10 PELÍCULAS SOBRE TEATRO QUE NADIE DEBE PERDERSE
Es imposible entender el cine si lo alejamos de su herencia teatral. El arte sobre el escenario resulta fundamental para desgranar las evoluciones que ha sufrido lo audiovisual durante sus más de cien años de vida. Es por ello que las películas que tratan el teatro como narrativa principal funcionan, a su vez, como un espacio en el que ambas artes se convierten en una, generando una especie de dinámica simbiótica que nos deja como legado un sinfín de obras memorables.
Hoy, 27 de marzo, se celebra el Día Internacional del Teatro, por lo que aprovechamos la ocasión para repasar diez películas sobre teatro que reflejan perfectamente la íntima relación que guarda el cine con el arte dramático. ¿Preparados para subir al escenario?
Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1950)
El arte de la manipulación como única forma de llegar a lo más alto. La copia como elemento esencial dentro del star-system dramatúrgico. La extorsión como canalizador del díptico deseo/realidad. Impensable hubiese sido empezar esta lista con otra película que no fuese Eva al desnudo, pues el duelo interpretativo entre Bette Davis y Anne Baxter sigue posicionado como uno de los más memorable de toda la historia del cine. Ambición y rendición se convierten, en esta pieza clásica, en la fórmula para determinar si la veteranía debe dejar paso a la juventud o si, por el contrario, quienes están en la cúspide de la fama deben mantener su posición de cualquier manera.
Matar o no matar, este es el problema (Douglas Hickox, 1973)
¿Quién dice que Shakespeare y slasher no pueden formar una combinación explosiva? Matar o no matar, este es el problema deja atrás toda la trascendentalidad característica de los argumentos universales del poeta inglés para dar paso a un relato basado única y exclusivamente en aquello más carnal de sus historias: la muerte. Esta genial comedia negra lleva la frustración artística al extremo gracias a un actor homicida que, valiéndose de las muertes más famosas de Shakespeare, opta por dar caza a aquellos críticos que no lo alabaron en su momento. Y no, nuestra crítica positiva no está determinada por el miedo a que este peculiar personaje decida ir a por nosotros.
Empieza el espectáculo (Bob Fosse, 1979)
Bob Fosse no sólo se encargó de recrear su particular vida en Empieza el espectáculo, sino que además también consiguió retratar con minucioso detalle el microcosmos de excesos, sudor, pastillas y bailes que se encuentra tras los bastidores de Broadway. Con un montaje excéntrico y fulminante para el espectador, el director deja atrás todas las inseguridades de unos años marcados por la falta de aciertos para abrirse en canal y, así, poder mostrar al mundo la realidad de una profesión demasiado exigente. Porque, en realidad, tras cada movimiento encima del escenario se halla todo un historial de extralimitaciones e inabarcables deseos.
Moulin Rouge! (Bazz Luhrmann, 2001)
No nos engañemos: todos hemos soñado alguna vez con pertenecer al colorido teatro de Moulin Rouge!. No sólo por su apartado visual, sino también por el mundo de fantasía que se esconde tras sus brillantes gemas y rojos telones. Nicole Kidman y Ewan McGregor protagonizan este vibrante musical que, inevitablemente, ya forma parte intrínseca del imaginario popular. Sobran palabras para definir la experiencia que supone su visionado, pero lo intentaremos condensar diciendo que teatro, pintura, cine y cómic cristalizan de forma completamente homogénea en una sola pieza que no deja frío a nadie.
Conociendo a Julia (István Szabó, 2004)
Londres, 1938. Ni siquiera la grandeza del teatro puede tapar que el tiempo pasa, incluso para quienes se alzan por encima del resto de mortales. Conociendo a Julia podría sintetizarse en una simple metáfora visual: quienes patinan constantemente sobre un lago helado corren el peligro de que, tarde o temprano, una grieta lo destruya todo. Y es que la estrella que protagoniza esta intensa historia de deseos juveniles y maldiciones temporales no puede (o no quiere) materializar el paso de los años, entendiendo el teatro como un limbo en el que siempre se podrá mantener eterna. O, al menos, concibiendo la actuación como una metamorfosis constante de su propio ser.
Belleza prohibida (Richard Eyre, 2004)
Hubo un tiempo en el que las mujeres tenían prohibido actuar sobre los escenarios y, por consecuencia, los hombres debían interpretar los papeles femeninos. Sin embargo, ¿cómo se vivió el punto de inflexión en el que, por fin, las mujeres pudieron subirse encima de una tarima? Belleza prohibida es una peculiar cinta (por no decir autoparódica en ciertos momentos) que indaga en la caída de un actor de gran renombre y el alzamiento de una actriz cuyo deseo siempre ha sido el de ser ovacionada por el público. Todo esto poniendo sobre la mesa la deconstrucción del género como pieza clave a la hora de analizar un momento de cambio que, por supuesto, solo era cuestión de tiempo que llegara. Y menos mal que lo hizo.
Synecdoche, New York (Charlie Kaufman, 2008)
Pocas películas han sabido retratar con tan minucioso detalle la sinergia entre realidad y delirio que conforma la mente de un artista. Cuando el protagonista de Synecdoche, New York ve menguada su salud por múltiples enfermedades, decide llevar el concepto de «el todo por la parte» al extremo: crear una representación teatral que condense la realidad de cientos de habitantes de Nueva York durante un día. Sin embargo, la distorsión del tiempo pronto le empezará a pasar factura e incluso confundirá su propia vida con la de los demás. Quizás lo que esta película nos quiere enseñar es que dirigir, en realidad, no es otra cosa que la capacidad de uno mismo de perder aquello que le caracteriza.
Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) (Alejandro González Iñárritu, 2014)
El cinismo es lo único que se mantiene estático en la vida de un actor frustrado. Y el plano secuencia es la única forma de retratar al dedillo su propia naturaleza cínica. Birdman no sólo nos habla de la condición del actor y su trabajo, sino que también indaga en la dicotomía entre dinero y respeto artístico a través de una aparente bipolaridad que acaba por convertirse en el motivo principal de la película. Iñárritu crea así la experiencia teatral definitiva gracias a un microcosmos en el que el arte corre el peligro de quedarse sometido a una conciencia cada vez más asfixiante.
Viaje a Sils Maria (Olivier Assayas, 2014)
¿Puede el teatro condensar toda la grandeza de la naturaleza? ¿Puede la naturaleza condensar toda la grandeza del teatro? Viaje a Sils Maria es la elección perfecta si buscamos personajes psicológicamente complejos cuyas inseguridades se ven reflejadas en un paisaje que cambia constantemente. Definida por muchos como un cruce entre Persona y Eva al desnudo, el filme se sustenta en la dramaturgia para demostrar, en última instancia, que la humanidad está condenada a reencontrarse con aquellos aspectos del pasado que marcaron un antes y un después. Tanto para lo bueno como para lo malo, el teatro funciona como reflejo de una narrativa cíclica de la que, como personas, no podemos huir.
La sombra de un actor (Richard Eyre, 2015)
No es usual que repitamos director en nuestras listas, pero sin duda la ocasión lo merece. La sombra de un actor no sólo coge la obra original para adaptarla a la pequeña pantalla, sino que mantiene en todo momento su esencia teatral basada en la potencia de sus diálogos y en la carencia de múltiples espacios. Bajo el telón de la Segunda Guerra Mundial, el duelo interpretativo entre Ian McKellen y Anthony Hopkins da pie a un relato sobre el sacrificio, la empatía y el deseo de triunfar a toda costa. Incluso si eso significa dejar entrar en sus propias carnes al mismísimo Rey Lear.
Y vosotros, ¿qué películas sobre teatro echáis en falta en esta lista?
Martí Farrés
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Felicitaciones por 10 películas sobre teatro
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Opening night (1977) de John Cassavetes. Magnífica e imprescindible en esta lista.
Hay una película española, «Noviembre», que me parece que muestra una visión fundamental del teatro, y el proceso que está viviendo desde fines del siglo pasado.
Y aunque no es de teatro propiamente dicha, una película que corre tras bambalinas y muestra un pantallazo del mundo de la danza teatro es «Pina». Muy buenas las dos pelis. Gracias por la increíble lista!