SHERLOCK: THE GAME IS ON. PORQUE TODO LLEGA
Larga ha sido la espera. Nada más y nada menos que tres años desde que la BBC emitió Sherlock. Es cierto que el año pasado obtuvimos nuestro aguinaldo y La novia abominable llegó como un regalo navideño. Pero el especial, emitido en España por TNT, nos supo a poco, y poco desveló sobre la nueva temporada.
Una nueva tanda de capítulos que sus creadores, Mark Gatiss (Juego de tronos) y Steven Moffat (Doctor Who), prometieron que serían oscuros, profundos y dramáticos. Y lo han cumplido. El primer episodio, The Six Thatchers, está disponible en Netflix desde la medianoche del 1 de enero.
La oscuridad llega a Baker Street
El final de la tercera temporada daba otra vuelta de tuerca a los giros que ya presentaba el propio capítulo. His Last Vow nos dejó a todos en shock: Sherlock (Benedict Cumberbatch) herido, un enemigo imparable y un secreto en la familia Watson. Los últimos minutos del capítulo nos recordaban que Moriarty (Andrew Scott) siempre fue el gran villano, pues ni muerto es capaz de dejar a Sherlock.
Este juramento es la chispa que hace arder la temporada. Los Watson, John (Martin Freeman, Fargo) y Mary (Amanda Abbington, Mr. Selfridge), son padres, y tanto ellos como Sherlock han de adaptarse a la situación. El pasado vuelve a la carga y será necesaria toda la astucia e inteligencia del detective para enterrarlo de una vez.
Sherlock se pierde en el drama
El dramatismo siempre ha estado presente en estas aventuras. Pero nos gustaba, porque se combinaba con la mordacidad del protagonista y la inteligencia de Watson. Pequeñas dosis de tragedia, comedia, lo absurdo y secundarios brillantes han hecho de Sherlock la serie que todos veneramos.
Sin embargo, en este primer episodio no nos han dado un respiro. Hemos contenido el aliento durante los casi 90 minutos de capítulo, aunque hemos podido relajarnos gracias a las críticas indirectas que Sherlock vierte sobre primera ministra del Reino Unido.
Secundarios anecdóticos
Los secundarios han sido siempre un punto importantísimo en esta serie. Mycroft (Mark Gatiss), la señora Hudson (Una Stubbs), Molly (Louise Brealey) o Lestrade (Rupert Graves) provocan las situaciones más hilarantes al tropezarse con el especial detective. Sin embargo, este capítulo no ha tenido tiempo para ellos: meras apariciones que contribuían a la trama principal y que poco aliviaban la tensión latente.
Lo que se cuenta en el capítulo es esencial y cualquier adicto a las novelas puede contrastar la veracidad, pero podría haberse resuelto de otro modo. La intensidad del capítulo y la oscuridad en la que se han sumido difumina un poco la esencia de Sherlock: un puzle en el que cada personaje contribuye a un todo excepcional.
Queremos más, necesitamos más
El capítulo sabe a recalentado, a una trama que ya se había explotado, aunque igualmente nos ha dejado en shock. Esperamos que los dos episodios de la temporada retomen un poco el tono habitual de la serie, impactante pero más desenfadado. Sin duda, las «amenazas» que tanto actores como creadores han vertido en las redes desde hace más de un año se han cumplido. Ahora nos queda saber cómo serán las estocadas finales, pues si este ha sido el primer episodio, ¿qué nos depararán los otros dos? Mirad (y observad) el tráiler y sacad vuestras conclusiones. The Game Is On.
Lorena Rodríguez