ESPECIAL QUENTIN TARANTINO: RESERVOIR DOGS
Listen kid, I’m not gonna bullshit you, all right? I don’t give a good fuck what you know, or don’t know, but I’m gonna torture you anyway, regardless. Not to get information. It’s amusing, to me, to torture a cop. You can say anything you want cause I’ve heard it all before. All you can do is pray for a quick death, which you ain’t gonna get.
(Verás, no voy a engañarte, ¿vale? Me importa una puta mierda lo que sepas o no. Voy a torturarte de todas formas. Fríamente. Y no para sacarte información. Me resulta divertido torturar a los polis; puedes decir lo que quieras, he oído de todo. Solamente te queda rogar una muerte rápida, lo cual no vas a conseguir).
Sr. Rubio, Reservoir Dogs
Machista, violenta, racista, mal hablada… Hoy se le podrían añadir cientos de adjetivos a la ópera prima de Quentin Tarantino, Reservoir Dogs. Cientos de asociaciones pedirían su retirada de todos los cines e incluso se censuraría en algún país. Sin embargo, esta película es mucho más que unas escenas violentas y unos diálogos subidos de tono. Para empezar es la primera película de la filmografía de Tarantino, tiene una de las mejores bandas sonoras de los 90 (y es muy complicado elegir y quedarse solo con una BSO de esa década) y su reparto de actores es insuperable, o al menos lo fue hasta que llegó Pulp Fiction.
Un bar, un almacén y un poco de exteriores le bastaron a Tarantino para concebir esta historia, este atraco frustrado que nos sirve para conocer a todos los personajes, ya sea mediante flashbacks o durante los diálogos en el presente. Su primera escena es adictiva: esa en la que todos los personajes de la película discuten en torno a una mesa sobre el significado de Like a Virgin, de Madonna. Nadie es capaz de borrar de su memoria lo que el Señor Marrón, el propio Tarantino, dice sobre este gran tema de los 80. Tras la hipótesis de la canción, una buena discusión sobre dejar propina a cargo del señor Rosa (Steve Buscemi) y, para finalizar, una gran intro con el tema Little Green Bag, de George Baker Selection. Aquí nacía la leyenda de Quentin Tarantino.
La sangre del señor Naranja (Tim Roth) impregnando los asientos blancos del coche, así como la camisa de su traje, nos ofrecen una de las marcas de la filmografía del director: la sangre. Los gritos del señor Naranja hacen más agónica y claustrofóbica una escena que se filma en un almacén y que tiene solo a tres actores en escena durante un buen rato. Buscemi, Roth y Harvey Keitel discuten la identidad del topo dentro del grupo, el que ha avisado del atraco y el que ha provocado la muerte de algunos de ellos y el disparo de Naranja. Una escena en la que nos llega a doler el estómago por la intensidad de los gritos de Roth, e incluso llegamos a oler la sangre. De esta desagradable situación descansamos gracias a los recuerdos de los personajes, de cómo han llegado hasta ese punto.
Pero, sin lugar a dudas, si una escena ha perdurado en el imaginario colectivo y sigue siendo un momento clave dentro de la historia del cine es la de el señor Rubio (Michael Madsen) torturando al policía. En la radio, el programa «K-Billy y el supersonido de los 70» nos deleita con el tema Stuck In The Middle With You, lo que eleva la escena al top ten de las torturas cinematográficas. Detalle curioso que nos deja ver que Tarantino cuida los detalles: Madsen sale del almacén hacia su coche, y la música, en lugar de seguir sonando (como suele ser frecuente, como si la música llegado un punto se independizase de la película) se escucha de fondo, dentro del almacén, y no nos llega su sonido nítido hasta que volvemos a estar ante el policía con una oreja cercenada.
https://www.youtube.com/watch?v=D_04Y–Nj50
Reservoir Dogs establece toda una iconografía que Tarantino repetirá hasta convertirla en un must dentro de su cine. La banda sonora, los flashbacks, los repartos corales, la violencia física y verbal o la sangre son el santo y seña de este director, que no defrauda en ninguna de sus películas. El canal TCM dedicará un repaso a su carrera en este mes de septiembre, cuando se cumplen 25 años del estreno de esta misma película, la primera de una gran filmografía.
Lorena Rodríguez