NUNCA DIGAS SU NOMBRE
No lo pienses, no lo digas. No lo pienses, no lo digas… Negaciones en una película. ¿De qué género será este filme? Efectivamente: ¡de terror! Y es que cuanto menos queremos no hacer algo, más tentaciones tenemos de hacerlo. Estas palabras son las más pronunciadas en la película de la que vamos a hablar ahora: Nunca digas su nombre (en inglés, The Bye Bye Man). ¿Lo has dicho en alto? ¿Lo has pensado? Ya no hay vuelta atrás: Bye Bye Man se te aparecerá.
Stacy Title (El diablo viste de negro) nos trae una cinta que, seamos sinceros, podría haberse ahorrado. Es una historia fácil, más que previsible, que llega al aburrimiento. Este es un ejemplo de película de terror por las que el género suele ser generalizado y dañado, puesto que hay millones así, no sorprende y, si hay un salto en la butaca… le damos las gracias.
Nunca digas su nombre cuenta la historia de tres estudiantes que se mudan a una vieja casa fuera del campus en el que estudian en Wisconsin. Sin saber dónde se están metiendo, liberan del otro lado a un ente malvado con forma de hombre (parecido al hombre del saco) llamado Bye Bye Man que va acompañado de un furioso y gran perro. Este perseguirá hasta la muerte a todo aquel que cite o piense su nombre. Lo que más agradecemos de todo el largometraje es la narración de los sucesos del pasado y del presente, que ponen en contexto lo que sucedió y el motivo por el que ahora está pasando lo que está pasando en esa casa.
Un refrito malo que intenta recordar por su malvado protagonista a Boogeyman, y darle a su primera escena (la que más nos entusiasmó) cierto matiz parecido al primer plano secuencia de nuestra amada It Follows (sin ofender a esta obra maestra). Nunca digas su nombre encuentra uno de sus puntos débiles en el comportamiento de sus protagonistas, que no llega a ser creíble y que da la sensación al público de que no hay mucha sorpresa en lo que está sucediendo. Aunque sí hay momentos en los que se asustan e investigan, no ahondan demasiado en la razón de todo esto, es como si fuera normal. Sí que podemos destacar como acierto lo que más nos «divirtió» de la cinta: cuando no sabemos si son cordura o locura las visiones que se les aparecen a los protagonistas de la historia, ilusiones donde se les reflejan sus deseos y sus frustraciones.
En el reparto se encuentran Douglas Smith (Terminator Génesis), que interpreta al joven enamorado que descubre las monedas y el cajón que desenterrará la maldición; Lucien Laviscount (Scream Queens), su amigo el ligón guaperas, y la joven Cressida Bonas (El adiós), la chica del filme. Por otro lado, está Doug Jones como el malvado Bye Bye Man, del cual hubiésemos deseado que hubiera aparecido más, puesto que el «hombre» asusta cuando aparece.
También contamos en el filme con la participación estelar de Carrie Anne Moss (Matrix) como la inspectora de policía. Nosotros tuvimos la oportunidad de poder verla doblada al español, en vez de en versión original, y podemos destacar que este fue uno de los puntos que más favorable nos pareció de la cinta, ya que el guion era lo que era y no daba para más. En muchas ocasiones parecía, incluso, que la historia estuviera escrita sobre la marcha, con sustos facilones y recurriendo a los sonidos del género que todos los seguidores ya conocemos.
Hay películas que son innecesarias, y esta es una de ellas. Intenta ser el típico slasher y no llega a conseguirlo, a pesar de haber tenido una premisa interesante con un psicópata como es Bye Bye Man, el cual nos podría haber dado algo de miedo. Ya sabéis: si lo pronunciáis, no tendréis más remedio que verla.
LO MEJOR:
- Las paranoias que ven sus protagonistas.
- Las apariciones de Bye Bye Man.
- Poder informarse antes de verla en la gran pantalla.
- El doblaje español.
- La escena de los nombres en la habitación.
LO PEOR:
- Es una historia facilona, previsible.
- Las apariciones de Bye Bye Man son demasiado escasas.
- Que por cintas como estas se infravalore el cine de terror.
- Parecen no haberse tomado muy en serio este proyecto.
María Páez