Con motivo del estreno de su nueva película, tuvimos el placer de entrevistar hace unas semanas a su creador, Louis Garrel. La cinta titulada Un hombre fiel se estrenó el pasado 17 de mayo y cuenta con un reparto encabezado por Laetitia Casta, Lily-Rose Depp y el propio director.

Situada en París, la historia, narra las vivencias amorosas de Abel, un joven que tras ser engañado por su pareja, embarazada de su mejor amigo, decide resignarse y vivir mediocremente. Años después y tras la inesperada muerte de Paul, la vida de Abel dará un giro de 360 grados al reencontrarse con Marianne, su expareja, y su nuevo hijo Joseph. Rápidamente y bajo un sentimiento de deseo, Abel se verá envuelto en un complejo triángulo amoroso entre la mujer a la que nunca dejó de querer e Eve, la hermana del que fue su mejor amigo.

Para responder a todas nuestras cuestiones, Louis Garrel se reunió junto con otros medios en el instituto francés de Madrid. Allí explicó más detalladamente la experiencia que ha supuesto para el este proyecto y el buen recibimiento que ha tenido por parte de la crítica.

ESTRUCTURA ORGÁNICA

Un punto a favor que se le puede achacar a la película es su guion. Para coescribirlo, Garrel contó con la ayuda de uno de los grandes guionistas de cine francés, Jean Claude Carrière. Acorde a sus palabras la experiencia no podría haber sido mejor. Asegura que trabajar mano a mano con él ha sido una experiencia muy enriquecedora. “En un principio y cuando supe que quería trabajar con él, le envié una pequeña sinopsis emocionado. Fue asombroso la rapidez con la que acepto mi propuesta así como la velocidad con la que empezó a mezclar todo lo que ya tenía en mente. Durante la escritura del guion, nos sentimos muy libres, no teníamos a nadie que nos mirase. Trabajamos paso por paso disfrutando cada parte de la historia. A la hora de escribirlo, tratamos de elaborar una mezcla entre mi manera de pensar novelesca y su seriedad y odio a lo nostálgico. En cierto modo tuvimos que buscar un equilibrio perfecto entre los dos. Llegó un momento en el que simplemente tachábamos lo que escribíamos. Creo que fue un reto para ambos”.

Un hombre fiel no es únicamente su segunda película, es un proyecto en el que Louis Garrel ha dirigido, coescrito y actuado. En palabras suyas está tarea era necesaria para que la cinta mantuviera ese ritmo particular que la caracteriza. “Al haber escrito la trama junto a Jean Claude, sentía una atracción imperiosa por dejar claro todos los elementos que habíamos pensado durante la escritura del guion. Era importante para mí qué elementos como el ritmo estuvieran presentes. Soñaba con elaborar un trabajo enorme, en el que el trabajo mental previo fuera inmenso. Por otra parte mi tarea como actor no me exigió demasiado, posiblemente porque mi personaje y yo nos parecemos bastante. Admiro a los realizadores que también son actores y que son capaces de elaborar composiciones magníficas”.

La voz en off no es una mera excusa para dar juego a la película. Cada elemento presente en ella posee una función, que se relaciona enormemente con las dificultades y frustraciones que tienen los personajes. “La voz en off es una herramienta muy cinematográfica. Gracias a ella se es capaz de controlar no solo el sentido sobre la voz, sino también sobre la propia imagen. A partir de aquí se puede crear intenciones contradictorias que pueden desembocar incluso en multitud de chistes o bromas. Creo que estás ideas están presentes a lo largo de toda la historia. Sirve para expresar todo lo que ellos no son capaces de decir verbalmente. Viven en mundos frustrados que les impiden desatar sus sentimientos. Un ejemplo claro son los trabajos que desempeñan. Marianne por un lado y desde su trabajo en política ve el amor como una partida de ajedrez mientras que Abel, como periodista no es capaz de tomar las riendas de su vida, a pesar de que desde su trabajo escriba sobre temas más serios y comprometidos. Creo que es algo que las personas sensibles como yo entenderemos muy bien”.

PERSONAJES MISTERIOSOS

Es fácil observar como los personajes son uno de los elementos más complejos a la hora de construir una historia. Respecto a esto el director parisino dejo claro que fue un proceso muy natural. “Mientras pensábamos en cómo iban a ser los personajes, buscábamos sobre todo sorprender al espectador aportándole algo que no se esperara. Lo difícil fue que esos giros resultaran humanos. Creo que todos hicimos un buen trabajo. Imprimimos en cada uno de ellos un aura de misterio que creo que sorprenderá a los espectadores. Al fin y al cabo uno de los temas de la película es la exploración de las relaciones, algo de por sí muy misterioso. Un lunes puedes conocerlo todo sobre tu pareja y de pronto el martes ves que todo ha cambiado. Eso sí, todo planteado desde la ligereza y el humor, porque creo que el humor abre puertas, aunque en este caso sea para el drama”.

La película está muy marcada por el sentimiento y el deseo. Pero existe otra característica de gran importancia, el azar. Cómo asevera Garrel, viene marcado en la película por el personaje de Marianne, algo que no es casualidad. “Que el personaje de Laetitia sea el encargado de llevar esta carga misteriosa no es casualidad. Creo que hay elementos de la película que solo las mujeres podrían entender. Existe un claro misterio femenino sobre el que quisimos trabajar. Tratábamos de romper el molde de lo habitual, y el azar era la manera perfecta para ello. Si lo piensas no es tan raro, diariamente tomamos decisiones al azar, es como una ayuda suprema cuando no tienes opción de actuar. Es más, para algunos es incluso una manera atea del misticismo”.

SUS INSPIRACIONES

Este interés y búsqueda de lo diferente, llegó a la vida de Louis Garrel desde una edad temprana. A día de hoy sigue agradecido por lo mucho que le hizo crecer como cineasta grandes figuras del cine francés como François Truffaut. “A Truffaut le conocí cuando tenía 13 años, mi profesor de literatura me puso Fahrenheit 451 y puedo asegurar que fue un flechazo instantáneo. una de las cosas que más me gusta de él es que no esconde nada, siempre muestra lo más crudo o lo más duro pero siempre desde un punto de vista lúdico. Creo que tiene un gran sentido del humor. En eso creo que encajamos. Es más, mientras Rodábamos muchas de las escenas me preguntaban ¿cómo lo haría él? Truffaut tenía esa gran capacidad de convertir una escena corriente en algo singular y cinematográfico. Creo que hay mucho de eso en esta película”.

Internamente el filme posee una estructura circular, de esta manera lo que comienza en un espacio acaba por terminar en el mismo. Desde el punto de vista de su creador, es un elemento necesario para entender la motivación de los personajes. “Hay un escritor de teatro francés que se llama Mirbeau. En sus obras siempre hay una mezcla de traiciones sociales y violencia que acaba por reunir a todos los personajes en el mismo lugar que comenzaron. Esto era una idea muy interesante que me apetecía experimentar. Además creo que servía como catalizador perfecto para el desarrollo de los protagonistas. Mirad a Abel por ejemplo, únicamente por el amor que siente hacia Marianne pasa de ser un chico pasivo a tener el control de la situación como si fuera un militar. Desde su primera visita al cementerio hasta la última, es alucinante el proceso de madurez que sufre. Por otra parte me gustaba la idea de plantear un final feliz desde un lugar tan inquietante como es un cementerio”.

LA VERDADERA COMEDIA

Es obvio que la película posee un humor sutil y unos diálogos que la diferencian del resto. Por otra parte, es reseñable destacar el marco cinematográfico en el que se ha producido, caracterizado en gran medida por un mar de comedias comerciales. En palabras del director alega que para él, esto no ha sido ningún problema. “Desde mi punto de vista lo ideal de una comedia es que no sé anuncie como tal. Pienso que es interesante que el espectador sea el único que entienda que es divertido. Me gustan las películas que tienen un humor retraído. La última película de este estilo que más me ha sorprendido fue Green Book, me encantó. Me llevé una grata sorpresa cuando al proyectar mi película tanto en San Sebastián como en Toronto empecé a escuchar risas del público. Tenía miedo de haber construido un relato con un humor muy unido a Francia. Lo difícil es crear un tipo de comedia que sea exportable a todo el mundo.  Con esa tarea me encuentro muy satisfecho. La risa tiene el mismo sonido pero no el mismo valor, a mí me gusta más si es un poco elegante”.

Alonso Muñoz