Faster and faster. And for a long time you wouldn’t feel anything. And then you’d burst into fire. Forever… And the angels wouldn’t help you. Because they’ve all gone away.
(Cada vez más deprisa. Durante un rato no sentirías nada. Y luego te conviertes en fuego. Para siempre… Y los ángeles no te ayudarían. Porque se habrán marchado)
Laura Palmer, Fuego camina conmigo
Ya fuera por los dudosos derroteros que tomó la segunda temporada de Twin Peaks desde que se desvelara el asesino de Laura Palmer o por lo difícil que era igualar el éxito de esta producción cuando alcanzó las cotas de genialidad que logró alcanzar en sus inicios, lo cierto es que David Lynch tenía muy (pero que muy) difícil sorprender a los presentes en el Festival de Cannes de 1992 al presentar Fuego camina conmigo. La cinta, que actuaba como precuela de la citada Twin Peaks, no convenció ni a crítica ni a público y supuso para el director de Montana el fracaso que era de esperar si tenemos en cuenta las variables citadas.
No obstante, y no sabemos si será por lo en consideración que tenemos a David Lynch o por lo apasionados que somos de Twin Peaks, nosotros no estamos aquí para denostar Fuego camina conmigo, sino para reivindicarla como una cinta necesaria para cerrar y comprender algunas tramas que la serie de televisión dejó en el aire. Porque sin conocer Twin Peaks, gran parte del filme es un compendio de surrealismos de muy difícil comprensión a simple vista fruto de la imaginación del cineasta. Aunque… ¿qué es el cine de Lynch, sino precisamente un profundo viaje a su propio subconsciente?
Fuego camina conmigo nos lleva directamente a la última semana de vida de Laura Palmer que, lejos de ser la dulce jovencita que aparentaba ser en la fotografía que veíamos cada final de capítulo de Twin Peaks, se tambalea en una turbulenta espiral de terror, sexo y adicciones. Esto no nos pilla de nuevas, por supuesto, pues ya en la propia serie muchos dejaban ver que la vida de Laura había cambiado durante los últimos meses y es en esta película donde descubrimos cómo es la doble vida que Laura Palmer esconde. Y también el porqué: no debe de ser nada fácil encontrarte día tras día a un hombre que parece ser la mismísima encarnación del miedo y que toma la forma de tu padre para meterse en la cama contigo por las noches… Y es precisamente por el tratamiento que Fuego camina conmigo otorga al personaje de Bob (killer Bob, para los más allegados), de Mike, de la Logia Negra o del Hombre de Otro Lugar (sí, el enano bailarín), por lo que nos parece una cinta mucho más acertada de lo que se creyó durante su estreno. Estreno que ni siquiera llegó a tener lugar en nuestro país, por cierto.
Ahora bien, no nos equivoquemos: Fuego camina conmigo no pretende, en ningún momento, ser un capítulo más de Twin Peaks en el que ver si Nadine colgaba cortinas desesperadamente antes de la muerte de Laura o si Audrey también jugaba a destrozar el hotel a su padre con sus blutchers blanquinegros. Nada más lejos de la realidad: Fuego camina conmigo tiene su propia esencia que, aun estando incluida dentro del universo de la serie, resulta a su vez totalmente genuina. La cinta nos presenta su propio caso (el asesinato de Teresa Banks que ya nombra el agente Cooper en Twin Peaks y que da inicio a la primera media hora del filme) que hila con la posterior historia de Laura, y nos formula sus propias preguntas resueltas e irremediablemente, sus propias preguntas sin resolver. Pero lo que sí existe en todo momento es una estrecha relación con la trama más turbia y perturbadora de Twin Peaks, la trama que acoge la Habitación Roja y todo el bien y el mal que en ella reside, del que Laura, Cooper o Leland han sido partícipes en unos u otros momentos.
El anillo de Teresa, la conexión entre Dale Cooper y Laura Palmer, la relación de esta con su padre y el continuo tormento que la familia Palmer sufre durante años como consecuencia de la existencia de Bob, la garmonbozia, el brazo de Mike y su personificación encontrada en el Hombre de Otro Lugar… todos son aspectos que aparecen de una forma u otra en Twin Peaks y que cobran (más o menos) sentido gracias a Fuego camina conmigo.
Probablemente muchos fueron con una idea errónea a ver la cinta en su día y la tomaran por una película que daba inicio a una serie de televisión y, por lo tanto, podía visionarse sin haber visto la serie. O quizá pensaron de ella que se trataba de un slasher, como se publicitó erróneamente en diversas ocasiones. O quizá, y solo quizá, Fuego camina conmigo es una cinta hecha expresamente para los verdaderos apasionados de Twin Peaks que saben que con Laura Palmer empezó todo… para nosotros. Porque Laura Palmer no fue, ni más ni menos, que el memorable e importantísimo macguffin que Lynch y Frost utilizaron para hacernos saber que la historia del pueblo de Twin Peaks está lejos, lejísimos, de ser una historia idílica.
Silvia Martínez
