SENSE8: SUMANDO ACCIÓN A LAS EMOCIONES
La espera ha valido la pena. La serie creada por Lana y Lilly Wachowski estrena por fin su segunda temporada, aunque Lilly ya no sea parte del proyecto. El especial navideño de Sense8, el capítulo 2×01, no nos adelantaba gran cosa sobre la temporada: era más bien un recordatorio de emociones, todas esas que se nos despiertan cuando vemos esta serie.
Sin embargo, la acción no se ha hecho de rogar en esta nueva temporada. Desde su primer episodio los ocho protagonistas huyen de una mente poderosa, miembro del BPO, interesado en el clúster que conforman los ocho protagonistas de la serie. El más afectado es Will (Brian J. Smith), pues es su mente la que este enemigo utiliza para conseguir información sobre todo su grupo. Consigue deshacer esa conexión gracias a la heroína, pero la situación cada vez se vuelve más tensa.
Cuando la acción aparece, las emociones se vuelven más fuertes
El punto fuerte de esta serie ha sido, desde sus inicios, las emociones. Las que experimentan los protagonistas por separado, las que conocen en grupo y, sobre todo, las emociones que afloran en el espectador cuando ve un episodio de esta serie. Es cierto que la serie no tiene la prensa y el hype que puedan tener otras en la actualidad, pero lo que sí está claro es que los seguidores de esta serie han llegado hasta ella guiados por emociones, por sensaciones que tras el primer episodio se intensificaban, a pesar de estar perdidos y no entender el argumento todavía.
Esta temporada no está exenta de momentos donde la necesidad de un amigo, el amor entre algunos de ellos o incluso necesidades más biológicas, pero igualmente intensas, se cuentan con todo detalle, traspasando la pantalla. Quizás con más razón, en estos nuevos capítulos los momentos emotivos cobran gran importancia, tras algunos momentos de tensión.
La importancia de las ocho historias
Una de las cosas que quizás fallaba en la primera temporada era su fragmentación y la desigualdad entre las historias de los personajes principales. Cada episodio parecía tener más peso para unos que para otros y en el balance general de la temporada algunos de los personajes salían perdiendo en minutos de metraje.
Sin embargo, esta segunda temporada de Sense8 da más importancia a los momentos grupales (ahora que ya conocemos la conexión y que pueden hacerla en grupo no tenía sentido mantenerlos separados más tiempo) y pretende equilibrar las escenas de los ocho personajes.
Sense8 y la importancia del arte
El arte, la pintura especialmente, es una clave esencial en la comprensión y conexión de esta serie. Los cuadros sirven para contextualizar, para dialogar con el espectador; ayudan a la escena e incluso, en ocasiones, ayudan a los propios protagonistas a dar fuerza a su discurso.
La música es otro pilar en esta serie, lo fue desde sus inicios y lo sigue siendo en la segunda temporada. Y no es de extrañar en un arte que consigue enfatizar tanto las emociones, como ocurrió con el tema Hallelujah en el episodio especial de Navidad.
El poder de los Sense8
Los protagonistas empiezan a comprender que su conexión es un don, pero también un peligro del que no es tan fácil librarse. La persecución diaria que sufrirán desde diversos frentes, junto con sus propias vidas privadas, acaban por convertir sus vidas en una carrera de fondo.
Esta temporada nos trae acción, emoción y, sobre todo, profundidad en cada personaje y en la unión que los hace tan únicos. A partir del viernes 5 de mayo podremos ver los nuevos 13 episodios de esta temporada en Netflix. Una nueva oportunidad para dejarse llevar y sentir una serie, más que verla.
Lorena Rodríguez