El Palomitrón

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ROBERTO BUESO GONZALO HERNANDEZ - EL PALOMITRÓN
2019 CINE ENTREVISTAS NUESTRO CINE

LA BANDA: CHARLAMOS CON SU EQUIPO

El cineasta valenciano Roberto Bueso estrena este viernes 20 de junio La banda que supone su primer largometraje. Por este motivo, tuvimos la suerte de compartir unos minutos con él y con el protagonista de la historia, Gonzalo Hernández, y nos contaron todo lo relacionado con la película.

Recordamos que La banda se sitúa en Valencia y habla de una generación que debe marcharse de casa, incluso al extranjero, para encontrar una salida profesional o simplemente para buscarse un futuro lejos del confort que proporciona la vida en un pueblo. Edu (interpretado por Gonzalo Hernández) es el protagonista del relato, un joven músico que después de tres años viviendo en Londres vuelve a casa por la boda de su hermano y se enfrenta a distintas circunstancias que se quedaron sin resolver en un pasado más o menos cercano las cuales necesita solucionar para así afrontar un futuro lejos de heridas y frustraciones. El filme habla de un problema generacional que viven los jóvenes actualmente pero inmerso en un ambiente lleno de amor, amistad y música.

El origen de la historia

ROBERTO BUESO GONZALO HERNANDEZ - EL PALOMITRÓN

Después de rodar su proyecto de final de carrera La noche de las Ponchongas  (2013) el director Roberto Bueso quiso seguir por la misma línea y desarrollar La banda: una historia de amigos que tocan en una banda, protagonizada por actores no profesionales y que se ambientara en su tierra, Valencia: “En Valencia el fenómeno de las bandas está muy arraigado, es algo que forma parte de nuestra vida, algo muy desconocido fuera pero que dentro de Valencia es un legado artístico. Por lo tanto, la banda tiene esa doble acepción: la banda es la pandilla y por otro lado, es la banda sinfónica. Por muchas razones, la historia tenía que ser en Valencia por que yo cuando escribía me iba a paisajes que formaban parte de mi memoria sentimental y en la banda ocurre esto: se conocen desde niños, son amigos de toda la vida y desde los instrumentos cada uno adopta una personalidad, según el instrumento que toque. Surgió de forma muy natural”.

La atemporalidad

LA BANDA - EL PALOMITRÓN

Es uno de los rasgos más claros de La banda ya que no se sustenta en unos aspectos específicos que ocurran en nuestra sociedad actual sino que es algo completamente atemporal: los sentimientos de frustración y de no saber qué hacer rondaban en la cabeza de jóvenes en los años 50 y ahora. “La película habla de cosas que son atemporales y es algo que ya me pasaba a mi en las prácticas de carrera, contaba cosas muy convencionales y luego yo trataba de darle mi sensibilidad (…) dar mi mirada personal pero que fueran temas universales: se trataba de partir de un universo tan concreto como el de Valencia, la banda, lo pintoresco hasta llegar a lo universal”.

En definitiva, se trata de enfocar la historia en un ambiente de pueblo para reflejar las mismas sensaciones que puede sentir un chico de ciudad o de cualquier parte, como ya ocurría en Los chicos (1959) de Marco Ferreri donde una pandilla de cuatro chavales se reunían en el Madrid de los años 50 y afrontaban, cómo sabían, la vida. Es uno de los filmes que tenía Roberto Bueso apuntado, junto con Los inútiles (Federico Fellini, 1953) o el cine de Louis Malle como Adiós muchachos (1987), para incluirlos dentro de la película. Finalmente, por un tema de derechos escogió el filme de Ferreri: “Me encontré una escena maravillosa donde no saben ni como moverse bailando un chotis. Desde el principio no tuve claro que tenía que poner esta película pero sí la siento muy próxima, le tengo mucho cariño. Es una historia de iniciación y comparte universo y temas con La banda”.

Gonzalo Hernández, el descubrimiento

LA BANDA - EL PALOMITRÓN

Es la gran promesa de La banda. Un chico que venía del mundo de la música, además de ser óptico, y que no tenía ningún tipo de relación con el cine y, ni mucho menos, con la interpretación. Parece ser que se presentó al casting por pura casualidad. Bendita casualidad, todo sea dicho. “A través de una amiga de un pueblo de al lado me llega la noticia de que buscaban músicos para una película pero esto era para figurante. Al principio no quería ir, fui porque me entró curiosidad por cómo se hacia el cine y a los pocos días de hacer el casting me llamaron y conocí a Roberto Bueso (…) me dio una separata, me la aprendí, me grabó y le debí gustar. A la siguiente semana ya fui conociendo a los demás actores, y todo muy poco a poco, durante tres meses”. Tres meses, lo que duraron los ensayos hasta que se dio comienzo al rodaje, le sirvieron a Gonzalo Hernández para darse cuenta de que el papel le iba a su medida.

Lógicamente, Gonzalo Hernández no era actor y debía partir, por indicación del director, de su propia personalidad para afrontar el papel. “Cuando Roberto y yo hablamos del personaje me dijo: ‘yo no sé cómo es Edu así que vamos a construirlo’. Yo al no ser profesional hubiera sido imposible que me hubiera dicho ‘esto es así y tienes que hacerlo así’, se pegó mucho a mi, yo tengo esa timidez, al final sabes que estás haciendo un papel pero pegado a mi porque de otra forma hubiera sido imposible, se parece bastante a mi” nos contó el propio actor.

La elección de actores no profesionales

LA BANDA -EL PALOMITRON

El director nos confesó que no sabía exactamente de dónde le viene ese afán por rodearse de gente que no son actores profesionales. Quizá se deba a que quiere empaparse del ambiente de verdad, ese que proporciona la calle, para contar historias realistas.

“Ya desde la Escuela, en la ECAM, cogía a compañeros de clase y los ponía en mis cortos. En mi proyecto de fin de carrera me fui a los institutos a buscar a los personajes y tal. Aquí sentí lo mismo, sabía que quien hiciera esta película tenía que conocer la realidad que se iba a mostrar. Tienes que estar sentimentalmente unido a lo que quieres contar. Yo quería que fueran músicos, era innegociable, quería que tocaran instrumentos, que tuvieran una relación sincera con los instrumentos y que además fueran valencianos (…) había una serie de cosas que no sabía si con actores profesionales se conseguiría esa verosimilitud, esa verdad. Es una idea que sale bien si luego lo blindas con actores profesionales, se contagian de lo bueno. Si hubieran ido ellos solos les hubiera dado mas miedo”. Así fue como el director los unió con actores de la talla de Imma Sancho, Charlotte Vega o Enric Benavent del que Gonzalo Hernández solo tuvo palabras de agradecimiento: “Cuando la escena con el padre yo estaba con la cabeza en otro lado, hacia mucho viento y él (Enric Benavent) me ayudó”. Poco se puede decir de esa escena, quizá la más emocionante de todo el metraje.

Según Roberto Bueso, los ensayos con el protagonista, y los demás actores novatos, los afrontó de una manera distinta a como hubiera sido con actores profesionales: “Lo tienes que plantear de otra forma. El ir a ensayos después de una lectura de guion y de que se lo estudiaran en casa creo que no funciona. En este caso era que hubiera mucha vida en común, quedar mucho, hablar, escucharnos, pasar esa frase en la que todo el mundo se conoce: era intentar generar una pandilla, lo que iban a retratar luego. Los ensayos eran juegos, con sus palabras, intentar atacarlo de otra forma. Una vez sí que les pedí que se supieran el texto pero fue muy poco a poco. Lo principal de Gonzalo y yo era conocernos, conocer a Edu (su personaje). No había que convertirlos en actores sino que debían de hacer algo que no estuviera muy alejado de lo que hacían cada día. Se trataba de que estuvieran conectados vivencialmente con lo que está pasando”.

Balance y Festival de Málaga

LA BANDA - EL PALOMITRÓN

Después de la primera experiencia como actor parece ser que a Gonzalo Hernández le ha picado, aunque solo sea un poco, el gusanillo por esto de la interpretación: “Me gustaría seguir, un par de pruebas he hecho pero aún no me han dicho nada. Es muy complicado, eres un pez en un océano y hace falta talento, preparación y mucha suerte. Yo desde el principio he tenido mucha suerte porque de la nada he hecho algo que es una maravilla (…) he pasado por algunas fases, cualquiera que haga algo de una rama artística va a ver que algo puede hacer siempre mejor. Cuando ví la película estaba asustadillo porque veía que no hacia nada, ‘solo miro’, y ya con Roberto lo analizamos, sobretodo la escena del padre, y ya vimos que no decía mucho pero el personaje tenía fuerza” se sinceró el propio actor el cual ha realizado una interpretación basada en su propia personalidad y adaptándola a un argumento. Parece fácil pero no lo es, ni muchísimo menos. Hace falta tener talento.

Por último, para ellos el paso por el Festival de Málaga, la película se presentó en Sección Oficial y recibió criticas mas que favorables, fue algo “milagroso, había un ambiente mágico en cómo respondió el público, se reían cuando tenían que reírse y sentía como si el público se sobrecogiera y la primera vez que disfrute viéndola fue ahí” nos confesó el actor.

“Para todos, Málaga, fue el soltar la película y respirar. Hubo un momento, cuando la gente se levantó, aplaudió y la gente conectó de manera brutal, que dije: ‘siento que ahora he acabado la película’” concluyó Roberto Bueso.

Recordamos que La banda, el debut de Roberto Bueso y del actor Gonzalo Hernández, ya está en los cines y no os la podéis perder.

Javier Valera

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