ESPECIAL LOS SIMPSON: LA CASA-ÁRBOL DEL TERROR III
Este mes lo hemos dedicado a una de las mejores y más longevas series de todos los tiempos: Los Simpson. Nuestro especial de octubre llega a su fin con un episodio cargado de guiños al mejor cine donde vemos tres historias que han pasado a la posteridad para cualquier fanático de la serie. Quinto capítulo perteneciente a la cuarta temporada, el 29 de octubre de 1992 se estrenaba el tercer Especial de Halloween de Los Simpson con Carlos Baeza al frente de la dirección y Al Jean, Mike Reiss, Jay Koden, Wallace Wolodarsky, Sam Simon y Jon Vitti encargándose del guion.
La casa-árbol del terror III
El episodio comienza con un guiño a Alfred Hitchcock y su programa Alfred Hitchcock Presents, con Homer presentando el especial. Normalmente era Marge la encargada de esta función; sin embargo, igual que viéramos en el Especial La casa-árbol del terror VII, Homer vuelve a ser el primer Simpson que vemos en pantalla. Tras insultar al telespectador y retarle a apagar el televisor, escuchamos a Marge echándole la bronca. El gag del sofá nos enseña a los esqueletos de la familia corriendo a sentarse.
Este pequeño sketch abre paso a una escena en la que los amigos de Bart y Lisa están reunidos en casa, todos disfrazados, mientras Marge organiza juegos para entretenerles. Entre los mejores disfraces están el de Lisa, que va de Estatua de la Libertad; Martin, que va de Calíope, el dios de la elocuencia; y Bart, que va de Alex DeLarge de La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1975). Marge cuenta una historia de terror y pasa comida a los niños fingiendo que son partes del cuerpo hasta que descubre que, cuando llegan a Homer, se las come. Homer propone contar historias de miedo de verdad, y Lisa comienza con la suya: El muñeco infernal.
Primera parte: Clown Without Pity
Es la fiesta de cumpleaños de Bart, y Homer, para variar, ha olvidado comprarle un regalo. Sale corriendo con el coche y termina en una siniestra tienda llamada La casa del mal. El dependiente, un anciano chino que fuma en pipa, le ofrece un muñeco Krusty perfecto para Bart. Pero cuidado: sobre él pesa una horrible maldición.
Homer llega a casa con el regalo y hace feliz a Bart. Sin embargo, el abuelo no parece estar del todo de acuerdo con el muñeco parlante.
Al día siguiente, mientras ve la tele, Homer coge el muñeco, le da cuerda y escucha que le quiere matar. Comienza a reírse hasta que descubre que el muñeco quiere matarle de verdad. Se lo cuenta a la familia y nadie parece creerle.
Tras esta escena dramática en la bañera, Homer decide tomarse la justicia por su mano: mete al muñeco en una bolsa y lo lleva a un pozo sin fondo. Parodiando El cabo del miedo (Martin Scorsese, 1991), el payaso se ata con un cinturón a los bajos del coche y regresa a casa.
Cuando por fin la familia ve como el muñeco intenta matar a Homer, llaman al servicio técnico (mientras suena la canción Everybody Loves a Clown, de Gary Lewis & the Playboys); aparece un técnico de KrustyCo y descubre que el problema estaba en que alguien había puesto el muñeco en modo malo. Tras convertirse en un payaso modélico, Homer comienza a tratarlo como si fuera su esclavo.
El título del episodio hace referencia a la canción de Gene Pitney Town Without Pity, mientras que la sinopsis se basa en un episodio de Dimensión desconocida.
Segunda parte: King Homer
Considerada una de las mejores historias de Halloween por Groening, King Homer es una clara parodia a King Kong (Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, 1933), habiendo representado hasta el blanco y negro original del largometraje.
Marge se presenta en un astillero en el que el Sr. Burns y Smithers solicitan una mujer para una expedición misteriosa. Aceptan a Marge y se embarcan rumbo a la Isla de los monos.
Cuando se van acercando escuchan cánticos que dicen «Homer» mientras divisan una gran roca con forma de calavera (similar a la de la historia de Peter Pan). Bajan todos del barco y, según el plan del Sr. Burns, Marge se convierte en el reclamo para el mono prehistórico gigante que andan buscando. Antes de escuchar el reclamo, el mono gigante está peleando con lo que parece ser un dinosaurio. Los marineros que acompañan a Burns tienden una emboscada e intentan raptar a Homer.
Al final Homer es capturado, metido en un barco y llevado a Nueva York para ser exhibido por un módico precio en Broadway. Mientras lo exponen comienzan a hacerle fotos, lo que le hace enfadar y romper las cadenas que lo sujetan. Antes de huir coge a Marge, trata de escalar el Empire State y hace una parada para escuchar cantar a Shirley Temple antes de comérsela.
Al final, Homer y Marge se casan y este se come al padre de la novia y un montón de cacahuetes.
Tercera parte: Dial «Z» for Zombies
El título del tercer segmento del episodio nos devuelve referencias al cine de Hitchcock, esta vez a su largometraje Dial «M» for Murder (1954), mientras que el argumento bebe de referencias de la película La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1968).
En la biblioteca de la escuela de primaria de Springfield Bart encuentra un libro de hechizos y decide contárselo a Lisa, que hace cuatro años perdió a su gato por culpa del hermano borracho de Quimby. Ambos van al cementerio, recitan el hechizo y desatan una ola de muertos vivientes en Springfield que convierten a los vivos al morderles.
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Poco a poco los habitantes de Springfield se van convirtiendo, y la familia tiene que hacer una barricada en casa, pero Homer olvida tapiar la entrada principal. Justo cuando los zombis parece que van a acabar con todos, consiguen huir en el coche.
Van al colegio para recuperar el libro y deshacer el hechizo, matando a todo zombi que pasa por su camino. Tras convertir a Lisa en un caracol encuentran el hechizo correcto y terminan con la crisis en Springfield. El episodio termina con una crítica a los zombis modernos y su estado de empanamiento continuo: la televisión.
Esta historia ha sido considerada una de las mejores de los especiales de Halloween de la serie, siendo la frase de Homer «Ah, ¿era un zombi?», referida a Ned Flanders, un clásico creado por Mike Reiss. Dentro de las referencias culturales del episodio encontramos guiños a Terminator 2 (James Cameron, 1991), ya que Homer utiliza una escopeta parecida a la T-800 de la película. Entre los rostros conocidos que realizan un cameo encontramos al presidente George Washington, al dramaturgo William Shakespeare y al matemático Albert Einstein.
Con este episodio concluye nuestro Especial de Halloween de Los Simpson, todo un mes dedicado a las mejores historias de terror de la familia amarilla. Esperamos que hayáis disfrutado tanto como nosotros descubriendo curiosidades de los episodios y rememorando grandes momentos de una serie que, pase el tiempo que pase, nos seguirá encantando.
Cristina Domínguez