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Pokémon Detective Pikachu El Palomitrón
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POKÉMON: DETECTIVE PIKACHU

LOS ANTECEDENTES

Los videojuegos tienen, detrás de ellos, una oscura historia en lo que a adaptaciones cinematográficas se refiere. Super Mario Bros, Street Fighter: La Última Batalla o Resident Evil: Extinción son algunos ejemplos de películas basadas en videojuegos cuya respuesta por parte del público y la taquilla fue negativa.

Hace un par de décadas se iniciaba una tendencia dentro del séptimo arte que buscaba, con gran persistencia, la adaptación de este tipo de historias a la gran pantalla. Fueron muchas las críticas que aludían una falta de ideas dentro de la industria cinematográfica y que, además, recalcaban el poco esfuerzo que se hacía a la hora de adaptar un guion que en videoconsola sí funcionaba pero que, en cine, perdía todo su potencial. De ahí que, en la actualidad, las grandes empresas de cine se muestren reacias a adaptar cualquier videojuego por miedo a las pérdidas o a las malas críticas.

Sin embargo, Pokémon: Detective Pikachu ha llegado este año con el objetivo de romper esta maldición que imposibilita la incompatibilidad entre videojuego y película y de ofrecernos una adaptación cinematográfica disfrutable por todos los públicos. El primer opening del anime Pokémon empieza con las siguientes palabras: “Llegaré a ser el mejor / El mejor que habrá jamás”. Y es que, sin atrevernos a meter del todo la mano en el fuego, Pokémon: Detective Pikachu ha aterrizado en nuestras salas para convertirse en (si no la mejor) una de las adaptaciones de videojuegos más destacadas.

LA PELÍCULA

¿Qué haríais si os dijeran que vuestro padre ha fallecido en extrañas circunstancias y, de repente, un Pikachu hablante apareciese de la nada para instaros a investigar el caso junto a él? Con esta premisa da inicio la trama de Pokémon: Detective Pikachu, adaptación en gran pantalla del videojuego de Nintendo con el mismo nombre. A partir de una mezcla entre imagen real y animación generada por ordenador, Tim Goodman (Justice Smith) y el adorable pero gamberro Pikachu (a quien Ryan Reynolds le pone voz de forma magistral) emprenden una odisea detectivesca para desentrañar los secretos que hay alrededor de la muerte del padre de Tim. Durante su travesía descubrirán que, detrás de este misterio, se esconde todo un complot hacia Ryme City que pondrá sobre las cuerdas la preciada paz que humanos y Pokémon han conseguido.

Siguiendo el prototipo narrativo propio de esta franquicia, en la que lo importante no es la historia sino la construcción del universo protagonizado por estas extrañas criaturas, Pokémon: Detective Pikachu nos ofrece una trama amena y poco compleja que, aunque con algunos giros de trama, sigue la línea de lo predecible. Pero no nos engañemos: nadie va a ver una película de Pokémon en busca de un argumento perfectamente construido y de unas tramas laberínticas y profundas. En Pokémon (y hablamos tanto de cine como de videojuegos y animes) lo que ansiamos ver es cómo estos seres con poderes construyen su microcosmos mágico a partir de la interacción con el mundo humano, dejando un tanto de lado la historia que nos quieran contar. Y Pokémon: Detective Pikachu tiene una trama básica, sí, pero es que su esencia y potencial residen más en lo visual que en aquello que podamos leer entre líneas (metafóricamente hablando, claro).

La visualidad de Pokémon: Detective Pikachu es, en definitiva, su plato fuerte. Y es que más allá de los espectaculares diseños de los Pokémon y su adaptación al mundo real (cosa que no ha ocurrido, por ejemplo, con el polémico live action de Sonic), la película de Rob Letterman nos brinda una ciudad futurista (Ryme City) casi distópica (¿o tal vez utópica) que bebe mucho de Blade Runner y de las grandes ciudades japonesas. En este contexto urbano aparentemente ideal, es cuanto menos importante destacar el gran trabajo que hay en las interacciones entre Pokémon y personas, además de la adaptación de estas criaturas en un ámbito urbano (asignándoles, por ejemplo, trabajos específicos según su tipología de Pokémon). Pokemon: Detective Pikachu demuestra ser, a través de toques de humor y de una construcción de personajes que cualquier fan de la saga adorará, una carta de amor a esta franquicia.

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ELLOS Y ELLAS

En el libro IV de la Ética a Nicómaco, Aristóteles reflexiona sobre el modo de ser intermedio, que según el filósofo representa el equilibrio entre lo que alguien es y lo que alguien aparenta ser. A partir de esto, divide este modo de ser intermedio en dos tipos: el Alazon (presume, toma iniciativa, acciona) y el Eiron (esconde, calla, espera, aguarda, reacciona). Y es que occidente ha tomado esta filosofía aristotélica para consolidar la dinámica sobre la que los dúos de personajes se mueven: mientras que uno de ellos acciona, el otro reacciona. En este sentido, Pokémon: Detective Pikachu juega con la dicotomía entre Alazon (obviamente representado por Pikachu) y Eiron (Tim Goodman, quien en muchas ocasiones se ve arrastrado por el impulso de la criatura parlante) para ofrecernos un dúo de personajes con muchísima química entre ellos.

Justice Smith, quien tras su paso por Jurassic World: El Reino Caído ya tiene experiencia a la hora de manejarse con el CGI, nos brinda en esta película una actuación a la altura de la trama. Smith encuentra su punto de apoyo, además, en un Ryan Reynolds cuyo doblaje y expresiones faciales han provocado que nos enamoremos por completo de Pikachu. Todo esto desemboca en la construcción de una fresca pareja detectivesca en la que se mezcla humor y sentimentalismo gracias a unas buenas dinámicas de dúo.

LA SORPRESA

No es del todo una sorpresa porque el trailer y los pósters ya nos adelantaban el gran trabajo que había detrás de cada diseño de los Pokémon. Sin embargo, y después de ver la película en su totalidad, podemos confirmar que la calidad del CGI de Pokémon: Detective Pikachu está, sin duda alguna, por encima del nivel de otros live actions actuales.

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LA SECUENCIA / EL MOMENTO

El director de la película, Rob Letterman, ya manejaba la nostalgia de los noventa en Pesadillas. Y, como si se tratara de un puñal clavado en el corazón de los más nostálgicos, Pokémon: Detective Pikachu nos ofrece una escena de Pikachu cantando el opening original del anime, siendo este momento un emotivo regalo para sus seguidores más fieles. Además, y sin querer adelantar mucho, también son destacables los créditos finales de la película: un verdadero homenaje a la franquicia que, a día de hoy, sigue cosechando el corazón de millones de personas.

TE GUSTARÁ SI…

Eres seguidor acérrimo de la franquicia Pokémon o si, por el contrario, desconoces por completo el universo de este tipo de criaturas. La película, que apuesta mucho por el fan service, también adapta su historia al público que tiene pocas o nulas nociones sobre la saga y que busca un filme ameno y divertido para pasar un buen rato.

LO MEJOR

  • El diseño de los Pokémon, repletos de pequeños detalles que enfatizan la esencia de sus originales.
  • La química entre los personajes de Justice Smith y Ryan Reynolds.
  • Algunas escenas cómicas que combinan a la perfección con la esencia de Pokémon (véase, por ejemplo, el momento de Mr. Mime).

LO PEOR

  • Una trama simple que no contenta a los más exigentes.
  • Un guion con algún que otro agujero.
  • Unos personajes un tanto clichés.

Martí Farrés

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Estudiante de Comunicación Audiovisual. Tengo una ligera obsesión con los musicales y a veces fantaseo con vivir en algunos de mis favoritos. De pequeño me daba pánico Chucky y, sorpresas de la vida, ahora es uno de mis mayores referentes cinematográficos.