ENTRE TODOS LO MATAMOS Y EL MINISTERIO DEL TIEMPO SE MURIÓ
El próximo miércoles se emitirá el décimo tercer y último episodio de la tercera temporada de El Ministerio del Tiempo. La serie está a punto de despedirse y Televisión Española aún no ha confirmado si el adiós será definitivo o podremos volver a verla en 2018. Todo apunta a que sucederá lo primero.
El ministerio viene cosechando mínimos históricos de audiencia en las últimas semanas, en las que no ha podido recuperarse de los embistes de la competencia, una mala planificación de la cadena pública a la hora de programarla y promocionarla, así como de algunas decisiones creativas no demasiado acertadas por parte del equipo de Javier Olivares.
El germen de la crisis ministérica surge casi desde sus inicios. Tras un buen estreno en febrero de 2015 con casi 3 millones de espectadores y un 15 % de share, La 1 decidió mover la serie de la noche del martes al lunes, perdiendo en su segunda semana más de trescientos mil televidentes. La audiencia se estabilizó por encima de los 2 millones de espectadores, y los dos dígitos de cuota de pantalla y las excelentes críticas y premios cosechados facilitaron su rápida renovación.
A partir de la segunda temporada se sucedieron los disparates por parte de TVE y la serie se vio inevitablemente afectada. El episodio 2×01 cosechó 600 000 espectadores y casi 4 puntos más de share que la despedida de la primera tanda. La audiencia, no muy elevada pero fiel, se mantuvo por encima del 12 % de cuota hasta que, sin previo aviso, la cadena hizo un parón de tres semanas en la emisión. El resultado a su regreso: un mínimo histórico por debajo de los dos millones de espectadores y los dos dígitos de share por primera vez en su historia. Javier Olivares justificó el fallo de estrategia como un «error de comunicación», pues había planteado la segunda temporada como «dos midseasons«. Los cinco episodios emitidos tras el parón tuvieron peor audiencia que los ocho anteriores. TVE también asumió el fallo de comunicación a través de su Defensor del espectador tras las múltiples quejas recibidas.
La bajada de audiencia y la necesidad de encontrar un socio (Netflix) para distribuir la serie internacionalmente retrasaron la decisión sobre la renovación por una tercera temporada hasta cuatro meses después del fin de la segunda. Este estoque definitivo e incomprensible comprometió tiempos de producción y la continuidad del elenco protagonista, algo de lo que la serie no ha podido recuperarse. Rodolfo Sancho se desligó del proyecto y Aura Garrido solo ha podido estar durante media temporada. El Ministerio del Tiempo no solo perdió a sus dos protagonistas, también se vio obligada a desechar su trama horizontal.
Las soluciones planteadas a nivel de guion han funcionado de forma desigual. Mientras que la trama de los Hijos de Padilla ha ayudado a dinamizar un poco la serie e implicar a los personajes secundarios, la decisión de acabar con Lola Mendieta, uno de los puntos fuertes de las primeras temporadas, no se acaba de comprender si ha sido para recuperar su personaje en tiempos de juventud y hacer de ella una versión descafeinada de Amelia Folch.
El Ministerio del Tiempo carece hoy del ritmo y la frescura de sus primeros episodios, repite en exceso algunas estructuras y ha desperdiciado el potencial de algunos personajes (una mayor presencia de Cayetana Guillén Cuervo siempre es bien recibida). El único superviviente del trío protagonista, Alonso de Entrerríos, se ha convertido en un personaje agrio e involucionado, más carca ahora que en sus primeros choques culturales con el siglo XXI y cuyo desempeño en muchos capítulos se ha limitado a boicotear las misiones y perjudicar a sus compañeros. No había química entre los nuevos tres personajes principales.
Un nuevo parón sin avisar en la tercera temporada que Javier Olivares comparó inapropiadamente con las midseasons norteamericanas (allí se anuncian meses antes de comenzar la emisión, no de golpe y porrazo); la mala compañía del infame programa de Javier Cárdenas, que además retrasa la hora de inicio hasta casi las 11 de la noche, y el último cambio de día de emisión (que le ha supuesto registrar un paupérrimo 5,9 % de share) han acabado por llevar a la serie a un final que nunca mereció. El paso de los años ayudará a que el recuerdo que tengamos pierda el sabor agridulce que ahora nos deja la despedida de una de las mejores series de la historia de nuestra televisión pública.
Fon López
También traicionaron a los seguidores del extranjero al no poder verla en la web de Rtve
Hola, M.Pacheco. Ya no se puede ver a través de la web de RTVE fuera de España precisamente por el acuerdo de distribución con Netflix que mencionamos en el post. Si eres usuari@ de Netflix, podrás verla en esa plataforma. Un saludo.
en Netflix de México no puede ser vista, por ejemplo, la seguimos esperando con ansias, la serie es excelente, es una pena que no se le haga justicia, que perdieran tanta audiencia en España y que los que somos fanáticos de otros paises tengamos que buscar y buscar para poder disfrutarla.
Por favor esta serie que nos encanta a toda nuestra familia.¿no se puede ver a otras horas.o en otro sitio ,pues es muy tarde?.
Un abrazo a todos los que hacen posible que series como esta aparezcan de vez en cuando.
Un para todos y cada uno.
En Netflix USA tampoco.