EL CRACK CERO
LOS ANTECEDENTES
Que José Luis Garci quería cerrar la trilogía de El crack, el famoso filme (que tuvo secuela: El crack dos), era algo que se sabía desde hace bastantes años. Incluso Alfredo Landa contaba en sus memorias cómo no habían podido llevar a cabo El crack tres por una serie de circunstancias económicas o de agenda. Era algo que había quedado pendiente y tras la muerte del mítico actor que interpretó al detective Germán Areta en las dos películas filmadas en 1981 y 1983 ya se veía imposible que se pudiera cerrar el círculo. Pero una conversación con la viuda del actor animó a José Luis Garci a pensar en una precuela, El crack cero, que se centraría en 1975, con la muerte del general Franco como contexto social, es decir: unos años antes de donde se ambientan las películas protagonizadas por Alfredo Landa. El crack cero se estrena este viernes 4 de octubre y cuenta con un reparto que ha sufrido variaciones desde que se anunció el rodaje a primeros de 2017: Carlos Santos como Germán Areta (originariamente lo iba a interpretar Victor Clavijo) y Miguel Ángel Muñoz como el Moro. Sonaron nombres como Paula Echevarría o Fiorella Faltoyano pero finalmente no han aparecido. Sí lo han hecho Patricia Vico, Luisa Gavasa, Luis Varela o Macarena Gómez.
LA PELÍCULA
En la primera escena de El crack (1981) se produce un intento de atraco nocturno dentro de un bar de carretera donde Germán Areta, el protagonista interpretado por Alfredo Landa, está cenando. Es una presentación magnífica del personaje que, sin decir apenas dos palabras, demuestra una actitud de lo más desafiante frente a los atracadores. Sin levantarse de su mesa consigue aplacar a uno de los ladrones (interpretado por el mítico José Manuel Cervino) con la consiguiente huida del local. En El crack cero en un intento, intuimos, por homenajear aquella escena se presenta al comisario Areta en un bar donde está jugando a las cartas con los personajes de Luis Varela y Luisa Gavasa. Al sentir un escándalo por parte de una pareja que entra al establecimiento, entra en juego la mirada silenciosa de Areta y calma la situación. Dos presentaciones de personaje, quizá más conseguida la primera que la segunda, que consiguen iniciar un filme noir de corte clásico de forma impecable. Un detective privado, Areta, sin escrúpulos y al que no le tiembla el pulso para parar cualquier tipo de conflicto.
La estructura de El crack cero es exactamente igual que las dos películas protagonizadas por Landa. Al detective privado Germán Areta se le encarga un caso bastante peliagudo que aún pareciendo difícil de resolver al final lo consigue. En este caso se trata de investigar la extraña muerte del sastre Narciso Benavides tras visitar el despacho del detective una misteriosa mujer (Patricia Vico) con la idea de que su amante fue asesinado y no se suicidó. La investigación da inicio a las escenas con distintos personajes de lo más variopinto (otra característica más de esta saga) donde los diálogos están llenos de clichés del cine negro pero que no desentona porque todo el filme está inmerso en una atmosfera clásica casi rozando lo anticuado.
El cine contemporáneo nada tiene que ver con la filmografía de Garci y en este caso no iba a ser menos: en su cine importan los diálogos y los personajes, nada de formalismos sino que lo importante son los escenarios y cómo los actores se mueven por ellos además del factor primordial que desempeña la música de Jesús Gluck, que ya aparecía en las dos cintas anteriores de la saga, ya que consigue crear una atmósfera llena de melancolía en ese Madrid tan gris de la década de los 70. En ese aspecto la película es una delicia total.
Reflejar el Madrid de los años 70 resulta difícil sin caer en los mecanismos digitales algo que no quería utilizar Garci y por eso se intercalan pequeños fotogramas de la ciudad en aquellos años. Quizá ese sea uno de sus pequeños inconvenientes: el depender demasiado de escenarios en interiores y no tanto de exteriores.
Puede que sea un filme que esté totalmente a destiempo pero tampoco defrauda porque muestra lo que se esperaba de él, ni más ni menos. Y además, es un homenaje maravilloso al mítico personaje interpretado por Alfredo Landa (que incluso sale en algún fotograma) y a una forma de hacer cine que ya no se lleva. En definitiva, Garci lleva a cabo una despedida del cine por todo lo alto, sin perder su estilo ni autoría y haciendo las cosas como él ha querido.
ELLOS Y ELLAS
Es de lo mejor de la película. El reparto. Pese a que no se trata del casting inicial Garci ha conseguido sacar lo mejor de cada uno de los actores. En primer lugar, hay que destacar la brillante interpretación de Carlos Santos como Germán Areta que ha conseguido reflejar el espíritu del personaje sin caer en la parodia ni en la imitación, algo que se antojaba bastante complicado.
Miguel Ángel Muñoz interpretando al Moro (el papel que hizo Miguel Rellán en las dos anteriores) ha conseguido uno de sus mejores papeles en el cine. Fue el primer actor confirmado cuando se anunció el rodaje en 2017 y no ha defraudado.
Del resto del reparto habría que destacar la aparición del mítico Luis Varela, Pedro Casablanc (en el papel que hacia José Bódalo), Luisa Gavasa, Patricia Vico, María Cantuel o una Macarena Gómez algo sobreactuada. Pero también es una película de pequeños papeles muy bien resueltos: el caso de Ramón Langa, Raúl Mérida o Andoni Ferreño.
LA SORPRESA
Que José Luis Garci haya conseguido hacer la película tal y como él ha querido.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
En el último acto de El crack cero, hay una escena dentro de un chalet donde Germán Areta está interrogando a uno de los sospechosos (el personaje de Raúl Mérida) rodeado de una silueta de Humphrey Bogart y de varios fotogramas de cine en un intento, totalmente conseguido, por homenajear al cine clásico.
TE GUSTARÁ SI…
Te gusta la saga de El crack
LO MEJOR
- Carlos Santos y Miguel Ángel Muñoz
- El argumento y los diálogos
- La música de Jesús Gluck
LO PEOR
- El depender tanto de imágenes de archivo
- No tiene un gran cierre
Javier Valera