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5 RAZONES PARA VER HISTORIAS PARA NO CONTAR

Este viernes Cesc Gay hará su esperada vuelta a cartelera después del éxito que fue hace dos años Sentimental. En clave de comedia y con un elenco de quitar el hipo, Historias para no contar nos pondrá delante situaciones en las que nos podemos reconocer pero que preferiríamos no explicar, o incluso olvidar. Encuentros inesperados, momentos ridículos o decisiones absurdas se acumulan en esta cinta fragmentada que supone una mirada ácida y compasiva a la incapacidad para gobernar nuestras propias emociones. Os damos cinco motivos por los que la nueva película de Cesc Gay es un plan de cine perfecto para este fin de semana.

1. ES LO NUEVO DE CESC GAY

Las comparaciones son odiosas pero las recurrentes asociaciones del cine de Cesc Gay con la obra de Woody Allen sólo pueden ser un halago. Tras más de dos décadas en la industria, el cineasta catalán ha ido perfilando un estilo de “comedia” que escasea en nuestra cinematografía, y eso mismo hace que cada nuevo proyecto que tiene entre manos sea algo que merece la pena no perderse. Su cualidad de dramaturgo influye de la mejor manera posible en la escritura de sus películas, dotándolas de una elegancia y una inteligencia mordaz brillantes para pintar un lienzo de los sentimientos y las realidades humanas. En Historias para no contar volveremos a encontrarnos con todos estos denominadores comunes de su cine.

2. TIENE UN REPARTO CORAL ESTELAR

Para su nueva película, Cesc Gay ha contado con un reparto tan extenso y atractivo que se hace difícil no encontrar algún actor o actriz que por su sola aparición no nos impulse a ir a verla. Además, no es lo habitual en la filmografía del director encontrarnos con un reparto tan amplio y coral, que por lo general tiene unas puestas en escena de corte teatral con el minimalismo de escenarios e intérpretes que ello conlleva. Historias para no contar está plagada de rostros tan conocidos como los de José Coronado, Anna Castillo, Javier Rey, Antonio de la Torre, María León, Maribel Verdú, Alexandra Jiménez, Javier Cámara, Verónica Echegui, Quim Gutiérrez o Brays Efe, por citar algunos. El buen hacer de todos ellos sumado a unas intervenciones bastante compensadas, hacen que la película mantenga su armonía.

3. VUELVE AL FORMATO EPISÓDICO

El de las antologías es un género que salpica muy modestamente el panorama cinematográfico muy al contrario del seriéfilo, que con el auge de las plataformas lo está explotando cada vez más. Entre los estrenos que llegan a salas cada año son contados (si es que alguno) los ejemplos de películas episódicas, aunque en nuestro país Cesc Gay es un indudable exponente pues debutó precisamente con Hotel Room, que contaba no un único relato sino cinco. En Historias para no contar repite fórmula y nos brinda otros cinco cortos, independientes, sobre el amor y los secretos. Todos ellos son divertidos, se hacen ligeros de ver, y componen un puzle bien ensamblado gracias un tono uniforme que se mantiene durante todo el metraje y consigue el efecto de conjunto.

4. HABLA DEL AMOR PLURAL

Las relaciones afectivo-sentimentales son, más que un hilo conductor, una excusa de fondo que subyace en todas las Historias para no contar. Y es que el amor es uno de los grandes temas universales a los que no escapa nadie. Sin embargo, y aunque cada vez podemos ver una mejor representación de las diversas formas de amor en pantalla, aún hay camino por andar a este respecto. Con cinco microrelatos bajo el brazo, Cesc Gay tenía la oportunidad de desplegar un abanico de personajes que reflejasen la pluralidad de nuestra sociedad, y ha sabido tenerla en cuenta con la inclusión bastante natural de alguna que otra historia que rompe los clichés y estándares de lo normativo.

5. NOS PODEMOS VER REPRESENTADOS

¿Hay algo más humano que irse de la lengua con un secreto? A veces por sentimiento de culpa, otras por el simple gusto de airear y cotillear sobre lo ajeno, e incluso a veces como forma de auto-boicot. Cesc Gay es un cronista de la gente de a pie, del ciudadano medio y de las situaciones en las que nos podemos ver inmersos el común de los mortales. En su nueva película esgrime la comedia una vez más como herramienta para exponernos y descubrir los rocambolescos aprietos en los que podemos llegar a ponernos con tal de tapar nuestras vergüenzas. Estas Historias para no contar huyen de lo existencial, son solo historias más o menos normales que le pasan a la gente normal. A veces no hay más enredo que el que nos hacemos nosotros mismos, y que alguien te ponga un espejo delante para poder reírte de ello es hasta terapéutico.

Historias para no contar se estrena el 25 de noviembre y podéis recuperar nuestra crítica de la película aquí.

Aitziber Polo

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Criminóloga con sueños de directora. Pisé el cine por primera vez a los dos años. Con siete vi cómo un cocodrilo gigante se zampaba una vaca entera de un bocado en Mandíbulas, y empecé a leer a Stephen King (y así me he quedado). Mi película perfecta tendría guión de los Coen, banda sonora de Zimmer + Horner y plotwist made in Shyamalan.