FESTIVAL DE MÁLAGA: AMA
ANTECEDENTES
En 2018, Júlia De Paz Solvas dirige su proyecto fin de carrera en la ESCAC, Ama, una mirada de 19 minutos a la maternidad, sensible y rabiosamente rompedora. Este cortometraje sienta las bases de una historia, que en su formato largo profundiza e indaga en el tema mentado con un mayor desarrollo técnico y de producción. Así es, Ama, película que ha precedido a La hija de alguien, experiencia colectiva de la promoción XX de la ESCAC, se confirma como una interesante y diferenciadora mirada a la maternidad, que su directora defiende con garra como su primera película en solitario. Su presencia en el pasado 24 Festival de Málaga. Cine en español despertó los entusiasmos de la mayor parte de la crítica y del público, que la situó como una de las películas españolas claves de este 2021. La película premiada con los galardones a la mejor actriz protagonista (Tamara Casellas) y el premio Feroz Puerta Oscura se estrenará en salas el viernes 16 de julio.
LA PELÍCULA
Ama arranca con ferocidad y garra mostrándonos a un ser animal, una Pepa de una innegable fuerza física y emocional, adentrándose en los claroscuros de la noche. Ella es madre, una madre condenada por sus circunstancias, que ante la necesidad de salida encuentra el desprecio de los que la rodean. Así se encuadra ella y su hija Leila en mitad del ruido urbano, abandonadas a su suerte en una carrera a contrarreloj para sacar adelante su coraje y vida. Un ejercicio de pulso y precisión peleando con las derivas del tiempo y del espacio que rápidamente nos remite a otras miradas sociales, las de películas extraordinarias como Techo y comida, y La herida, pero también a una referencia muy europea, la de los Dardenne, maestros del cine que encuadran un modelo que Ama indiscutiblemente sigue. El ser peleando contra la injusticia social en una carrera a contrarreloj.
De esta manera, se plantea este film, que con enorme pulso nos muestra la angustia de Pepa en la ciudad de Benidorm, en esa necesidad de seguir adelante y acompañada siempre de una hija que da apoyo y soporte a esta madre que cabe en el prejuicio social acerca de los valores de la maternidad. Y es ahí donde la película indaga en su originalidad discursiva, por esa capacidad de dar alternativa al entendimiento de la maternidad. Sin embargo, la película, una vez apostado su portentoso inicio, no encuentra un desarrollo tan eficaz como querría, ya que los agentes de esta carrera a veces se muestran excesivamente impostados, forzando una narración que a veces no fluye, sino que se conforma por saltos imprecisos y atropellados. Todo un discurrir que alza el vuelo en sus minutos finales, y brilla en su maestría para otorgar humanidad y desgarro emocional a todo lo que muestra, en especial ese reencuentro entre madre e hija, tras años de dolor, madre-abuela que brilla en la luz de una Estefanía de los Santos, que en apenas unos minutos conforma una composición inmensa.
Con sus irregularidades e imperfecciones, Júlia De Paz Solvas configura un retrato de la maternidad diferente y empañado de fortaleza y reivindicación. Su precisión mirando y acompañando los devenires de Pepa otorga entidad a un ejercicio animal, lleno de rabia y finalmente envuelto por una enorme humanidad. Humanidad que merece todas sus atenciones en un trabajo que traspasa la pantalla, el de Tamara Casellas, que firma una interpretación para el recuerdo. Una composición llena de fuerza, fisicidad, potencia emocional. Un trabajo que arrebata con la mirada y el gesto, y que ensalza los valores de un ejercicio rotundo que merece ser reivindicado, por la sensibilidad con la que trata a sus personajes y los lleva por las derivas más oscuras de la vida, siempre dando horizonte, un horizonte generoso que les permita seguir caminando.
ELLAS Y ELLOS
La credibilidad y la generosidad del reparto es una de las claras fortalezas de este ejercicio, en especial la luz de Estefanía de los Santos, que brilla en su breve intervención, y sobre todo, la garra y la fortaleza de una Tamara Casellas que ha venido para quedarse, con un trabajo que se graba en la retina, por su contundencia y humanidad.
LA SORPRESA
Sorprende que una primera película en solitario tenga la precisión y la contundencia de quien lleva años en el oficio.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO
Hay dos momentos, partes de la película que brillan de una manera excelsa. Hacia el tramo final, la secuencia del abandono de Leila bajo la imponente voz de Silvia Pérez Cruz, y el final, ese reencuentro entre madre e hija que pone el vello de punta por su enorme humanidad y sensibilidad.
TE GUSTARÁ SI…
Si te gusta dejarte llevar por viajes sociales impregnados de humanidad y sensibilidad.
LO MEJOR
- La portentosa composición de la excelente Tamara Casellas.
- La precisión y el pulso con la que está contada esta historia.
LO PEOR
- Cierta irregularidad narrativa en el tramo central de la película.
- Situaciones e intervenciones que no terminan de dar organicismo a la propuesta.
Alberto Tovar