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BABY DRIVER

Comienza la secuencia: un joven con gafas de sol y auriculares en los oídos comienza a hacer playback del temazo de Jon Spencer, Bellbottoms (el cual aconsejamos poner mientras se leen estas líneas) con ritmo, mucho ritmo. El acelerador echa humo y las cuerdas de las guitarras eléctricas no cesan de vibrar al mismo tiempo que un grupo de atracadores se mete en el coche para comenzar la huida. Empieza fuerte, ¿verdad? Si sabemos de antemano que lo que estamos viendo es del director británico Edgar Wright (Scott Pilgrim contra el mundo), no significa una cosa cualquiera. ¿Y quién nos dice que no podríamos estar ante una de sus trilogías inesperadas, como la fantástica trilogía del Cornetto (Zombis Party, Arma fatal y Bienvenidos al fin del mundo) que nos deslumbró con zombis, acción y ciencia ficción? Ahora, Wright lo ha vuelto a hacer con Baby Driver, cinta compuesta por coches, velocidad y dinero. Y, bueno, sin duda está dando que hablar este verano.

Baby Driver te pone en la siguiente situación: Baby es un joven con problemas de acúfenos debido a un accidente de coche que sufrió de pequeño, una maldición a la que desde ese momento decide poner una solución: haga lo que haga, siempre tiene que estar escuchando música. Una situación de evasión para todo en la cual poner el 100 por 100 de su concentración, ya que su trabajo no es nada fácil: Baby es un chófer experto de peligrosos atracadores y su especialidad es la de darse a la fuga. El encargado de dar vida a Baby es Ansel Elgort, un joven que nos tiene acostumbrados a las grandes producciones cinematográficas, como la saga Divergente, aunque ya lo descubrimos en en el remake de Carrie en 2013 y nos puso los sentimientos a flor de piel junto a Shailene Woodley en Bajo la misma estrella interpretando a Augustus. El trabajo de Elgort en la cinta es de sobresaliente y reconocemos que ha sido una gran sorpresa (a pesar de que ya nos tenía el corazón ganado) en un papel de tales características: protagonista, sin apenas diálogo y con mucha marcha cargada de interpretación, sentimientos y miradas que lo dicen todo.

Y es que no es nada fácil brillar compartiendo reparto con grandes como Kevin Spacey, que interpreta aquí a Doc, el cabecilla de cada robo, además de ser lo que más se asemeja a la figura paternal para el personaje de Baby. Un personaje con un toque malvado debido a lo que se dedica, pero que al fin y al cabo transmite tener buenas intenciones con el muchacho. Junto a él están actores de la talla de Jon Hamm (Mad Men) como el pacífico Buddy, enamorado hasta los huesos de su pareja y compañera Darling, y Jamie Foxx (Django desencadenado) como el esquizofrénico Bats. Aun así, Ansel Elgort lo ha conseguido: brilla con luz propia, independientemente de que estos monstruos de la interpretación se coman la pantalla con sus personajes secundarios que no logran, ni por un segundo, hacerle sombra al de Elgort. El personaje de Baby se sincroniza con la música de su iPod durante todo el largometraje dando escenas espectaculares (en plena calle, persecuciones, o en una reunión para planear un atraco). Elgort ya había tenido la oportunidad de trabajar con Spacey en Billionaire Boys Club, una conexión que se nota en la gran pantalla en este nuevo trabajo.

El joven actor ha demostrado que nada se le resiste y que con talento y trabajo se consigue lo que ha hecho con Baby, demostrando que no solamente sabe hacer grandes sagas. Además, la relación de su personaje con la música transmite y nos hace pensar a nosotros, los espectadores, nos hace disfrutar, nos hace valorar la importancia de la música no solo en la vida de Baby, sino también en las nuestras y en la del propio Elgort que, además de ser actor, se nota que es compositor, cantante y DJ.

Por su parte, el lado femenino de la cinta lo ponen Lily James (Orgullo + Prejuicio + Zombis), la cual encarna a Deborah, que será quien nos dé la dulzura y el amor del filme en lo que respecta a su relación con Baby, una pareja que nos brinda escenas que realmente logran darnos hasta envidia, y Eiza González (Casi treinta) como la sexy Darling, una actriz que ha demostrado todo el bagaje y la profesionalidad que lleva encima tras haber trabajado en telenovelas durante muchos años. 

Ritmo frenético en un verdadero musical de cine de acción en el que Wright, como director y guionista, basa la narración de su relato en la música y en su banda sonora, organizada por Steven Price, ganador de un Oscar en 2014 por la banda sonora de Gravity. Primero fue la música y, a partir de ahí, fue escribiendo, obteniendo como resultado una obra maestra, una originalidad que alabar con ritmo constante y con la frescura que desprende durante los 115 minutos de metraje que te dejan sin aliento, con ganas de bailar y cantar en la butaca e, inmediatamente después de salir de la sala, coger un coche con la fantástica banda sonora compuesta de temas de calidad de todo tipo de género: soul, folk pop, funk, blues rock, jazz, reggae, boogie, punk, pop… Aunque no desvelaremos la playlist entera para que os deleitéis vosotros mismos con estos bombones musicales. ¿Quieres aprender de buena música? Baby Driver te enseña.

A nivel musical, la cinta es espectacular, como también lo es su ritmo, tanto por fuera como por dentro, gracias al trabajo de la fotografía de Bill Pope (El libro de la selva). Entusiasmo, originalidad, dedicación, saber hacer, educación musical y un gran equipo es lo que ha demostrado tener el director británico Edgar Wright: nada cae al azar, Baby Driver es la sincronía perfecta, cada movimiento va de la mano con cada nota musical. Como decía Oscar Wilde: “El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos».

LO MEJOR:

  • Edgar Wright al completo: sus ideas originales como guionista y su buen hacer como director.
  • Un reparto espectacular donde poder descubrir el talento de Ansel Elgort.
  • Desde la primera escena te engancha.
  • Una fabulosa banda sonora que va sincronizada con la historia.

LO PEOR:

  • No ver que es un peliculón, lo mires por donde lo mires.

María Páez

2 COMENTARIOS

  1. ¡Gran artículo, María! Creo que Ansel Elgort es un actor con un futuro muy prometedor, imposible no enamorarse del Augustus Waters que encarnó en «Bajo la misma estrella», me han entrado muchas ganas de verle en «Baby Driver» rodeado de semejante reparto y con ese potente componente musical que tiene la peli. ¡Muchas gracias!

    • Muchas gracias Manuel por la interacción, por leerte mi crítica y me alegro mucho de que te haya gustado. La verdad es que Ansel Elgort va a sorprender a muchos con su interpretación a la cual no nos tiene acostumbrados, ya nos contarás qué te ha parecido cuando vayas a su estreno. Estoy segura de que a partir de su papel como Baby le van a salir muchísimos trabajos nuevos en peliculones. Un saludo.

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Periodista que considera que para ser una verdadera cinéfila tienes que ser una 007, con licencia para devorar todo el cine. Eso sí, prefiero quedarme atrapada en una cueva con Michael Myers, el payaso de It, Chucky, y la niña de El exorcista que en un palacio con princesas de cuento.