EL MINISTERIO DEL TIEMPO: CONTRATIEMPOS
El cambio en el día de emisión de El Ministerio del Tiempo ha hecho que tuviéramos que esperar diez días para la emisión del episodio Contratiempos, pero ha valido la pena. El penúltimo episodio de la tercera temporada supone el fin de algunas de las tramas que llevamos viendo a lo largo de toda esta entrega; además, incluye algunos de esos homenajes que al Ministerio se le dan tan bien.
El Ángel Exterminador y los Hijos de Padilla han sido los grandes enemigos de esta temporada, pero las tensiones internas también han sido un gran punto de inflexión. En especial la actitud de Alonso (Nacho Fresneda), cada vez menos convencido de su labor en el Ministerio o incluso de su vida más allá de su época; todo a su alrededor le indica que no está en su lugar, y eso acabará por llevarlo a unos extremos que ni el ministerio pueda controlar.
El Ángel Exterminador contra El Ministerio
Adolfo Suárez (Jaime Pujol) no aparece en la urna de los candidatos a presidente en 1976, lo que supone una modificación de la historia y la posible inexistencia de la democracia en la Transición. Pacino (Hugo Silva), Irene (Cayetana Guillén Cuervo) y Alonso viajarán hasta los años 70 para arreglar el desaguisado, pero pronto comprenden que ese pequeño cambio es un intento para acabar con la vida de Suárez. El Ángel Exterminador ha sabido jugar bien sus cartas y ha secuestrado a Elena (Susana Córdoba), la exnovia de Alonso, para coaccionarlo.
Pero el ministerio siempre guarda un as bajo la manga y hará que sus dos grandes enemigos, los Hijos de Padilla y el Ángel Exterminador, se enfrenten entre sí para «matar dos pájaros de un tiro». Sin embargo, los agentes tendrán que pasar por un trance bastante amargo para poder terminar con éxito la operación, llegando a arriesgar la vida de uno de los miembros de la patrulla.
Contratiempos en las vidas del ministerio
Mientras el resto del equipo pretende salvar nuestra historia más reciente, Lola debe arreglar los asuntos de su Lola futura-pasada. Primero, intentaremos aclararnos con las líneas temporales: Lola Mendieta joven (Macarena García) ha sido reclutada por segunda vez por el ministerio y debe visitar a la Lola del pasado (Natalia Millán) antes de que muera para que le aclare algunas dudas; es decir, la Lola del pasado, que vive en un futuro en el que ya no existe, va a visitar a su Lola futura al pasado, donde todavía existe.
La razón por la que Lola joven va a visitar a su Lola más adulta es porque Lucía (Luisa Gavasa), su hija, ha sido diagnosticada con ELA (esclerosis lateral amiotrófica) y quiere saber quién es su verdadero padre. Esta trama es la que ha dado lugar a uno de los homenajes más bonitos de la serie: cuando Lola le confiesa a Salvador (Jaime Blanch) y al equipo que debe encargarse de Lucía, les muestra su diagnóstico, y Salvador habla de la enfermedad (incluso menciona que el mejor subsecretario del ministerio la tuvo). Acto seguido se levanta y se sitúa ante el retrato de dicho subsecretario, que no es otro que Pablo Olivares (uno de los creadores del ministerio murió de ELA antes del estreno del primer episodio de la serie). De esta manera, han querido rendirle el homenaje que siempre se ha merecido.
Fin de temporada: una historia para no dormir
En el avance del último episodio de la temporada podemos escuchar a Salvador diciendo: «No es cuestión de gustos; es una serie de mierda». Y a lo que se refiere es que alguien ha hecho una serie basada en las hazañas del propio ministerio. ¿Os suena? Televisión que habla de televisión y todo ello adornado con la presencia de un joven Chicho Ibáñez Serrador.
Nada sabemos de una renovación por una cuarta temporada, pues como indicó el propio Javier Olivares, ya no existe ni el decorado ni el plató donde rodaban. Interpretando esto como un fin, al menos de la era de esta serie en TVE, los fans hemos quedado en ver todos juntos el último episodio este miércoles día 1 de noviembre, a las 22:40, en TVE. Preparad vuestros carnets, que tenemos que demostrar quiénes somos los ministéricos.
Lorena Rodríguez