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BROADCHURCH: LA SERIE QUE VIO MORIR A DANNY LATIMER

Broadchurch SerieEl Palomitrón

Este es el acantilado de West Bay, cerca de Dorset. Es uno de los acantilados de la famosa Costa Jurásica y para nosotros, los seriéfilos, una estampa que no olvidaremos. Es la imagen principal de Broadchurch, ese acantilado que el agua y el aire han ido erosionando con el paso de los siglos es también el protagonista principal de la serie de ITV (como los abetos Douglas lo fueron, son y serán de Twin Peaks).

Junto con este protagonista geográfico conocimos a los Latimer, una familia devastada por el asesinato de Danny (Oskar McNamara), el hijo de 11 años de Beth (Jodie Whittaker) y Mark Latimer (Andrew Buchan). En torno a su caso se han emitido tres temporadas, hasta que la primavera pasada decía adiós para siempre. Aunque su segunda y su tercera temporada giraron en torno a otros dos casos, la pérdida de Danny ha sido la constante de toda la serie: su pérdida, la búsqueda de justicia y la vida de los Latimer ahora.

Broadchurch solía ser un pueblo muy tranquilo

Broadchurch Primera Temporada El Palomitrón

En Broadchurch nunca ocurría nada. Nada sobrenatural, personas normales que tienen una vida normal. Y es así hasta que Danny aparece asesinado en la playa del pueblo. La primera temporada fue toda una presentación de personajes, justificada por ese intento de caza al asesino. Una temporada perfecta en sí misma, pero que decidieron alargar con una segunda temporada.

En ella, el caso de Sanbrook, el caso sin resolver que no dejaba dormir al detective Alec Hardy (David Tennant), vuelve al presente para acabar de resolverse, mientras todo Broadchurch está pendiente del juicio del asesino de Danny. Las comparaciones son odiosas, y la segunda temporada no le hacía justicia a su predecesora, la cual no llegó ni a emitirse en España.

Su tercera temporada llega para hacer un cierre perfecto, pues se anunció ya como la última temporada de la serie. Los Latimer y el resto de Broadchurch han seguido con sus vidas, aunque las consecuencias del asesinato de Danny siguen siendo visibles en todos, sobre todo, como es lógico, en su familia.

«Sus cuerpos no son tuyos»

Broadchurch Trish El Palomitrón

Miller (Olivia Colman) y Hardy investigan el caso de violación de Trish Winterman (Julie Hesmondhalgh) y el pueblo comienza a lidiar con las consecuencias de este caso. Todos los hombres del entorno de Trish son sospechosos, lo que en un pueblo pequeño se traduce a casi toda la población masculina; por otro lado, las mujeres sienten una amenaza constante al conocer el caso, lo que las lleva a encerrarse en sus casas para evitar ningún contacto no deseado.

Existe un pensamiento muy poderoso que sobrevuela por toda esta temporada relacionado con la culpa y el miedo que las mujeres sienten ante estos ataques. El no denunciar, el quedarse en casa, el modificar nuestra vida normal para evitar actos que jamás deberían cometerse son las pequeñas victorias de los atacantes.

Es inevitable que al hablar de violencia sexual este atosigante heteropatriarcado que nos rodea salga a borbotones, como si abriésemos un embalse de reproches y actitudes indeseables. Es la misma idea que ya subyacía en la serie The Fall y que, también en su tercera temporada, se hacía muy poderosa.

Durante el interrogatorio final con el verdadero culpable, Ellie Miller mostraba su desagrado con la manera que el acusado tiene de justificarse y le deja claro que los cuerpos de las víctimas no son de su propiedad ni durante la violación ni nunca, algo que parece no entender. Y ahí está el gran problema.

El maltrato a las series británicas

Broadchurch Beth y Mark El Palomitrón

Broadchurch es un claro ejemplo del trato que se les da aquí en España a las series que no tienen una legión de seguidores. Antena 3 ocupó la publicidad de todo un verano anunciando la primera temporada de esta serie para olvidarse de ella durante todo el invierno. El siguiente verano volvió a bombardear con el anuncio de la serie para empezar a emitirla en septiembre de 2014.

La segunda temporada nunca se emitió en España y tuvimos que esperar a que Netflix las pusiera en su catálogo. Su tercera temporada no está disponible en ninguna plataforma ni canal español. Una tristeza. Algo similar ocurrió con The Fall, emitida por AXN y Paramount Channel, cuyas dos primeras temporadas están en Netflix, pero no la tercera.

Pero no ocurre únicamente con series poco mainstream, por llamarlas de algún modo, esas que no mueven a cientos de fans. Porque también ha ocurrido con series tan esperadas como Sherlock, cuyas dos primeras temporadas se emitieron en Antena 3, la tercera y el capítulo especial se emitieron en TNT y la cuarta (y última hasta ahora) fue emitida en Netflix. Quizás se deba a la tardanza con la que los productos internacionales llegan a los canales en abierto o tal vez porque la gente prefiere verlos sin tanta publicidad.

Broadchurch: la serie que todo el mundo debería ver

Broadchurch Miller y Hardy El Palomitrón

Existen múltiples razones por las que recomendamos esta serie. Pero hay dos que tienen nombres y apellidos: Olivia Colman (El infiltrado) y David Tennant (Doctor Who). Le estaremos siempre agradecidos a esta serie por habernos presentado a Olivia Colman: aunque no era su primer trabajo ni de lejos, esta serie fue su carta de presentación para muchos de nosotros. Y menuda presentación, porque además tenía la difícil tarea de ser el contrapunto de un grande de la televisión británica como lo es David Tennant. El trabajo de ambos en esta serie es magnífico y la química manifestada en dos personajes que aparentemente no se tragan es ejemplar.

El resto del reparto no se queda atrás, así como la fotografía de la serie y, sobre todo, su banda sonora. Las composiciones de Ólafur Arnalds (Los juegos del hambre) hacen que cada capítulo de la serie se convierta en una joya, sobre todo en la tercera temporada, pues engloban la serie en un todo que ni podemos ni queremos olvidar. Esperamos que pronto podamos disfrutar de la tercera temporada en España.

Lorena Rodríguez

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Una tarde, con siete añitos, entré en el salón cuando mi madre veía El Padrino. La escena en cuestión era la del caballo y mi madre me gritó que no mirase, pero miré. Desde aquel entonces no pude dejar de mirar, de observar y soñar. Lo más cerquita que pude quedarme del cine fue haciéndome historiadora del arte. El cine es mi Tardis, un Delorean que me hace la vida real más fácil. Mi primera serie fue Urgencias, siempre fiel, a pesar de lo mal que la trató la tele. No sé decirle que no a una serie.