Los personajes ideados por los creadores de Los minions llegan a nuestras pantallas después del arrollador éxito cosechado en Estados Unidos. La película animada centra su mirada en el mejor amigo del hombre en una aventura que enfatiza la lealtad de estos enamorados incondicionales, por lo que resulta perfecta para que los dueños reflexionen y no cometan ninguna atrocidad veraniega.
El adorable Max vive con su dueña Katy en la bulliciosa ciudad de Nueva York. Desgraciadamente, su ama humana desaparece cada mañana, y el perro se queda solo, pero no aburrido. Tanto Max como sus fieros vecinos aprovechan esos momentos para reunirse y montar algarabía. Pero esta rutina se ve interrumpida por la llegada de Duke, un nuevo inquilino que despertará los celos del fiel Max. Los piques entre ambos desembocarán en una trepidante aventura donde estarán implicados animales no domésticos, humanos y sus vecinos animales.
La pareja perruna no conforma, necesariamente, el plato fuerte de la película. Mascotas presenta un gran abanico de personajes, y no resulta raro que algunas personas coincidan más con el gato, otras con el canario… Cada uno de los animales posee su propia identidad. El espectador puede cerrar los ojos y averiguar quién es quién tan solo por las palabras que utiliza, o por cómo construye las frases. Las palabras de los animales quedarán relegadas conforme avance la película. La acción conquista el terreno de la palabra, un acelerón que no sienta demasiado bien, pero que gustará a los amantes de las carreras desenfrenadas.
La premisa de Mascotas es la misma que tenía Toy Story. Mientras que la segunda parte de esta relataba las peripecias de nuestros juguetes cuando les dejamos a solas, Mascotas plantea la misma pregunta, pero sustituye a los muñecos por mascotas, además de que también hay dos personajes enfrentados que quedan a la deriva. Las similitudes son más que evidentes. A pesar de la poca originalidad, es una película entretenida, algo peor en su tercio final, culpa del acelerado ritmo que intentan imprimir. Su acabado es impecable, excepto en el apartado musical: las buenas composiciones creadas por Alexandre Desplat son insultadas por las canciones horteras que suenan (afortunadamente) durante pocos momentos. Estos detalles, y un par de personajes insulsos, son las únicas pegas a este asequible relato, enternecedor y gamberro. Recuerden llegar a tiempo si no quieren perderse el cortometraje inicial, una historia llana protagonizada por las famosas criaturas amarillas, divertido pero cansino.
La compañía Illumination Entertainment da un mazazo sobre la mesa y mira fijamente a Disney, su rival más directo, después de su inmejorable año. La empresa fundada hace nueve años por Chris Meledandri demuestra con cada nueva producción que está aquí para generar dinero y sueños. La compañía respaldada por Universal Pictures ha reventado la taquilla estadounidense (generó más de cien millones de dolares la primera semana de su estreno). Mascotas es el filme con idea original que más ha recaudado en la historia del cine, un puesto que ostentaba Del revés, y, anteriormente, Avatar.
Por último, un vaticinio que puede hacerse realidad (no piensen que es un temido spoiler y abandonen la lectura). La película parece dejar en el aire una nueva incursión que cuente con el antagonista como protagonista, un conejito con madera de líder, irascible y dulce a partes iguales. El spin off queda en el aire, y no sería un acontecimiento aislado. Recordemos que los famosos minions eran secundarios en Gru, mi villano favorito, pero su carisma consiguió que tuviesen su propia película.
LO MEJOR:
- Cada uno de los personajes tiene identidad propia.
- Sus guiños a grandes obras cinematográficas.
LO PEOR:
- La canción de los Gemeliers.
- Se parece demasiado a Toy Story.
Isabel García