LOS ANTECEDENTES
Llega un momento en la carrera profesional de los grandes autores cinematográficos, cuando ya han conseguido un significante grado de popularidad y de independencia creativa, en el que deciden contar la historia que siempre han querido contar: su infancia. Es una forma de intentar volver a sentir aquellos sentimientos puros y genuinos tan anhelados en la vida adulta. Tenemos Fanny y Alexander, de Ingmar Bergman; Amarcord, de Federico Fellini, y El árbol de la vida, de Terrence Malick. Después de un éxito comercial y crítico tan rotundo como Gravity, Alfonso Cuarón llegó a este momento de su carrera, y cinco años más tarde, Netflix estrena su magnífica película autobiográfica: Roma.
LA PELÍCULA
La creación de Roma (cuyo nombre viene dado por la colonia de la Ciudad de México donde transcurre la acción) no fue, según Cuarón, un proceso intelectual, sino sensorial. La película está construida a partir de los recuerdos de Cuarón y de Libo (la persona en la que está basada la protagonista de Roma). Para él era muy importante reproducir al detalle las experiencias que vivió y que todo estuviera tal y como era en los años 70, adhiriéndose a la corriente de pensamiento que afirma que, cuando más específica es una historia, más universal es. Por esa razón rodó el filme en la misma calle donde creció (lo que elevó mucho el presupuesto).
Pese a centrarse mayormente en Cleo, no es una película de punto de vista. La mirada es distante pero no fría. Esta posición de objetividad busca contar, paralelamente a la historia de la protagonista, la crónica de un país en un momento clave de su historia. Estos planos generales, muy amplios, permiten apreciar algo muy difícil de retratar en pantalla: el fluir del tiempo. Vemos a la protagonista recorrer todo el ancho del plano (hasta salir y volver a entrar) sin cortes ni elipsis, para enfatizar estos momentos (que son mayoría en nuestra vida) en los que no sucede nada interesante.
Profundizando aún más en esta idea del misterioso devenir del tiempo, Roma fue filmada en orden cronológico. Cuarón les daba las líneas de diálogo a las actrices el mismo día en el que rodaban para que las interpretaciones fueran más espontáneas. Es más, nadie en el equipo de producción tenía el guion. Todo este juego era en aras de motivar la improvisación durante el rodaje. Ir con el instinto en cada instante, confiar en lo irracional, no intelectualizar y no emitir juicios. Parece un planteamiento muy arriesgado en una producción tan calculada visualmente. No obstante, Cuarón encuentra en Roma el equilibrio perfecto entre azar, espontaneidad y control estético.
Volviendo a la idea de buscar la total inmersión de la audiencia en la película, el trabajo de sonido es muy meritorio. El equipo técnico de Roma consigue captar el sonido de una ciudad, de una sociedad.
Toda esta obsesión con la fidelidad en la recreación histórica nos podría hacer pensar que se trata de una película nostálgica. No lo es. Sí, está rodada en blanco y negro, pero no es una imagen nostálgica, ya que Cuarón (quien también es director de fotografía) usa el formato 65 mm, digital y sin grano.
ELLOS Y ELLAS
Yalitza Aparicio. Marina de Tavira. Nancy García García. Menudo triunvirato de actrices. Tanto Aparicio como García nunca antes habían trabajado como actrices, y el proceso de casting en Ciudad de México fue muy largo, puesto que no encontraban la actriz adecuada para Cleo. Al final tuvieron que ir a la zona donde nació Libo y hacer el casting allí. Así encontraron a Yalitza Aparicio. La espera valió la pena, ya que es una de las mejores actuaciones del año.
LA SORPRESA
El hecho de que Netflix esté apostando por proyectos tan «arriesgados» a los que los estudios de Hollywood les han dado la espalda.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
En Roma hay muchas escenas memorables, pero hay una legendaria. No decimos nada más para no diluir la emoción pura que se siente al verla.
TE GUSTARÁ SI…
Eres una persona humana.
LO MEJOR
- Yalitza Aparicio. Si su debut es así, ¿hasta dónde puede llegar?
- Es una película impecable.
- Alfonso Cuarón ejerció cinco labores durante la creación de Roma: dirección, guion, producción, edición y dirección de fotografía. Y sobresale en cada una de ellas
- Un diseño de sonido que te sumerge en la Ciudad de México de los 70.
- La poesía del paso del tiempo.
LO PEOR
- El hecho de que la mayoría de la audiencia no va a poder verla en cines.
Pau Jané
