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ESPECIAL QUENTIN TARANTINO: PULP FICTION

Pulp Fiction escena baile El Palomitrón

That’s when you know you’ve found somebody really special: you can just shut the fuck up for a minute and comfortably share silence.

(Entonces sabes que has dado con una persona especial: puedes estar callado durante un puto minuto y compartir el silencio).

Mia Wallace, Pulp Fiction

En 1994 se estrenó Pulp Fiction, una de las películas de culto más veneradas de los años 90 (y del cine en general). Tras 23 años, sigue siendo una fuente inagotable de inspiración y tiene toda una legión de seguidores que ya querría cualquiera de las grandes religiones del planeta. No hay un carnaval que se precie si no están Mia Wallace y Vincent Vega; las recopilaciones de bandas sonoras originales no son nada sin el tema Misirlou que abre la película y, como siempre recalcamos en El Palomitrón, algo es parte del imaginario popular si lo han homenajeado Los Simpson.

Reservoir Dogs permitió que la industria conociese a Tarantino, aunque esto no significa que le abriese todas las puertas de Hollywood. Sin ir más lejos, el guion de Pulp Fiction fue rechazado por TriStar Pictures; un guion que fue galardonado, entre otros premios, con un Oscar. El estreno de Pulp Fiction supuso una revolución para el cine y llamó la atención del gran público, asentando las bases de lo que podríamos llamar «sello Tarantino».

La presentación de personajes ocupa gran parte del metraje inicial de la película, pues son unas cuantas historias y, aparentemente, inconexas. Una pareja de atracadores de poca monta, Pumpkin (Tim Roth) y Honey Bunny (Amanda Plummer), que deciden atracar la cafetería donde desayunan; los trajeados Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) y Vincent Vega (John Travolta), que discuten sobre temas triviales como el nombre de las hamburguesas en París o si hacerle un masaje a la esposa de alguien es pasarse de la raya; Marsellus Wallace (Ving Rhames) y su esposa Mia (Uma Thurman); Butch (Bruce Willis) y su más que especial reloj de oro. ¿Hay más personajes? Sí, pero para poder entender esto sin que parezcan un amasijo de palabras sin sentido es necesario ver esta joya de película.

Pulp Fiction Vincent y Jules El Palomitrón

El impresionante (y multipremiado) guion de Quentin Tarantino y Roger Avary nos presenta una historia circular donde todos los personajes están conectados de una manera o de otra, algo que no entendemos hasta llegar al final del visionado. Los diálogos sobrados de palabras malsonantes, el humor ácido y no siempre comprendido de las películas de Tarantino, sus planos característicos y una siempre certera banda sonora hacen de este guion una película más que memorable. Homenajeando al género Pulp con su título (de hecho, explica el significado nada más comenzar la película), el director nos regala una de las historias más redondas del cine.

Somos incapaces de escuchar You Never Can Tell, de Chuck Berry, sin mover los pies al ritmo de twist, como tampoco escucharemos un chiste con menos sentido y gracia que el de la familia tomate. Todos estos detalles han formado una iconografía que se referencia una y otra vez en el cine y en la televisión. La violencia gratuita llega a momentos de tal hilaridad que hasta nos sentimos culpables por disfrutar de la escena, pero ese es uno de los puntos fuertes de las películas de este director, porque la sangre es lo de menos en una escena: al final, no es más que un líquido viscoso que nos recorre el cuerpo; lo que verdaderamente nos va a impactar es la composición de la escena, cómo esté ejecutada y qué canción esté sonando de fondo haciendo de algo macabro y doloroso, una estampa que no olvidaremos jamás.

Con Pulp Fiction, Tarantino alcanzó una cima del cine que está reservada a muy pocos, además de conseguir su primer Oscar, aunque como guionista y no como director. El público tiembla impaciente cuando anuncia una nueva película y los que creen que no les puede sorprender más salen del cine afianzando su fanatismo. Y es que su filmografía es en sí misma un paseo de la fama en la que solo brillan joyas, más o menos acertadas, pero siempre con un brillo intenso. No te pierdas el especial que El Palomitrón hace de su carrera y mucho menos las películas que el canal TCM emitirá por los 25 años desde el estreno de Reservoir Dogs.

Lorena Rodríguez

 

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Una tarde, con siete añitos, entré en el salón cuando mi madre veía El Padrino. La escena en cuestión era la del caballo y mi madre me gritó que no mirase, pero miré. Desde aquel entonces no pude dejar de mirar, de observar y soñar. Lo más cerquita que pude quedarme del cine fue haciéndome historiadora del arte. El cine es mi Tardis, un Delorean que me hace la vida real más fácil. Mi primera serie fue Urgencias, siempre fiel, a pesar de lo mal que la trató la tele. No sé decirle que no a una serie.