Gracias al portal web nipón Gigazine hemos podido elaborar un pequeño análisis técnico del primer capítulo del nuevo proyecto de Masaaki Yuasa a través de una entrevista realizada a Mari Motohashi —directora y encargada del storyboard del primer episodio de la serie—. Unas palabras que no hacen más que esclarecer el trabajo que hubo, hay y habrá detrás de esta magnífica producción, además de certificar el prisma bajo el que actúa Yuasa y frente al que se sitúan todos los miembros de su staff.

En los primeros compases de la entrevista, Mari Motohashi asegura que este es su primer trabajo «extenso» en la industria. Un trabajo de más de 25 minutos en el que se sitúa como la storyboard principal de la producción y la mente que hay detrás del enfoque en este primer episodio. Decisiones que en todo momento han quedado respaldadas por Masaaki Yuasa, director de la serie y coordinador en cada uno de sus episodios. Una persona con la que Motohashi previamente ya había trabajado en títulos como Super Shiro y que concibe como un gran maestro y artista único en el medio. 

Dicho esto, realizar estas tareas para el primer episodio de Eizouken han supuesto para Mari Motohashi una experiencia de aprendizaje y una oportunidad más para absorber algo más de talento del veterano Yuasa. Un nuevo viaje para ella que, además, ha dejado ver una vez más al público el alto nivel de exigencia del director nipón y la calidad de supervisión y control que posee sobre sus obras. Un trabajo que, en esta ocasión, ha quedado tal y como él pretendía representar. 

Se podría decir que Mari Motohashi ha cumplido con aquello que buscaba Yuasa desde un primer momento para abrir su nueva obra. Así, uno de los puntos que le han ayudado a hacerlo ha sido el magnífico trato que le ha dado a los personajes principales del título. Un trato centrado en «la neutralidad de género». Este es uno de los aspectos que sostiene las bases de Eizouken y gracias al empeño y esfuerzo de Motohashi parece estar más que respaldado. Todo esto nace mucho antes del propio anime, ya que fue al leer Mari Motohashi la obra original de Sumito Ōwara cuando le comentó tanto al mangaka como a Masaaki Yuasa que ella sentía que las protagonistas, a pesar de ser chicas, podrían ser también chicos. Un aspecto que no suele ser común y que gracias al enfoque de Ōwara y la visión que ha conseguido Motohashi de su obra —al menos en sus primeros compases—, han conseguido una neutralidad de género en el título que lo convierte, desde el primer mes del año, en un producto de visionado obligatorio con propuestas totalmente rompedoras. Propuestas que van más allá de su llamativa animación y recaen en el peso de la identidad sexual. 

Para conseguir este reto en el terreno visual y sonoro, Motohashi aconsejó a todo el staff de producción —principalmente a los animadores del proyecto— que no hicieran animaciones, poses o expresiones que pudiesen llevar a los personajes a una vertiente infantiloide. Una férrea idea que transmitió Motohashi desde el primer momento, incluso cuando realizó los primeros esbozos del storyboard, y que parece haber tenido un resultado perfecto. Labor que, además, afirma tanto ella como Ōwara que ha estado supervisada por Masaaki Yuasa en todo momento. Un punto más de exigencia frente a uno de los puntos principales del proyecto que, aunque se inicie en el primer episodio, deberá permanecer a lo largo de toda la obra como seña de identidad y valor frente al público. 

En cuanto a la realización de la serie, Mari Motohashi ha comentado en la entrevista realizada en el portal Gigazine que para poder llevar a cabo el primer episodio de Eizouken se han realizado muchos más dibujos que en un anime más convencional. Un trabajo que profundiza principalmente en los personajes, pero también en el entorno que los envuelve y el doble universo que crea la propia obra. Motohashi explica que, por ejemplo, si en un anime de normal se hacen X dibujos para lograr que un personaje coma algo o se mueva en una silla, en Eizouken esos dibujos se han llegado a multiplicar por dos, e incluso por cuatro. Una labor bastante costosa y complicada pero que tan solo a través de ella se ha podido lograr que esta obra se sienta «más creíble». 

Para concluir este primer acercamiento a la nueva obra de Yuasa para esta temporada invernal que ha conseguido abrir un 2020 lleno de nuevos proyectos, hemos podido leer a través del perfil de Twitter de Sumito Ōwara cómo el autor nipón mente creadora de Eizouken no ha dejado de elogiar enérgicamente los guiones gráficos del primer episodio del anime. «Con tan sólo mirar los guiones gráficos de este episodio puedo confirmar que este no se detendrá y estará lleno de detalles. Increíble. No me puedo creer que un anime tan asombroso vaya a estar en la televisión japonesa». Pero este tweet no sólo fue una declaración de intenciones frente a la producción, sino las primeras palabras que recibía Motohashi de Ōwara acerca de sus guiones gráficos; palabras que le hicieron sentir increíblemente halagada.

Keep Your Hands Off Eizouken! acaba de dar sus primeros pasos de vida, y a pesar de que todavía nos queda mucho por descubrir, podemos estar tranquilos al pensar que la obra posiblemente continúe bajo estos compases y nos deje con una de las mejores propuestas del año. Un proyecto que radica en la brillante idea de cómo un enérgico trío de estudiantes de primer año se reúnen en el Club de Investigación de Vídeo para convertir sus sueños de anime en realidad. Un sueño que explorará la industria de la animación y el papel de las mentes que están detrás.

Marisol Navarro

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