Gracias a la newsletter de Selecta Visión, a continuación os dejamos dos recomendaciones cinematográficas de calado histórico. Uno que se refleja en la historia de Hiroshima y que creemos necesario recordar y conocer. Tal día como hoy, hace 75 años, ocurría en Hiroshima una de las mayores catástrofes mundiales; la bomba nuclear Little Boy bombardeó 67 ciudades y, tres días después, la bomba Fat Man caía sobre Nagasaki. Más de 100.000 personas fallecidas y casi 150.000 heridos a causa de un conflicto a escala mundial que, posteriormente, ha sido reflejado en múltiples ficciones.

Así, a continuación, os dejamos dos películas que han sabido reflejar muy bien dicho conflicto y situarse ante la temida y conocida Segunda Guerra Mundial. Dos producciones que quizá arañen corazones, pero que saben situar al espectador ante uno de los períodos más complicados de la historia a través de una animación simbólica y muy, pero que muy, cuidada.

La tumba de las luciérnagas, de Isao Takahata

Verano de 1945. El imperio del sol naciente se tambalea bajo los constantes ataques aéreos aliados. Esta es la historia de Seita y su hermana pequeña Setsuko, dos niños que nacieron en el momento y en el lugar equivocados. Tras perder a su madre y su hogar en uno de los bombardeos y ante la imposibilidad de contactar con su padre, un oficial de la Marina Imperial Japonesa, los dos pequeños tratan de sobrevivir solos en un mundo que no dispone ni de los recursos más básicos para sustentarlos. Ocultos en un refugio antiaéreo abandonado, Seita comienza a robar comida para alimentar a su hermana enferma. Su trágica lucha por la supervivencia se convierte en una oda al espíritu humano y en un emotivo homenaje a los olvidados.

En este rincón del mundo, de Sunao Katabuchi

Japón, año 1944. Suzu es una muchacha de 18 años cuya pasión es dibujar. Su vida cambia por completo cuando recibe una propuesta de matrimonio, y se convierte en la esposa de Shusaku, un funcionario que vive en la ciudad de Kure, a pocos kilómetros de Hiroshima. La joven tiene que trasladarse allí, donde convivirá con sus amables suegros, su estricta cuñada y su dulce sobrina política. Mientras, la Guerra en el Pacífico se intensifica y los suministros comienzan a escasear. Suzu tendrá que aprender a convivir con el racionamiento, las movilizaciones y los cada vez más frecuentes bombardeos. Poco después llegará el fatídico verano de 1945.

Marisol Navarro

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