Cada vez hay más mujeres que triunfan como directoras de cine. Aún así, sigue siendo una profesión masculinizada, como tantas otras, en las que alcanzar el éxito es, para este 50% de la población, mucho más complicado. Helena Taberna, que es una de esas escasas mujeres que han conseguido introducirse en el mundo del cine con éxito, forma parte de una generación de directores que empezaron su andadura profesional en los 90. ETA, su entorno y la evolución política del conflicto, ha sido determinante en su trabajo, como no podía ser de otra manera.
La Filmoteca Vasca reconoce su figura con la publicación del libro La luz de un sueño. El cine de Helena Taberna. Escrito por Carlos Roldán Larreta, hace un amplio recorrido por la vida y la filmografía de la directora de forma que nos acerca a ella y nos ayuda a entender mucho mejor, las claves de su éxito. El libro se ha presentado en un encuentro de cine y vida organizado por la plataforma Mujeres de Cine, en cuya recién inaugurada plataforma VOD la directora es la protagonista del primer ciclo que esta dedica a un cineasta, consolidando así su altísimo compromiso en la difusión del necesario cine en femenino de nuestro país.
Un libro en tres partes
La estructura del libro da respuesta a varios tipos de públicos. Por un lado, aquellos que tengan interés en convertirse en directores, por ejemplo, encontrarán apasionante la primera parte. Bajo el epígrafe Alrededor de Helena Taberna, el autor narra los comienzos profesionales de la directora y cómo la pasión que sentía por el contar historias la fue arrastrando hasta convertirla en lo que es hoy.
Para dar estructura al capítulo parte de las influencias que poetas, activistas políticos y familiares fueron dejando en la vida de Taberna, y cómo después se plasmaron de manera más o menos evidente, a lo largo de su cine. Siguiendo cronológicamente sus producciones cinematográficas, el autor describe el desarrollo de la personalidad de Taberna como persona, su evolución como directora y la complejidad visual que desarrolla al confluir ambos en su trabajo creativo.
Es muy interesante entender cómo los comienzos sencillos sirven de base para producciones más complejas, cómo los cortometrajes son un proceso de aprendizaje casi obligado para convertirse en director y cómo algunos proyectos, por muy interesantes que parezcan, pueden ir quedándose por el camino ante la imposibilidad de conseguir presupuesto para desarrollarlos.
La segunda parte quizás interese más a los aficionados al cine que quieren conocer detalles de los rodajes. Este acto se compone de una entrevista con la directora que Carlos Roldán Larreta realiza siguiendo también el esquema temporal de su trabajo cinematográfico. Mientras Taberna nos cuenta de primera mano sus experiencias y aprendizajes, las historias que le han servido de inspiración y las vicisitudes por los que ha pasado en cada uno de los rodajes, vamos descubriendo a la mujer por un lado y a la directora por otra.
El tercer acto del libro resume la bibliografía utilizada y un índice alfabético onomástico y de películas. Además, el Roldán Larreta ha incluido numerosas anotaciones a pie de página donde aclara e informa con datos documentados acerca de los temas que va tratando a lo largo del libro. Se incluyen, además, numerosas imágenes a color de los rodajes y de escenas de las películas que ilustran y dan valor al relato.
Poesía y cine
El poeta José Ángel Valente describió los cortos de Taberna con dos palabras: fuerza y delicadeza. Taberna lleva la inspiración de la poesía de Valente en gran parte de su trabajo. Incluso le dedicó uno de sus primeros cortos a una visita que hizo por País Vasco y que tituló Busto de un poeta. Desde ese momento, Taberna siempre ha intentado darle a sus películas un tinte poético: “Me veo como una amante que espera el rodaje con tanto amor que, en justa correspondencia, siempre recibe recompensas”.
Su puesta de largo fue Alsasua 1936, pero la película Yoyes en 2000 supuso un auténtico reto para la cineasta, quien se estrenaba como directora con una controvertida película sobre la terrorista arrepentida y asesinada por sus compañeros de ETA. Ese atrevimiento ha marcado el resto de su producción audiovisual tanto de ficción como documental. Extranjeras (2003), La buena nueva (2008), Nagore (2010) y Acantilado (2016) conforman un estilo cinematográfico de denuncia con una permanente búsqueda de la reflexión desde las emociones.
Un libro, en suma, recomendable para los amantes del cine, que profundiza en la imagen de esta cineasta en activo. Es fácil de leer y cuenta con un estilo muy periodístico, que nos ayuda a entender mucho mejor la trayectoria de Taberna y a poner en valor su trabajo.
Marisa Cruzado
