Si hace unos meses hablábamos de la sorpresa que supuso Metamorfosis BL en nuestro mercado por su tono, simpleza y encanto, es ahora cuando volvemos a contar con un título bastante parecido que nos abrazará durante toda la primavera. Hablamos de El hombre y el gato. La nueva apuesta de Norma Editorial por Umi Sakurai y su enternecedora historia entre un hombre, y como no podía ser de otra forma, su gato. Una historia única que nos presentará uno de los slice of life más bonitos del año y que además ya cuenta con una adaptación live-action en Japón.  

Quizá algunos acaben con él por su narrativa, otros quizá por su dibujo, algunos incluso por ver cómo cuenta Sakurai una historia en la que uno de los protagonistas es un gato, pero posiblemente todos acabemos cayendo en las garras —nunca mejor dicho— de El hombre y el gato por el «cuquismo» que le envuelve y lo reconfortante que resulta leerlo. Porque, a veces, no prima tanto la historia o el apartado gráfico de la misma, sino el poso que deja esta en tu corazón. Y ya os adelanto que en esta ocasión el remanente es suave, cálido y muy, pero que muy, entrañable.

Creía que hoy sería un día como todos los demás…

Umi Sakurai empieza los compases de esta tierna historia gatuna con la adopción de Fukuramu, el gato que pasará a ser el compañero de vida de Fuyuki Kanda. Un apuesto y solitario señor que decide adoptar a Fukuramu, un gatito adulto (¡un año!), rechoncho y con una belleza, digamos, un tanto diferente a la habitual. Características que le hacían pensar al pobre minino que jamás saldría de aquel escaparate y que nunca tendría una vida normal; sin embargo, cuando había perdido la esperanza, de repente el señor Kanda se detiene ante él y decide llevárselo. Un gesto de lo más tierno a la vez que sencillo que iniciará esta emotiva historia que narrará los cálidos días que unieron a un hombre solitario y a un gato que deseaba ser querido.

Valiéndose de ilustraciones conmovedoras y, para qué engañarnos, de un felino tan entrañable como Fukuramu, Umi Sakurai ha creado un manga tierno a la par que divertido que cautivará a los amantes de los gatos, pero también al resto de lectores. Porque como decía al principio del texto, a veces no importa tanto los elementos que envuelven a una historia o el argumento de esta, sino el sentimiento que te transmite al leerla. Uno que en esta ocasión denota felicidad y sosiego a pesar de contar con alguna que otra mirada melancólica apoyada en el pasado. 

Así, tras la adopción de Fukuramu, Fuyuki no solo decide ponerle este nombre tan peculiar nacido del significado de fuku «buena fortuna», sino que se embarcará en la aventura que supone tener a un felino como compañero de vida aprendiendo cuáles son sus necesidades principales: tener un arenero, adivinar cuál será su comida favorita, aprender que por muchos juguetes que compres casi todos acaban siendo un adorno más de la casa e incluso darse cuenta que comprar una camita no sirve nada porque teniendo una caja ¿quién quiere una cama? Lecciones que poco a poco confeccionarán los primeros capítulos de la obra de marras y se convertirán en el escenario perfecto para conocer, poco a poco, los pensamientos y sentimientos de ambos personajes. 

Personajes que define a la perfección Sakurai ya sea desde un primer plano o desde el lado más personal —o animal— de cada uno de ellos. Porque para conocerles, para saber qué piensan en cada momento y sentir todo aquello que ellos sienten, la mangaka realiza un ejercicio perfecto de narración en el que entremezcla los diálogos en activo y aquellos que pertenecen tan solo al personaje en cuestión. Un juego entre narrador, personaje y lector que hacen de su lectura una más amena, entretenida e incluso divertida. Porque leer cómo se siente Fukuramu en según qué situaciones puede darte pena, pero en la mayoría de ocasiones esbozará una sonrisa en tu cara; sus travesuras y pensamientos no tienen fin en esta historia. ¡Y eso es fascinante!

…pero me equivocaba

Pero no todo queda en la vertiente animal. Estamos frente a una obra equilibrada, y aunque los sentimientos gatunos queden perfectamente reflejados a través de un Fukuramu preocupado por el cariño de su nuevo padre, la autora también realiza una labor estupenda con Fuyuki. Un señor mayor bañado en un halo de melancolía y tristeza cuya vida empieza a brillar de nuevo tras conocer a Fukuramu. El gatito que cambiará para siempre su forma de vivir e incluso su forma de mirar el mundo. Aspectos que incluso llegan a notar las personas más cercanas a él, como sus compañeros de trabajo o los alumnos a los que da clase. Porque, dato curioso, el señor Kanda enseña a tocar el piano; un detalle de lo más encantador porque, además de gatos, la obra consigue sonar en algunas de sus páginas. Y eso la hace todavía más especial. Pues compartiremos momentos a solas con Fuyuki y su piano, pero también escenas en las que Fukuramu descubrirá qué es esa cosa gigante a la que su nuevo padre también acaricia con sus finas manos.

Por lo tanto, El hombre y el gato se postula ante nosotros como una obra entrañable, divertida e incluso diría que necesaria. Porque a pesar de no contar con el argumento más rompedor del año consigue hacer algo que muchas otras no: sacarte una sonrisa y calentarte, aunque sea para un ratito, el corazón. Acciones que parecen sencillas pero que, bajo el entorno en el que nos movemos actualmente, son bastante necesarias; y que una obra de estas características consiga provocar estos sentimientos en el lector es algo digno de mencionar y aplaudir. 

Porque Sakurai nos demuestra con su propuesta lo importante que es la compañía, lo necesario que es sentirse querido —aunque seas un gatito, todos necesitamos amor—, lo tierno que puede resultar un felino e incluso lo bonita que es una relación que acaba de nacer. Todo ello aderezado bajo una narrativa de lo más juguetona y simpática además de un arte bastante destacable. Pues frente a los prejuicios que pueden haber frente a una obra de tales características, Sakurai nos ofrece lo mejor de sí misma para dejarnos con una historia de lo más enternecedora además de estar bañada por un grafismo cuidado donde imperan los contrastes y los primeros planos. 

Por último, y como envoltorio final de esta excelente obra, debemos mencionar que podemos disfrutar de El hombre y el gato gracias a la labor de Norma Editorial a un precio de 9,50€. Un trabajo que en esta ocasión supera a la media establecida por la editorial lanzando una edición rústica en A5 con una sobrecubierta acabado en mate y páginas a color en su interior. Además, con la primera edición, la editorial también incluirá una postal firmada por la propia autora. En definitiva, El hombre y el gato se convierte en un título totalmente imprescindible por todas las bonanzas que le envuelven; un título que ya podemos comprar en cualquier librería o establecimiento especializado pues se puso a la venta el pasado mes de marzo en nuestro país. ¿A qué esperáis para conocer las venturas y desventuras de Fukuramu?

Marisol Navarro