BIBLIOTECA: OUR DINING TABLE
Llevamos prácticamente un año viviendo una de las peores situaciones que el ser humano podía imaginar. Una crisis sanitaria que ha provocado que el contacto social se convierta en algo prácticamente prohibido y que aquellos encuentros con tus seres queridos que en multitud de ocasiones se realizaban los fines de semana, poco a poco, se queden en bonitos recuerdos, y nada más… Un recuerdo que, de una forma u otra, Mira Ori recoge en su obra y hace de él uno de los protagonistas de la misma. Porque Our Dining Table es un título que habla de sentimientos, de emociones, de historias familiares, pero también es un título que alza por bandera la importancia de reunirse con tus seres queridos en una mesa para comer. Algo que quizá actualmente no podamos hacer por las circunstancias que nos rodean pero que, al leer Our Dining Table, sentiremos y, sin duda, valoraremos.
Porque es ahora, cuando te quitan algo que hace un año parecía una cosa tan corriente y común, cuando valoras realmente lo bien que sentaba comer con tus amigos, tomarte un café con tu pareja o disfrutar del rato después de la comida con tus familiares más pequeños. Así, entre comidas y sentimientos, nace la obra de Mita Ori. Un título que podemos disfrutar gracias a la labor de Editorial KODAI y que sin duda se ha convertido en una historia imprescindible. Una historia que te calentará el corazón, te invitará a pasar un rato de lo más agradable con sus personajes y te recordará ese sentimiento que supone sentarse a la mesa para disfrutar de la comida y, sobre todo, de la compañía.
Un parque y unas bolitas de arroz
Our Dining Table abre su historia con Yutaka, un oficinista que se siente incómodo cuando tiene que comer delante de otras personas. Por lo tanto, cuando llega la hora del almuerzo siempre coge su tentempié y se marcha él solo a comer a un parque cercano. Pero un día su almuerzo se verá interrumpido por el pequeño y extrovertido Tane, un niño que pasaba por allí y que al ver esas «bolitas de arroz» tan apetecibles no duda en coger una y comérsela prácticamente entera. Minutos después aparecerá en escena Minoru, el hermano mayor de Tane pidiendo disculpas y regañando a su hermano por haberse ido corriendo de la tienda donde estaban y quitarle la comida a ese pobre chico del parque. Pero a pesar de lo «incómodo» que podría haber llegado a ser la situación, Mita Ori hace uso de su narrativa e ingenio para crear desde esta pequeña secuencia toda su historia.
De esta forma, entre disculpas, risas y unas deliciosas «bolitas de arroz» que cautivan al pequeño Tane, nace la amistad entre este trío de personajes tan pintoresco y agradable. Una amistad que comenzará los sábados a la hora de la comida, pues será Minoru quien invite a su casa a Yutaka para disculparse por la actitud de su hermano y, de paso, pedirle que les enseñe a hacer esos onigiris tan especiales. Una invitación que en principio Yutaka parecía que iba a rechazar pero que decide afrontar e intentar pasar una mañana de lo más placentera junto a dos jóvenes que parecían haber cambiado su vida para siempre en tan solo un instante.
Porque, a veces, no se necesitan acciones titánicas o detonadores de guerra, sino que en multitud de ocasiones son los pequeños gestos, las pequeñas cosas, las que hacen que tu vida pueda girar más de lo que habrías imaginado. Un giro que en esta ocasión afectará a Yutaka, pero también a Minoru. Pues será en ambos donde veamos una evolución y un cambio, un paso positivo que no solo dejará atrás traumas del pasado sino que les concederá ese espacio que ambos anhelaban en silencio. Así, será con el paso de los sábados, las comidas y esas pequeñas conversaciones en torno a una mesa, donde se fraguará una de las historias más tiernas y bonitas que leeréis este 2021. Una obra que te sabe presentar a sus personajes poco a poco, y a pesar de ser un tomo único, consigue cerrar todas las situaciones que plantea. Desde el trauma de Yutaka con su pasado hasta la aceptación de la pérdida por parte de Minoru, detalles que prefiero no desvelar pero que se irán revelando y solucionando poco a poco. Comida tras comida.
Y aunque el componente culinario sea uno imprescindible y relevante en Our Dining Table pues, de una forma u otra, actúa como puente catalizador, no será empleado como en otras obras que también lo poseen. Porque Mita Ori no se para a explicar detenidamente las recetas que aparecen página a página, pero sí que hace de sus platos un elemento que une a sus personajes. Sobre todo al pequeño Tane, uno de los pilares más importantes de la historia; un pilar en el que, a través de su inocencia y simpatía, convertirá aquellos momentos que podían ser algo más triviales o desdeñables en momentos que recordaremos tras cerrar el tomo. Nosotros, pero también sus personajes. Porque emplear a un personaje tan encantador y risueño como Tane, e incluso al padre de este y Minoru, hará que Yutaka cada vez se sienta más cómodo en el que, posiblemente, considere su nuevo hogar.
Porque sí, Our Dining Table es una obra que habla del dolor, del rechazo y de la familia, pero ante todo es un título que busca dar espacio y voz a encontrar un lugar en el que sentirte aceptado. Un aspecto realmente delicado, pero que gracias al tratamiento que hace la mangaka sobre este hace que sea fácil de llevar e incluso se convierta en la pieza final que cierra este puzle tan magnífico en el que, además, se cocinará lenta y pausadamente una relación de amor de lo más especial. Porque recordemos, tendremos onigiris y risas de por medio, pero también el nacimiento de un romance precioso, respetuoso y muy, pero que muy, entrañable. Un romance que nacerá entre fogones y arroz y acabará haciéndose realidad en unas frías y rocosas escaleras. De esta forma, Our Dining Table además de ser el primer BL que publica KODAI, también es una magnífica puerta de entrada para todos aquellos que todavía no han leído nada del género.
Una entrada que se ameniza gracias a su puesta en escena, ya sea desde el apartado narrativo o desde el gráfico. Porque Mita Ori no brilla solo con sus palabras, sino que también lo hace con un estilo gráfico detallado que nos hace adentrarnos, sin pensárselo dos veces, en un cuento en blanco y negro. Un cuento que rezuma todo su potencial en el diseño de personajes y primeros planos, siendo los escenarios o fondos aquellos aspectos que quizá puedan quedar algo más vacíos o descuidados sin molestar este pequeño matiz en ningún momento. Porque aquí no importa lo bien diseñada que esté la cocina o las hojas que pueblan el parque, sino las miradas, las sonrisas e incluso las lágrimas. Mita Ori hace de su obra una amalgama de buenas sensaciones que afloran allá donde mires y eso, aunque parezca sencillo, es una tarea bastante compleja. En definitiva, Our Dining Table es una obra sencilla, preciosa y necesaria; una obra que narra la historia de diferentes personas que, sin saberlo, se necesitan, y es algo tan nimio y natural como la comida el puente que les unirá, quizá, para siempre.
Cómo es la edición de Our Dining Table
Tras posicionarse en el mercado español con más de cuatro títulos, ha sido en febrero de 2021 cuando KODAI nos deja con el que ya es su quinto manga publicado en nuestro territorio: Our Dining Table. Un título que de nuevo prosigue su apuesta por los tomos únicos y nos presenta a una autora novel en nuestro país, Mita Ori. Una mangaka de la que, sin duda, querremos muchas más obras.
Tal y como se anunció desde un primer momento, Our Dining Table está compuesto por un total de 240 páginas en blanco y negro contando, además, con algunas a color. Páginas editadas bajo un formato B6 rústica con sobrecubierta cuya dimensión es de 13 x 18 cms. Un tomo único que recoge la calidad adherida a la editorial desde un primer momento y que sorprenderá por el grado de detalle y similitud con el original. Además, como es costumbre, si compras el ejemplar desde la página web de la propia editorial no solo te enviarán el tomo en cuestión, sino que recibirás dos marcapáginas y una postal de regalo que harán de este título uno incluso más especial.
Por último, tal y como hemos citado en la reseña previamente, esta obra se convierte en el primer BL de Editorial KODAI y, desde la redacción, aplaudimos no solo su apuesta por el género sino por acertar con un título tan encantador. Esperamos que su labor editorial continúe estos derroteros y, sobre todo, quedamos impacientes por conocer cuándo saldrá a la venta la siguiente licencia de KODAI: El secreto de Madoka.
Marisol Navarro