereso mucho por temas sociales, por educarme más e informarme, siempre viene algo así para recordártelo. Más a la hora de crear un personaje que te obliga a meterte todavía más adentro”. Para él, “es un honor poder dar voz y visibilizar estas situaciones que siguen todavía pasando”. 

Por su parte, Amaia Aberasturi, nominada al Goya como mejor actriz protagonista por su interpretación en Akelarre, da vida a Sandra. “Yo estudié Educación Infantil y Educación Primaria, y tengo claro que es importante no tolerar nada, ni con 2 años, ni con 10, ni con 50. Es decir, seguimos educándonos constantemente hasta que nos muramos”, manifiesta, haciendo hincapié también en que “hay algo que se dice mucho y no me gusta: ‘no, es que son problemas de críos’. Eso es minimizarlo. Y creo que hay algo precioso en esta serie porque se escucha al adolescente”. 

Daniel Ibáñez (La valla, Las leyes de la frontera) se mete en la piel de Raúl, un chico extrovertido que da mucho que hablar. “Cualquier viaje es precioso, y con esta gente mucho más. Esta serie es visceral, tiene una fuerza inusitada”, enfatiza. Considera, asimismo, “que la ficción transciende a la enseñanza; es cultura, y por lo tanto, nuestra identidad”. 

“Creo que los adultos, de repente van a hacer click sobre los adolescentes, aunque no sean conscientes. Eso es mucho más efectivo cuando algo te entra a través de la emoción y de la visceralidad”, reflexiona. 

En cuanto a Carlos Alcaide (Libertad), el artífice del hermano mayor de Marcos, Ignacio, hace hincapié en que La edad de la ira “es una ficción, por tanto, su fin es entretener, pero además, tiene un poso de urgencia para hacer un llamado a la reflexión interna. El espectador puede verse reflejado en un espejo en cada uno de nosotros. Espero y deseo que este sea el objetivo”. Y concluye que “vivimos en una sociedad que está evolucionado, pero quedan muchas cosas por resolver”. 

María Robert