THE EQUALIZER 2: CHARLAMOS CON DENZEL WASHINGTON Y ANTOINE FUQUA

El pasado martes 7 de agosto tuvimos la inmensa suerte de participar en dos mesas redondas (una con Antoine Fuqua y otra con Denzel Washington), y con ellos pudimos debatir algunos de los puntos que más nos han llamado la atención de esta secuela, cuya crítica podéis recuperar aquí.
La violencia como respuesta en The Equalizer
Está claro que ambas películas destacan como cócteles de cruda violencia cuando estalla el conflicto, pero el personaje de Robert McCall no solo recurre a la violencia para la resolución de conflictos, aunque dada la intensidad de sus peleas es fácil olvidarlo y retener en la retina sus castigos físicos. Su personaje es una suerte de héroe anónimo que también educa y reconduce a los que tiene alrededor sin recurrir a métodos expeditivos, acercándose mucho al estereotipo de héroe que decide hacer del mundo un lugar mejor tras vivir un conflicto personal, tragedias que normalmente suelen servir como punto de no retorno para empujar a los personajes a mirar a su alrededor con otras ópticas, y acabar pasando a la acción.
McCall, que ha perdido a su mujer, parece rellenar este hueco de dolor y soledad a través de las buenas obras, buscando de manera activa un mundo mejor, más justo. «En cualquier caso, espero que no sea necesario que uno tenga que experimentar una tragedia personal para poder vivir de manera responsable y construir un mundo donde queramos educar a nuestros hijos. Es cierto que quizá la pérdida de su mujer sea el detonante para McCall, pero esta pérdida no es absolutamente necesaria, porque él siempre ha sido así, aunque de alguna manera puede que sea un elemento motivador para que McCall sea más activo a este respecto, para que asuma su propia responsabilidad», apunta Washington.
Para Fuqua, que aborda el clímax de la película con una óptica que mezcla el cine de guerra y el western, no solo su protagonista tiene un deber con la sociedad, sino que también está él mismo. Todo funciona en el largometraje como un viaje de autoexploración. «McCall se enfrenta a sus demonios de manera metafórica en una batalla interna que culmina con esta última secuencia. Hay una frase que me encanta especialmente: Muchas veces el viaje más difícil es el viaje de vuelta a casa. Creo que es una manera perfecta de expresar lo que está viviendo McCall«.

El universo de las letras como vehículo para educar al espectador


No sería justo ocultar nuestro entusiasmo ante la posibilidad de que The Equalizer 3 se rodase en Madrid (hace poco Fuqua mostraba abiertamente su interés de rodar este último capítulo en una capital europea), lo que supondría una nueva ocasión para ver Madrid como telón de fondo en un thriller de Hollywood. A este respecto, el director ni afirma ni desmiente, pero desde luego no tenemos un «no» categórico. «¡Claro! ¿Por qué no? Nada es descartable, y por supuesto que podría llegar a suceder. Además, me ha gustado mucho vuestra Puerta de Alcalá».
Sea como fuere, The Equalizer 2 llega hoy viernes las carteleras españolas, y el plato de acción está servido si pensamos especialmente en los fans de Fuqua y en una de las estrellas de Hollywood más solventes de la actualidad.
Alfonso Caro
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