Algo positivo de la cuarentena: HBO ha adelantado el estreno de la tercera temporada de Killing Eve. Ya está disponible en la plataforma de streaming el primer capítulo de una de las series revelación de los últimos años, adaptación de los libros Codename Villanelle de Luke Jennings. Producida por BBC América, ganadora del BAFTA y nominada a varios Globos de Oro, la producción tiene detrás a la genial Phoebe Waller-Bridge, además de una trepidante trama de comedia, drama y acción que ha atrapado fielmente al público y a la crítica. En esta nueva tanda de episodios continúa con el mismo acierto la historia del gato y el ratón entre una oficial del servicio secreto británico y una asesina talentosa asesina. Por eso tenemos mogollón de motivos para invitarte a verla:

1. Eve y Villanelle, ni contigo ni sin ti

Aunque en la vida real una relación tan tóxica como la de las protagonistas sería un “amiga, date cuenta” de manual, esto es ficción, así que la atracción fatal entre la agente del MI6 (el servicio de inteligencia británico) y la asesina profesional es una de las razones que nos enganchan sin remedio a la pantalla. Primero por la química evidente entre Jodie Comer y Sandra Oh, que está en el aire incluso cuando ambas no comparten escena. Pero también porque cuanto más se odian e intentan reprimir la tensión sexual, más se desquician los dos personajes y, por consiguiente, más cómicas resultan. Así que las dos protagonistas, gracias al talento gigante de las dos actrices, forman un tándem excepcional.

Además, aunque la mayor parte del peso dramático recaiga, lógicamente, en las dos protagonistas, el trabajo del resto del casting también es muyyy destacable. En esta temporada continúan junto a ellas los habituales, Diona Shaw, Kim Bodnia o Sean Delaney. También se incorpora algún que otro rostro popular del mundo de la series, como Gemma Whelan (Yara Greyjoy en Juego de Tronos), Harriet Walter (Succession) o Camille Cottin (Call My Agent)

2. Un no parar de líos 

Comprobadísimo que en esta serie o se están matando o están matando. Basta remontarse al final de la anterior temporada, la cual acabó con un viaje a Roma de todo menos idílico, con Eve Polastri estrenándose como asesina matando al sicario que las perseguía, y a Villanelle despechada disparando a su amada por la espalda.

La tercera temporada de Killing Eve arranca un año después de todo aquello. Las aguas parecen calmadas, aunque no tiene pinta de que por mucho tiempo. En el primer capítulo descubrimos que Eve sobrevivió a la bala. Ahora bien, vive alejada del MI16, trabaja en un restaurante chino de un suburbio random y se conforma con una existencia gris y monótona. Al contrario que Villanelle, quien sigue dedicándose a su oficio de asesina a sangre fría. Una en Londres, la otra en Barcelona, no tienen ninguna intención de volverse a ver, pero la muerte de alguien muy importante para ambas las empujará al reencuentro. Eso solo puede significar una cosa: problemas.

3. Una serie trotamundos

Killing Eve no se queda quieta, y eso suma puntos en cada capítulo gracias a un potentísimo protagonismo del factor visual. Aunque el punto de partida de la producción es Londres, la serie ha rodado en localizaciones tan emblemáticas como París, Berlín, Roma, Toscana o Bucarest, tal cual vimos en las dos primeras temporadas. En esta tercera tanda de episodios sigue en la línea viajera. De hecho, ya en el primer capítulo añade un nuevo destino, el de una ciudad muy familiar para los españoles: Barcelona. No solo eso, sino que además, Villanelle nos vuelve a sorprender con su habilidad para los idiomas conversando en un aceptable catalán. Y (what a fantasy) cantando por Marisol y Concha Velasco.

4. Humor a lo bestia

No podemos olvidar que detrás de Killing Eve se encuentra una de esas creadoras que es garantía de buenos ratos: Phoebe Waller-Bridge. La protagonista de Fleabag ejerce también aquí de directora y guionista. Claro está, su sello se nota. Tiene buen ritmo, es atrevida, y tira del humor negro más irreverente tanto en las situaciones más dramáticas como en las cómicas. Si nos sigue dando esos momentazos que son pura dinamita, quedaremos más que satisfechos con la nueva temporada.

5. El estilazo de Villanelle

Cualquier fashion victim desea fuertemente el armario de la asesina. Es más, los expertos se han hecho eco del buen tino de los showrunners de la serie a la hora de elegir modelitos para la protagonista. Incluso la califican de sucesora contemporánea de otras ficciones rompedoras en este campo como Mad Men, Marvelous Mrs. Maisel o Juego de Tronos. Cada prenda que se pone el personaje de Jodie Commer está cuidadosamente elegida para levantar pasiones. Así, la hemos visto paseando por París con un vestido de ensueño de tul rosa de Molly Godard, escapando de la poli ataviada con camisas súper especiales de JW Anderson, haciéndose la seductora en un naif vestido rojo de Miu Miu, o impecable para matar en un traje de Dries Van Noten.

Aclaramos que este puñado de razones se convalidan con los capítulos antiguos y no son válidas exclusivamente para la tercera temporada de Killing Eve. Así que si no tienes HBO y te han entrado ganas de descubrirla, puedes empezar por el principio a través de TVE. La cadena pública empezó a emitirla en abierto hace algunas semanas. Para los espectadores no suscritos a ninguna plataforma de streming a día de hoy es de las opciones más potables de la parrilla televisiva.

María Robert