A-ten-tos. Netflix reabre La casa de las flores. No solo porque estrena la segunda temporada, sino porque en los nuevos capítulos, una de las obsesiones de Paulina de la Mora (Cecilia Suárez) será reflotar el negocio de su familia tras la muerte de la matriarca, Virginia (Verónica Castro). El director y creador, Manolo Caro, acompañado de Paco León y dos de los nuevos fichajes, María León y Eduardo Rosa, la han presentado en el FesTVal de Vitoria. Bajo un hermetismo a prueba de spoilers, el equipo ha adelantando algo muy jugoso: La casa de las flores vuelve más extrema en humor, en crítica, y en polémica.

Además, los hermanos León vuelven a trabajar juntos, y esta vez, compartiendo parentesco con sus personajes. “Ya conocíamos a la familia política de Mª José. Ahora vamos a conocer a su familia biológica de la mano de Purificación, su hermana”, avanza el actor. Eso sí, las relaciones serán controvertidas. “Hay un problema de cuñadas. Lo voy a dejar ahí”, apunta Paco León.

Afortunadamente las desavenencias entre los hermanos acaban cuando las cámaras dejan de rodar. “Para nada tenemos la misma relación Paco y María que la que tienen Mª José y Puri, pero si la familiaridad, que, para mi como director, es oro. Aparte, he comprobado todo el recorrido que ha tenido mi hermana en todo este tiempo desde que la dirigí en las dos Carminas. Es una pedazo de actriz con mucha experiencia. Incluso me ha ayudado a afrontar algunas secuencias”, cuenta León.

Mª José es a ojos del público el personaje más entrañable de la serie, quizás porque es el único cuerdo y sensato en un firmamento de gente desquiciada. Gracias a la buena acogida, Paco León se quedó en La casa de las flores. “Mi participación empezó como un cameo, y se ha convertido en el cameo más grande de la historia”, bromea. “Cuando Manolo me propuso trabajar en la producción le dije que sí, si era un trabajito corto, porque tenía mucho lío de agenda. Ni siquiera sabía qué personaje era, que era una mujer. Acepté porque quería grabar en México, y me apetecía un poco hacer las Américas y mezclarnos más, que creo que es lo que nos conviene”.

Sobre el proceso de creación de su personaje en La casa de las flores, Paco León comenta su impresión inicial de que el papel le iba a resultar más fácil de afrontar. “Pensaba que, por estar acostumbrado a andar en tacones y maquillarme, y habiendo trabajado un poco eso, ya estaba de antemano algo preparado. Pero la verdad es que no. El tono es muy muy diferente a las parodias que yo hacía. Y también decidí renunciar a todos mis recursos cómicos para hacer un personaje más realista”, asegura. Añadiendo que “Mª José no es una transexual cualquiera, sino que es una transexual que ha hecho una transición a los 40 años, siendo padre de familia”.

Aunque, más allá de la etiqueta de persona LGTBI, expone León, Mª José es un carácter. “Me di cuenta de que no se trataba de interpretar a un personaje transgénero, sino a la mujer en concreto, cómo es ella y qué relaciones tiene. En ese sentido hay como algo humano”. Tras ese cambio de percepción se ha ido relajando como actor en la segunda y la tercera temporada (preparada para salir en 2020).“En la primera estaba actuando para no pecar de cosas, no quería caer en recursos de comedia fácil sino dignificar el personaje y hacerlo serio. Creo que ahora desde la escritura del personaje hay ya un afán por dignificarlo, es la única que no se sale del plato, porque está todo el mundo loco menos ella”.

En ese sentido, el actor considera que para él era especialmente arriesgado meterse en la piel de un personaje así “por el riesgo de caer en los tics”, de sus personajes cómicos. No obstante, lo aceptó como un reto. “Pienso que incluso con todas las críticas previas que hubo porque yo hiciera este personaje, se ha visto que la intención es todo lo contrario y con Mª José hemos querido dignificar y normalizar. Ojalá hubiera más personajes así”.

Precisamente, destaca Paco León, La casa de las flores se ha convertido en un exitazo internacional por saltarse cualquier límite de la irreverencia, intentando a la vez que sus culebronescos personajes se muestren reales y humanos y no como simples estereotipos. En ello juega un papel fundamental el no poner límites a la comedia, tal y como apunta. “No hay un sentido del humor español o mexicano, pienso que hay un sentido del humor de Manolo. La base de esta serie es el melodrama y no sabes por donde va a surgir el humor. Además creo que la buena comedia, compartiendo una cultura tan común, no se limita geográficamente. De hecho esta serie ha sido un éxito en toda Latinoamérica, como lo fue Aída. El humor siempre viaja bien”.

María Robert